Las Compras de Pánico

11.6K 816 774
                                    

Jason y Dick. Damián y Tim. Los
cuatro encerrados en la misma casa.

Solo podían pasar tres cosas:

1. Alguno de los cuatro acabaría encerrado en su habitación en los próximos 45 minutos.

2. Damian sacaría su katana.

3. Bruce devoraría el frasco entero de antipsicóticos.

Y las noticias televisivas no tenían pinta de mejorar.

-"Las clases en todas las escuelas se suspenden hasta nuevo aviso"

Damian y Tim no tenían más necesidad de salir.

-"Todo trabajo se hará desde casa"

Dick en la oficina de Bruce laboraría desde su laptop.

-Todo aquel que se encuentre en la vía pública será multado y encarcelado.

Al no tener clientes, Jason se había quedado temporalmente desempleado, y recluido en casa con sus hermanos.

Con solo haber salido la noche anterior, Batman había despertado esta mañana una turba furiosa en Twitter.

"Irresponsable" "Batman va a contagiarnos a todos" "los murciélagos apestan"

Increíblemente, Batman también debía tomarse unas vacaciones. Le gustara o no. Pues, tenía que cuidad de Alfred sí o sí.

Pero Bruce Wayne estaba a punto de descubrir que él no era un hombre de esos que se llaman hogareños. Medio día llevaba en casa y ya ansiaba regresar a Industrias Wayne.

Alfred por su parte, ya se había prevenido, y hecho sus compras de pánico con flores de Bach, lo único que le era indispensable para soportar a los Wayne por más de un mes.

Y nos encontramos de vuelta en el sillón del living de la mansión Wayne. Una calurosa tarde de abril, en viernes, 35°centígrados, y un solo televisor encendido en el canal de noticias.

Tim ignoraba el televisor por estar en su celular. Damian tenía sus piernas sobre las de Dick en una cómoda pero inconforme posición. Dick estaba aun lado del primogénito, sus cortas piernas no significaban mayor molestia. Jason se había ganado el sillón individual, y estaba ahí a sus anchas, con lentes oscuros para variar. Ninguno prestaba la suficiente atención a las medidas de precaución pero sin embargo, ahí estaban.

-¿Está fuerte el sol, no es así Jason? -se burló Tim, pues una pequeña vaciada no estaba de más en aquel aburrimiento.

Dick y Damian giraron hacia el segundo Robin y no pudieron contener la risa. Pero Jason se encogió de hombros y se levantó del sillón sin decir más.

Todo lo contrario a lo que Tim había planeado en su cabeza. El tercer Robin fue tras él al ver que la cosa iba en serio.

-Era solo una broma, no es para tanto.

Pero Jason solo le sonrió. Tim de inmediato supo que algo no andaba bien con su hermano.

—Jason

Drake le condujo de un jalón hasta la cocina y ahí le arrebató los lentes. Jason rió sin control en ese momento.

—¿¡Tú estás loco!? —exclamó el hermano tras ver sus ojos tan rojos como un jitomate. —¡Dime qué no es lo que estoy pensando!

—¿Qué? —se carcajeó el mayor de ambos —¿Fumar hierba?

—¡No puedo creer lo irresponsable que eres! ¡Estás frente a un niño que es Damian!

—Por favor, Drake. Ese niño hace peores cosas que yo, ¿has visto como juega a decapitar a sus muñecos? ¿Lo has escuchado maldecir cuando tiene pesadillas? A parte, estaba volviéndome loco encerrado aquí, ¿no necesito algo para desestresarme?

—¡Eso no justifica nada! ¡Deberías ir y tomar un baño con agua fría y dormir el resto de la tarde!

—¿A dónde más crees que voy? A mi habitación, tonto.

Unos pasos indiscretos que se dirigían a la cocina llamaron la atención de ambos chicos en ese instante. Jason se colocó los lentes de inmediato.

—¿Hace falta algo de la cocina?

Bruce acaba de entrar. Ambos hermanos tan solo le observaron estupefactos y con los ojos abiertos de par en par.

—Amm... Cre... creo que no —balbuceaba Tim.

-Iremos al supermercado de compras. Sin la ama de llaves ni el resto de los empleados nos toca a nosotros hacerlo.

-Yo prefiero quedarme en casa, eso de ir de compras no es mi estilo -contestó Jason.

Bruce se cruzó de brazos con una mirada severa frente al segundo Robin.

-No les hice una pregunta -aseveró el mayor -vamos a ir y cada quién comprará sus cosas. ¿Quedó claro?

Y tras decir esto Wayne salió de la cocina para anunciarle  lo mismo al otro par de Robins. Jason en ese momento comenzó a hiperventilarse. Su cara se puso pálida en ese instante. Tim no hallaba la manera de calmarle.

-¡Dile que estás enfermo del estómago!

-¡Ni que hablara con el idiota de Dick! ¡Es Bruce Wayne! ¡Claro que se va a dar cuenta que miento! ¡Ay por todos los demonios! -el chico llevó una mano a su corazón el cual latía vorazmente -creo que me estoy mal-viajando.

-¡Te está dando la pálida!

-¿Qué son todos esos gritos? -exclamó Dick entrando a dónde ellos. -Bruce está por irse, debemos irnos también.

Jason le tapó la boca con su mano inmediatamente.

-¡Cierra la boca que puede oírnos!

Dick le lanzó una fría mirada al pobre Timothy. Después giró a donde Jason y se abstuvo de lanzarle tremenda bofetada.

-¿Cómo se te ocurre drogarte frente a Bruce? ¿Quieres que te corra de la mansión acaso?

-¿Él va a correrme? -los ojos del forajido se abrieron de par en par al mismo tiempo que más y más comenzaba a entrar en pánico. 

-Nadie va a correrte, tranquilo, Jason -trataba Tim de confortarlo dándole palmadas en su espalda.

En ese instante llegó Damian, quien al ver aquella particular escena no pudo ocultar una cara de asco y desagrado.

-¿Estás marihuano, Jason?

-No es lo que piensan -se defendió el acusado.

Bruce volvió a asomarse a la cocina.

-¿Ya podemos irnos o aún no?

-Vayámonos -respondió Jason tomando nuevamente la compostura en tan solo unos segundos -que no tenemos todo el día para esto.

Se acomodó las gafas al igual que su camiseta y se adelantó al resto de sus hermanos quienes tan solo le miraron con una mirada de asombro y total preocupación.

Sabían que lo que vendría no sería nada agradable.

Batfamily en CuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora