25.¡No Intentaste Matarme!

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Jinyoung, algo raro está por venir— dijo Jaebeom mirando la gama de colores que provenían de aquella parte de la ciudad cerrada.

Si, parece extraño, pero duerme que mañana tenemos que ir a trabajar— anuncio Jinyoung intentando distraer a su amado, pero aveces era más complicado de lo que pensaba.

Junmyeon hyung se irá a China— anuncio recordando las palabras de su hermano— creo que mañana nos avisará, pobre de Kris, me da risa pensar en que sigue espiando a nuestro jefe— se burlo de su hermano.

Así que es ese tal Kris del cual está prohibido hablar— se burlo Jinyoung ahora entendía porque había un cartel con el nombre de Kris marcando prohibido.

Exacto, mi hermano y el jefe tuvieron una relación, ahora de hecho se me hace extraño no tenerlo en casa— sonrió al fin olvidando sus preocupaciones.

Al menos así fue hasta que escucharon un aullido lastimero.

Eso es— Yugyeom acaricia el cabello del Alfa, ya no le importaba el dolor que sentía, ni la sangre que estaba perdiendo, solo se sentía feliz.

¡Te dije que no te...!— I.M se callo en cuanto vio a los Betas, se había olvidado por completo de ellos— voy a cuidar de los Betas— informó mientras corría hacia donde se encontraban estos.

Yugyeom se había quitado por completo la playera dejando ver una herida abierta, que sangraba. Esa herida era un viejo recordatorio del pasado. Sus padres jamás le supieron explicar porque tenía una cicatriz tan enorme en su estómago, pero jamás le dio importancia. Y ahora que habían tenido que cuidarlo y hacerlo vivir. Aquella herida se abrió de nuevo. Esa herida fue hecha por Wonho, ahora fue abierta por Shownu. Para poder salvarlo, pero todavía no debía haberse levantado y corrido. Por eso las suturas botaron abriendo un poco la herida, dejando la sangre chorrear.

Cuando Wonho vio la fea herida pudo recordar el pasado, definitivamente ese era aquel niño que alguna vez cuido, ese niño al cuál le enseño muchas cosas.

Por favor... Perdóname— Yugyeom comenzó a llorar— te asusté ¿Verdad? Lo siento tanto, no debí desaparecer de ese modo— intentaba calmar al pobre del Alfa que seguía gruñendo de vez en cuando, por suerte ahora Kihyun podía ver qué estaban fuera de peligro.

Yugyeom sintió un dolor agudo, la herida comenzaba a recordarle que apenas había despertado. Se mordió el labio intentando no soltar un quejido. Era la herida de su pasado.

Lo siento, yo... Yo ahora se que pasó en verdad— susurro Yugyeom sintiéndose de nuevo como aquel niño asustadizo— ya recuerdo todo. Ahora se que jamás intentaste matarme... Solo me viste con otros ojos al darte cuenta de que era un Omega— beso a su Alfa. Ese día Hoseok dejo de verlo como su hermanito.

¡Hoseok!— Kihyun corría desesperado, a su corta edad ya entendía muy bien lo que estaba pasando— ¡Detente! ¡No lo mates!— corrió encontrándose con el Alfa a punto de matar al bebé.

Hoseok tenía apenas quince años, los acababa de cumplir hace unos días, había sido un día feliz. Ahora estaba frente a frente con Gyeom.

Omega...— murmuró Hoseok mirando al pequeño niño que todavía ni lograba cumplir los cinco años, todavía faltaban meses para eso. Y ya estaban organizando su fiesta inolvidable. Sabía que su bebé merecía todo el amor, por eso había planeado su fiesta desde hace meses, lástima que no se fuera a celebrar.

Lo que nadie vio fue como Hoseok relucía sus orejas y las movía para calmar al bebé. Mientras tarareaba una canción de cuna.

Hoseol hyung— lloraba desconsolado, tenía miedo, mucho miedo y en ese momento su hyung no era su hyung. Sin embargo sabía que este jamás le haría daño. Y le divertía ver esas orejas.

NO QUIERO SER TUYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora