-Ella era como contar mi propia historia dentro del perfil de una joven de 16 años muerta-
Hora de muerte 4:58 Am.
Dictamen Pericial De Criminalistica...
Con secuencia fotográfica y traslado de cadáver, para realizar su respectiva autopsia.
-Miércol...
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Mi nombre es Hannah Kahler Licenciada en Criminalistica, 25 años, escritora con 3 libros publicados y 1 en proceso, aun no reveló mi nombre a mis lectores por el simple echo de que no quiero que me conozcan físicamente, me desnude en todos esos libros ante ellos, metafóricamente claro.
Siguiendo con la carrera el objetivo de esta es formar profesionales capaces de abordar una realidad compleja que requiere de una capacidad analítica e investigativa coherente con las necesidades actuales. Es raro que una chica de 17 años elija una carrera así, me acuerdo que fue un largo proceso para tomar la decisión; me gustaba medicina pero no sabia a que campo irme, después de haber estado en una operación como estudiante en carne propia y ver como la paciente moría poco a poco y no poder hacer nada supe que esto no era para mi , fui tachando opciones hasta que sólo quedo Criminalistica , lo que tiene de positivo es que es una profesión en la que jamás se agota la capacidad de asombro. Eso sí: no es apta para personas impresionables o sensibles.
Después de 5 largos años de estudio me encuentro ahora en esta sala, ver el llanto de las familias de un fallecido se convirtió en un hábito desde que llegue.
—Hey Hannah vamos por un café, le daremos la bienvenida a un nuevo integrante al equipo—dijo Carla, a ella la conocí cuando comenzaron las prácticas y aunque no era muy sociable en ese entonces, ella me ayudó a interactuar más con los miembros de Criminalistica, por ella voy a ciertas invitaciones o alguna cena.
—No tengo otra opción verdad—dije afirmandolo. —No querida—dijo riéndose.
Fuimos hasta la cafetería y algunos ya había llegado, vi al nuevo integrante, valla es hombre, alto, contextura no muy gruesa, cabello algo largo para él por ser exacta, debo admitir que es agradable ante la vista, desvíe la mirada hacia Carla diciéndome asi que iba por algo de comer, camino donde estan los productos, mientras los observo, llegan pensamientos a mi...
<<No mires las calorías Hannah,no las mires... ¡Basta ya de mirarlas!>>
Agarre unas galletas integrales, pedí un batido de durazno, pague y al retirarme cruce miradas con alguien...
—Hola ..Hannah?— dijo mirando mi credencial. —Si.— dije y fui a la mesa con Carla. —Mi nombre es Spencer Ada....—dijo tras de mi, no quería establecer conversación en estos momentos después de todo no tengo una buena relación con hombres, aparte que no lo conocía,
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—¡¿Que te dijo?!—mencionó Carla emocionada. —Su nombre— —No Hannah, aparte de eso— —Pues que mas me va a decir, además es un desconocido, no tengo por que establecer algún vínculo, es mejor así— —Estoy segura que lo dejaste hablando solo— —Pues para que te dijo que no, si si.—dije riendo, Carla me conocía demasiado como para no darse cuenta. —Vez como eres, pobre hombre— —¿Cómo soy? ya basta que desde que estas hablando no eh podido meter ni un trozo de galleta a mi boca— —¿Solo eso vas a comer Hannah?—dijo viendo mis galletas. —¿Que no vez el batido?— —Es muy poco, toma aquí hay un pedazo de torta—me dijo mientras cortaba del pastel en la mesa. —No quiero, no me gusta el chocolate—No podía comer, enserio no podía más de 500 calorias en solo ese pedazo. —Esta bien, tu te lo pierdes— No y no es que no me gustara el chocolate, pero el pensar cuanta azúcar tenía me ponía nerviosa.