Todo el tiempo intentó imaginar la forma en la que sería el momento exacto en el que ese aroma tan exquisito llegara a sus fosas nasales y lo drogaran al instante, de la misma forma en la que en el pasado siempre lo hizo. Todo el tiempo intentó prepararse para el contacto directo y sin escape de aquel choque de emociones en su interior, quiso que todo fuera normal, pero sentía que comenzaría a temblar en cualquier momento. Estaba consciente de que al ser una figura pública, en algún momento tendría que tener algún tipo de contacto cercano con él y siempre lo evitó hasta ese momento.
La fiesta marchaba bien, Zayn se encontraba muy sonriente mientras platicaba fluidamente con Liam Payne y esa no era para nada una fiesta tranquila, todos estaban bailando, cada famoso comportándose como si nadie los conociera, tomando, gritando, bailando sin negarse absolutamente nada por miedo a la prensa, por algo era tan privado el lugar.
Louis se encontraba con su décima bebida combinada en su mano derecha, mientras estaba sentado y sin bajar la mirada de la de Harry, Styles lo miraba con curiosidad e incluso emoción, pero a él realmente no le importaba o al menos con eso se estaba convenciendo desde que sus miradas se encontraron, inconscientemente buscando la del otro hasta que la hallaron y desde ahí, no habían parado de observarse.
Las horas pasaban y Louis ya no sabía cuántas bebidas había ingerido, hasta que vio a un tambaleante Harry Styles acercarse a él torpemente, él se levantó y de la misma forma se acercó hasta que se encontraron, el alfa lo miró y sonrió con auténtico cariño y él simplemente frunció el ceño.
"Hola" Su voz. El omega tembló al instante en el que la gruesa y excitante voz llegó a sus oídos.
"Hola" Ambos arrastraban las palabras, pero la sonrisa que le dirigieron al otro, era completamente auténtica y clara.
(...)
El frío recorrió la planta de sus pies, haciendo que un escalofrío le pasara por todo el cuerpo hasta hacerlo abrir los ojos, los sentía pesados, sin embargo poco a poco pudo enfocar su visión en la habitación acostumbrándose a la poca iluminación.
Un suspiro escapó de sus delgados labios mientras intentaba sentarse en aquella cama acolchada, no tenía idea de cómo había terminado en esa cama, hasta que logró reaccionar. Miró desesperadamente hacia abajo, notando la falta de ropa en su cuerpo y un fuerte brazo enroscado con fuerza en su cintura. Se sentó de golpe, siendo hostigado por el inmenso dolor de cabeza y un punzante ardor en su cuello. Su cuello... ¿Por qué su cuello ardía? . Inmediatamente su cuerpo se tensó y dirigió su mano a su cuello, tocando una herida abierta, una marca, su cuello portaba una marca y claramente, compartía un lazo con el alfa que estaba a su lado.
La sangre se heló al momento en el que necesitó ser reconfortado, su cuerpo tembló ante la necesidad de ser besado y mimado, su mente quedó en blanco y se zafó del agarre, corriendo hacia el espejo de cuerpo completo que se encontraba en la habitación que jamás en su vida había visto, observando su cuerpo pudo sentir un escalofrío recorrerlo al ver la bonita marca necesitada de los cuidados de su alfa y unas lágrimas corrieron por su mejillas. Le hubiera gustado saber quién era el que lo iba a marcar, le hubiera gustado que hubiera recibido un cortejo como el que su madre recibió con su padre, le hubiera gustado que hubiera estado consciente al momento en el que un alfa lo tomó.
Estaba temblando y llorando silenciosamente, solamente podía pensar en ir a su casa, encerrarse en su recamara y huir de todo lo que le estaba sucediendo.
"No puedes hacer eso, nuestro alfa se enojará"
Louis escuchó a su omega interno y como siempre, no le haría caso. ¿Nuestro alfa? Pensó el menor, un alfa, tenía una alfa, un lazo, algo que siempre deseó y no sabía cómo había sucedido, no recordaba cómo lo marcaron, no recordaba si él lo había querido. Tomó su ropa y se vistió con rapidez, ignorando las marcas en su cadera, las manos marcadas en sus nalgas por las nalgadas que seguramente recibió, ignorando también las numerosas marcas violáceas en su pecho y abdomen.
Tragó saliva y tomando una gran bocanada de aire, se acercó a la cama. Era imposible que distinguiera los aromas en la habitación, teniendo en cuenta que su propio aroma estaba impregnado en cada esquina del lugar. Se abrazó a sí mismo y se acercó lo suficiente para quedar a unos pasos del alfa que estaba durmiendo tranquilamente en aquella cama que seguramente compartieron hasta que el cansancio pudo más. Se puso de rodillas para intentar quedar cara a cara con el intruso que había puesto una marca en su cuello, intentando calmar su respiración y el temblor intenso de su cuerpo entero, tomó la sábana que cubría el rostro del otro, comenzando a quitar lentamente la tela, de la forma más cautelosa posible para evitar despertarlo y tener una confrontación para la cual no estaba listo.
Sus suaves dedos retiraron la sábana y se encontró con el cabello rizado y desordenado de un alfa, sus rosados labios se encontraban cerrados con un gesto tranquilo instalados en ellos y en sus facciones, sus pestañas largas se encontraban escondidas entre varios rizos del cabello del alfa.
MIERDA.
Pensó sin poder evitarlo. Rápidamente se levantó y corrió a la salida, ignorando el dolor de cabeza, la sed y el hambre, lo único que quería era huir de ahí, tan rápido y tan desesperadamente que no le interesó nada más.
Bajó las grandes escaleras en espiral y se encontró con la gran puerta de la entrada, no había nadie en el lugar donde la noche anterior se encontraba repleta de muchos famosos y suspiró, varios seguramente se habían marchado y otros, supuso, estaban en alguna de las habitaciones de la planta de arriba.
Tomó aire y le sonrió al personal que se contraba limpiando, recibiendo un cálido saludo y seguido salió de ahí, rogando que el alfa que durmió con él no se levantara antes de que él se marchara. Se subió a su auto y arrancó tan rápido como encontró sus llaves en el saco de su traje, su corazón latía tan rápido y lloró una vez más, lloró porque su omega le pedía a gritos que su alfa lo besara, lo abrazara y curara la marca que había hecho en su cuello. Lloró porque inconsciente él también lo pedía, y no quería, no podía dejar que las cosas fueran así, no podía dejar que su necesidad por el alfa arruinara todo lo que se prometió.
En cuanto el alfa se despertara, seguramente estaría igual de confundido que él y seguramente lo buscaría. Sería la oportunidad perfecta para pedirle que el lazo se rompiera y todo sería como antes, paz y tranquilidad.
Todo volvería a ser normal.
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The bite.
FanfictionHarry, un actor, modelo, cantante y alfa muy famoso. Louis, cantante omega igual de famoso. Un encuentro inevitable los hará cambiar su vida de forma drástica. Omegaverse. Louis Bottom/ Harry Tops