16- Si es contigo es mejor.

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Fugo había esperado durante quince minutos con treinta y nueve segundos, por lo que con molestia golpeó la puerta de Narancia esperando a que este salga.

El chico abrió la misma mientras sostenía un pequeño pincel en su mano.

—¿Es tarde verdad?— pregunto con una pequeña sonrisa de disculpas —Estoy en 5 minutos— dijo dando media vuelta corriendo a su escritorio, donde con un espejo en mano comenzó a dibujar una larga línea por sobre su ojo izquierdo, luego lo realizo por sobre el derecho. Atreves del espejo vio como Fugo lo miraba atento ante cada movimiento.

—¿Pasa algo?— pregunto algo inquieto, a lo que este solo denegó, por lo que dudando siguió retocando su gloss color durazno bajo la mirada de aquel, quien solo lo miraba absorto, pues nunca había observado la dedicación que Narancia le ponía a su maquillaje.

Narancia para la ocasión dudo bastante sobre que lucir, pues ni siquiera sabia a donde irían, por lo que iba vestido de forma casual, solo un pantalón estilo cargo negro y un hoddie corto a la altura de la cintura en el mismo color, adornado con algunas cadenas en el frente, dejando de lado por hoy las llamativas faldas. Al parecer le acertó a la vestimenta pues Fugo extrañamente no iba en traje, sino que llevaba un simple chándal.

Una vez en la cochera, Narancia de entre todos los vehículos se dirigió directamente hacia el de Fugo, suponiendo que irían en el de él, ya que Narancia poseía una moto y el rubio odiaba viajar en ella, pero para su sorpresa desde la otra punta del extenso garaje Fugo lo llamo.

—Vamos en este— dijo mostrando un llavero decorado con una característica letra "A" dorada.

Extrañado, Narancia se encaminó hacia él, esperando una explicación, pues aquel vehículo pertenecía a Abbacchio -aunque este no lo use prácticamente nunca, usualmente se movilizaba con Bruno- y era inusual que preste su querida camioneta Jeep.

—A donde vamos no se puede entrar en cualquier auto, no te preocupes, Abba me lo presto— finalizo moviendo en el aire las llaves de este.

Algo sorprendido se acercó hasta allí y subió al asiento del copiloto, Fugo lo siguió haciendo lo mismo tomando su lugar de conductor.

Fugo se encontraba algo nervioso, era la primera vez que salían solos con otro objetivo que no sea amistoso o laboral y ambos usualmente terminaban en desastre, por lo mismo planeo esta vez algo relajado esperando a que todo salga bien.

Tomaron la ruta hacia el oeste, viajando con las ventanas bajas; una sutil brisa entraba por ellas volándoles el cabello. Aún era de día y el clima estaba perfecto, entre algo cálido y fresco, aunque se podía notar que más tarde haría frío. La música que sonaba en la radio, que en algún momento fue encendida, también ayudaba al ameno ambiente formado.

Pronto Narancia comenzó a sentir como cambiaba el terreno, para pasar de ser un llano cemento a algo parecido a rocas para luego volver a cambiar a algo más suave. No preguntó, pero como si el otro leyera sus pensamientos hablo.

—Ya casi llegamos.

—Fugo estamos en una playa— exclamó lo obvio Nara luego de unos momentos, a lo que solo obtuvo de respuesta una sonrisa.

Estacionaron dentro de la misma arena, la zona era un páramo prácticamente cerrado, rodeado entre un espacio arbolado y una área rocosa, no le sorprendía el nunca haber escuchado de él, ya que parecía ser una demarcación privada.

Al bajar de la camioneta dio unos pasos al frente observando su alrededor, la playa era de arena blanca y piedras, el sol a punto de irse a penas dando sus últimos rayos y el sonido del mar chocando en la costa era relajante, parecía una postal de un paraíso perdido en medio de la nada, muy escondido de todos, pero demasiado a la vista, así era perfecto.

Dude... dude looks like a lady (FugoNara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora