Aquí es donde empieza todo, al despertar, ¿porque despertamos, si al soñar todo es mágico y fantasioso? o... quizás no siempre es una ilusión
A veces la sociedad te cuenta una historia para que te adaptes a un sistema donde no te dejan crecer en nada que te haga feliz.
Pero yo te contaré un sueño que no es del todo un sueño. Y todo comienza al dormir
En cuanto cierro los ojos mi mente deja a mi cuerpo descansar y transportarme a un lugar diferente a un reino fuera de cualquier imaginación, puedes imaginar el palacio más grande y fantástico, el castillo más formidable pero aun así este lugar siempre supera la imaginación del hombre, aparezco frente a esta belleza arquitectónica algo majestuoso. Me quedé sorprendido pero alguien más me tomó en dirección contraria al palacio ¿porque? Quizás por razones más importantes, digo no por nada soy el Inquisidor de los Dioses si estaba en el mundo donde Olimpo y Asgard se juntan era por qué algo importante estaba por pasar pero aún no sabía la razón de esta reunión en particular.
Al darme cuenta de a qué dirección me llevaban no era otra más que a la armería, entramos y me solicitó la instrucción de preparación, tal vez los Dioses soliciten a todos los guerreros para un Gran anuncio, de cualquier modo yo estaré con mi armadura puesta así que fui a mi lugar y ahí estaba mi armadura reluciente como siempre a pesar de tener uno que otro rayo y golpe y detrás de ella varias espadas que me acompañaron a lo largo de mis aventuras.
Rápidamente me coloque la armadura y tome varias espadas, Sobretodo "Bones" aquella espada vieja que me a acompañado desde el principio de mi gran travesía.
Uno a uno los soldados fueron saliendo, dirección a la plaza del palacio, lo que solo significa una cosa, lo que está pasando es extremadamente grande, yo estaba hasta atrás de todos aún así escuchaba y parecía perfectamente a los Dioses ellos hablaban de su vida No era raro les gusta recordar sus momentos de gloria donde aún era omnipotentes en todos los mundos.
Atrás de mi se iba acercando mi compañera y amada, La inquisidora de las Diosas, llegaba sin saber que sucedió al igual que yo pero sabía bien que estaría ahí para ayudar. Ella también lucía una reluciente armadura y tenía un par de espadas además de traer su arco.
Justo cuando la saludo los Dioses terminan de hablar y nos dan la seña para ir con ellos, aparentemente tenían algo importante que decirnos después de todo.
Entramos en el gran Salón y estamos ahí todos los Dioses desde Zeus y Athena hasta Odin y Freya nos abarcamos la misión de sobrevivir y cuidar el mundo del inminente ataque que estaba por llegar y que si al final la derrota no se podía evitar, nosotros seríamos Enviados a la tierra hasta el mar tiempo de volver.
Ambos sabiamos que no podíamos fallar de ningún modo y no por que la tierra sea un lugar malo si no por que el no fallar era mi trabajo.
Nos retiramos del gran salón y encabezamos las filas de guerreros, pues al parecer angeles y arcangeles fueron enviados a asesinar a estos Dioses solo para que su Dios sin nombre sea el único de una vez por todas.
Volte a ver a mi amada porque nunca nos había tocado enfrentar a seres tan poderosos al menos no a gran cantidad, ella me sonríe para calmarme pues saldríamos victoriosos de esta encrucijada.
Por un momentos las llanuras en las que estábamos guardaron un silencio abrumador, el sonido a guerra y el olor a miedo se sentía en el aire. Caminaba un poco para alentar a los demás a luchar
- Hoy será un día que todo mundo recordará, ya sea por la muerte o por la victoria, uno de los dos bandos recordará el día como "su" día, Y si son mucho más que nosotros, nos superan, pero los guerreros que e visto entrenar, esforzarse a diario no solo en cuerpo, si no en mente y alma también. Esos guerreros son los que están aquí hoy conmigo, por que han demostrado que no son como el resto, son gente extraordinaria y no dejaremos que esos malditos ángeles nos arrebaten todo por lo que hemos luchado y si nos superan 3 a 1 pues solo dire que. Así estamos igualados -
Con este discurso los guerreros a mi mando se armaron de valor y junto con los inquisidores se lanzaron a la guerra, el valle se llenó del estruendo del metal chocando de los hechizos que se invocaban, de las bestias que nos ayudaban y contra las que peleamos.
La batalla duró horas hasta que por fin llegamos a hacer que las fuerzas de los ángeles fueran un simple juego pero ese Dios no es tan tonto y por algo estaban los Arcángeles ahí. uno de ellos se lanzó a la batalla pero llegue a interpretarlo para que evitaran daño los demás, era un enemigo formidable y muy poderoso pero al final y casi a costa de mi vida el fue derrotado.
La inquisidora debería estar luchando yo me quedé un momento mirando el campo de batalla, era un escenario horrible muerte sin sentido y todo por culpa de un Dios caprichoso, justo cuando menos lo esperado otros dos Arcángeles se abalanzaron sobre mí con intención de asegurar su victoria pero fueron detenidos por un aliado inesperado. Lucifer, el Diablo Belcebú, el Primer enemigo de Dios aparece de entre las tinieblas para igualar fuerzas pues ya no había esperanza.
Gracias a nuestro aliado me dio tiempo de ir a buscar a mi Amada, no se donde estaba no la encontraba, hasta que vi en el cielo a un Arcángel pelear con alguien de brillante armadura era ella, rápidamente fuí a ayudarla pues no dejaría que la lastimaran y necesitaba verla, hablarle pues no sabíamos cuánto tiempo más duraría todo esto, ella al igual que yo estaba exhausta pero juntos un Arcángel no es la gran cosa. lo derrotamos fácil y después de derrotarlo, abrace a mi amada con fuerza pues esto era una pesadilla.
De repente un estruendo se escuchó en el cielo y de Ahi llego el Dios sin Nombre, El DIos Falso y Rápidamente dejó inconscientes a sus enemigos, a mis aliados, a mis amigos excepto a la inquisidora y a mi. Antes de Empezar levante a "Bones" ya era pesada, más de lo normal, casi no podía moverme, mis heridas tarde o temprano me matarían, pero aun así me dispuse a pelear con este Dios.
La inquisidora se colocó junto conmigo y juntos fuimos en contra de él. Ni con nuestra fuerza combinada, ni nuestra magia, ni nuestro poder pudieron hacer nada. Entonces al estar en el suelo lejos de mi Amada, solo ahí espere la muerte o la ayuda de mis Dioses, pero ellos estaban casi moribundos y muertos, no siempre contábamos con ellos pues ya no tenían tanto poder.
Era una pena que terminara así, entonces El Dios aprovechó la oportunidad y atacó un ataque a la inquisidora, ella no lo resistió era demasiado, con la poca fuerza que me quedaba corrí y me interpuso entre el ataque de Dios y ella. Esa cosa quemada como mil soles explotando en mi espalda pero por ella no importaba, tampoco si yo moría ahí porque ella podría salvar, ella se ponía de rodillas con lágrimas en los ojos porque ambos sabíamos que yo moriría.
Terminó el ataque y caí al suelo ella me sostuvo en sus brazos pidiendo que no me rindiera y que luchará por seguir vivo, solo le pedí que no llorara pues me encanta verla sonreír ella trato pero le era imposible en esta situación. Se veía un segundo ataque de ese Dios cuando de repente le explotaba la mano, nuestros Dioses habían llegado a salvarnos Ahora ellos defendían sus Dominios a su gente y las Diosas ayudaban a los muertos y heridos les daban otra razón para seguir con vida después de eso no recuerdo que paso.
Despierto en una cama, en mi habitación del palacio, vendado el cuerpo me dolía horrible y a un costado de mi cama estaba ella mi amada, mi amor... Estaba dormida seguramente por que se la paso cuidandome, me levantaba de la cama y a ella la acostaba para que pudiera descansar, entonces antes de irme, ella tomó mi mano y me acosté junto con ella pues por fin había paz y podíamos estar juntos una vez más
Y así termina el sueño feliz, pero lo más curioso no es la certeza o lo duradero del sueño si no quien era el villano, el saber porque fue la guerra y lo más importante. El por quien luchas.
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El sueño En Guerra
Fantasy¿Algunas vez has soñado algo que sientes que es real? Pues dejame decir que nada es real hasta que lo haces real