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Días aquellos - 06: El peligro de las calles.

Sin aún poder creerlo miramos desde una esquina cómo toda la hilera de apartamentos estaba siendo consumida por las llamas, al igual que ambos edificios que lo rodea.

Eli se lanzó a llorar pensando en sus cosas, recursos y memorias, e incluso se lamentó de que perdiera todo mi equipaje.

Sus ojos volvieron a estar rojos e hinchados, esta vez yo la acompañaba en eso, el humo es bastante abrumador.

-No saben cuanto lamento su perdida muchachos. -Dijo el musculoso, que nos siguió todo el camino hasta aquí.

Los policías que resguardan la zona tratan de enviar a las personas que están grabando y comentando la escena a sus casas, pero necios de su orden permanecen allí.

Estaba mirando como las llamas salen de las ventanas del edificio, luego las personas comienzan a saludar y felicitar a un par de bomberos que salieron con una mujer en sus brazos a lo que el ruido pareció asustar a dos policías frente a mí.

-Maldición ¿Qué hacemos? no sabemos aún nada y estas personas no quieren volver a sus casas.

-Solo apegate a las instrucciones, si se acercan a ti muy bruscamente no dudes en disparar.

Escuché una pequeña charla entre policías. Inmediatamente supe que aún con los policías y bomberos frente a nosotros seguimos corriendo peligro.

-Eli, debemos buscar otro lugar. Lo necesitamos, sé que conoces a alguien que pueda recibirnos.

Pero ella no contestó. solo cubrió sus ojos con ambas manos y cabizbaja sollozó.

Mis ojos están soltando pequeñas lagrimas, me siento abrumado por el humo, la ceniza, y la desesperación.

-Vengan conmigo si es necesario. 

-¿Hablas en serio?

-Hace poco nos salvaste a mi y a mi niña, es lo menos que puedo hacer.

No me gusta la idea de andar cobrando favores, y mucho menos sé si aún puedo confiar en este sujeto, pero si no tomo esta oportunidad sería un completo idiota. Significaría que Eli y yo seguiríamos en las calles lidiando con todo este calvario durante quizás cuanto tiempo.

Es posible que no sobrevivamos una noche sin estar bajo techo.

-Está bien. Solo vámonos ya. -Respondió Eli.

Ella fue la primera en abrirse paso entre la multitud que se agolpaba para grabar el incendio, lo que me impresionó bastante fue verla tomar esa iniciativa después de que golpeó al gruñón en aquel callejón que ha estado bastante callada.

Caminé detrás de ella inconscientemente empujando al resto de personas para llegar a ella.

Cubrí mi boca y nariz con mi camisa para evitar seguir respirando ese mal olor del humo, mantenía la vista fija en Elizabeth y a pocos segundos volteaba a ver al tipo musculoso, quien ahora tiene a su niña abrazada a su pecho. 

Una vez salimos de la multitud que ya había ganado un gran numero de personas me dí cuenta del color del cielo, ha tomado un tono naranjo. La noche está muy cerca.

-¿Ahora hacia dónde? -Pregunté.

-Solo siganme, si algo los detiene griten mi nombre.

-¿Cuál era tu nombre? -Preguntó Eli, mirando a su alrededor.

-Llámame Rodrick. -Dijo él.

-Bien, vamos Rodrick.

Esta vez fui yo quien tomó la mano de Eli. Rodrick va frente a nosotros, mientras su niña mira con extrema curiosidad a cada persona y lugar a nuestras cercanías.