“Entonces KiBum llamó a JongHyun como su amor, y cuando llegó la noche de bodas se envolvieron en besos dulces además de caricias tiernas. El rubio se sonrojó cuando por primera vez fue tocado en cierto punto y...”
— Nah, no me gusta - se queja KiBum, interrumpiendo la lectura de TaeMin - Odio cuando me describen de forma pura y virginal. ¡Soy un adulto! ¡Me gusta el sexo salvaje!
— Bummie - susurra JongHyun a su lado - Ayer te sentaste en mi regazo a pedirme chocolates.
— ¿Y eso qué? - insiste KiBum, cruzando sus brazos mientras hace pucheros - ¡Soy un hombre, no un bebé! Y mi vida sexual es completamente responsable.
— ¿Como esa vez que hicimos globos de agua con los condones?
JongHyun cierra la boca al sentirse observado.
KiBum va a matarlo.
— ¡Yah! ¿Por qué dices esas cosas frente a este niño fetichista? - exclama KiBum, golpeando a JongHyun.
TaeMin niega con la cabeza. En verdad quisiera seguir entreteniendose con esas peleas absurdas, pero alguien está tocando la puerta de su habitación y mejor va a revisar quién es.
Ya no se preocupa ni por KiBum ni por JongHyun, sabe que sólo él puede verlos.
Aunque ellos sí pueden ver a los demás, como ahora, que Choi perfecto MinHo está de pie en el marco de su puerta.
Con esa expresión de fuckboy que sólo él tiene.
A TaeMin le empiezan a temblar las piernas.
— Hyung... - susurra en un hilito de voz.
— La directora Wang me mandó a traerte esto - dice MinHo, entregándole un papel - Es tu examen de la universidad.
TaeMin recibe el documento. No sabe si su corazón se ha puesto loco por la presencia de su crush eterno, o porque ese examen es demasiado importante para él.
Hasta que...
— Felicidades - pronuncia MinHo, viendo el cambio curioso en las mejillas del rubio - Parece que esta vez sí te esforzarse.
TaeMin asiente, como un idiota. Ni siquiera reacciona lo suficientemente rápido para agradecerle a MinHo porque éste ya se ha ido.
Se siente... como en una nube esponjosa luego de haber sido felicitado.
Es tan... tan...
— No vayas a hacerte pipí en los pantalones ¿eh? - dice KiBum, desde la cama, donde JongHyun está a punto de ponerse morado luego de que se le ha subido encima.
— A... Auxilio...
No. TaeMin no va a escucharlo. Está demasiado perdido en sus pensamientos como para salvarlo de las garras de Kim KiBum.
El amor, los tiene al filo de la muerte.
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