De nuevo caminaba por aquéllos pasillos tan blancos, tan limpios y pulcros siempre han sido así desdé que llegue aquí, no sé cuánto tiempo llevó encerrado sólo se que cada día me siento más y más cansado y adolorido, ellos dicen que soy su espécimen favorito y que tienen puestas sus esperanzas en mi, yo simplemente los ignoro pues ellos son la causa de mi desgracia.
Vivíamos en las calles éramos lo que la sociedad llama "los niños de la calle" "la escoria de la sociedad" robábamos para poder comer y entre todos nos cuidábamos, éramos una familia, éramos diez niños de todas las edades desde los 3 años hasta los 10 años, a pesar de que pasábamos hambre, frío, humillaciones, desprecios, y en ocasiones golpes siempre fuimos felices pero esa felicidad se término aquel día que llegó un auto súper lujoso, se estacionó frente a nosotros y bajo un hombre elegante, bien vestido y claro rico, nos ofreció un lugar donde vivir y nos prometió que jamás pasaríamos hambre, abusos , que todo estaría muy bien, todos estaban emocionados pero había algo en su mirada que no me era de fiar, mi instinto me lo decía fuerte y claro.
Al ser el más grande tenía que tomar una decisión y me negué pero los demás ya estaban dentro del auto sólo esperaban por mi, volví a negarme pero mis amigos insistieron así que no tuve opción, subí al auto listo para acomodarme con los demás pero aquel hombre me tomó de la cintura y me obligó a sentarme en sus piernas, el auto comenzó a avanzar pero algo no andaba bien, nos dirigiamos a las afueras de la ciudad. -oye a donde nos llevas? Por que salimos de la ciudad??-. El saco una inyección con una sustancia verdosa, intento ponerme la en el brazo, yo forcejee pero fue inutil quería pedir ayuda a los otros pero cuando los voltee a ver ya estaban dormidos, aterrado intente salir del carro, quería gritar y pedir ayuda a las pocas personas que paseaban por ahí, con un gran miedo supe que era nuestro fin y que ya nada podía hacer para salvarnos con ese pensamiento también caí en la inconsciencia.
Cuando desperté estaba en un cuarto obscuro y acolchonado, no había ventanas, no se escuchaba algún ruido que no fuera mi agitada respiración, comenze a gritar llamando a los demas pero no hubo respuesta, poco a poco comenze a perder la noción del tiempo, mis súplicas eran ignoradas,no había comido nada desde que había llegado, me sentía demasiado debil, sin ganas de nada ¿acaso sólo esperaba mi fín? lo más seguro qué si, divagaba en mis pensamientos cuando la puerta se abrió la luz me cego por varios minutos hasta que comencé a acostumbrarme a ella nuevamente -al parecer te has cansado de gritar niño, dos semanas gritando lo mismo ya me estabas consando, ahora es tú turno- aquél hombre no lo conocía y sin fuerza alguna me levanto y me llevo a una sala equipada con varios aparatos, instrumentos y supongo yo que medicamentos.
Entraron más personas vestidas de blanco que empezaron a trabajar a mi alrededor - tu nombre ¿cuál es?- dijo una mujer a la cual mire con suplica -por favor ....ayudeme - sentí como mi mejilla comenza a arder y sentirla caliente era claro que me había golpeado -tú nombre- ya no era una pregunta si no una exigencia -pudrete maldita- y otro golpe llegó a mí rostro -al parecer te falta educación vamos a ver si así te animimás a hablar, hey! Dr Vlad lleve al niño al cuarto especial- de un solo empujon me bajaron de la camilla y me arrastraron por todo el pasillo hasta el famoso cuarto especial, al llegar me quitaron mi ropa de un tirón y mojaron mi espalda, me levantaron y me esposaron a la pared y sin aviso alguno comenzaron a dar de latigazos 1, 2, 3, 4, 5 en este punto perdí la cuenta y deje de apretar mis puños, mis dientes y labios y comenze a suplicar -para..............pa......ra.........para porfavor- tenía ganas de llorar pero no podía permitilo así que solo levante la mirada y ella sonrío burlona -Kenry- ella solio sonrío y se me acerco -apartir de ahora serás 256790 espero que lo recuerdes a la perfección,- la mire con un odio profundo -llevenlo de regresoa la sala- de nuevo con violencia me llevaron a aquél lugar que se volveria mi sala de tortura.
Apartir de ese dia todo empeoró para mi, me golpeaban cada que no hacía algo que me dijeran o cada que contestaba, jamas volví a comer, aunque no me daba hambre algo raro, todos los días me ponían inyecciones dolorosas o me hacían tomar pastillas me sentía demasiado cansado y muy adolorido, así pasaron los años cuantos no lo se con exactitud, pero con el pasar del tiempo algo pasó empeze a escuchar una voz dentro de mi cabeza la cual me insitaba a matar quería que la sangre de esas personas corrieran por sus manos las cuales eran las mias, le tenía mucho miedo y temor a esa voz no quería decirles a los doctores por temor a que me fueran a pegar o a dar más medicina, a mi familia no volví a verlos jamás.
De nuevo iba por el mismo camino de siempre a la misma sala de torturas -bien el paciente 256790 llamado Kenry recibirá la sustancia. AX23 a las 15:00 horas es la sustancia más fuerte de todas si logra sobrevivir será nuestra única esperanza para sobrevivir ante Nuestra especie enemiga los llamados "vampiros" procedan-. Simplemente me deje hacer y cerré los ojos esperando que no volviera a despertar y que al fin esa medicina me matara.
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Eres mi destrucción y te convertiste en mi salvación
VampirePrimero fui la escoria de la humanidad, sólo servía para aquellos experimentos que hacían y cuando al fin lograron su cometido, fui la escoria de aquella especie que todo el mundo odia y desprecia los vampiros. "matalos a todos, nadie merece vivir...