Esposo mío, no me llames paranoico \maraton 2

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Una vez terminado en sofocante banquete ambos se retiraron de vuelta a su habitación. Los gemelos los siguieron una vez doblaron la esquina y se preguntaron por qué el rostro agrio de Zhiyin que caminaba tres pasos por delante de Fengxiao. Parecía que estuvieran discutiendo, otra vez. Por qué cada vez que los dejaban solos por unos minutos la situación entre ellos daba un giro total.

-No te acerques a ella- lo oyeron decir.

-Ella fue mi exprometida por arreglo de nuestros padres, no hay nada entre nosotros-

-Si no hay nada entre ustedes porque precisamente ella tiene que ir a quedarse a la secta, eso no es bien visto- había visto bastantes doramas como para saber que una chica soltera no podía quedarse así como así en un lugar como la secta con el que había sido su prometido- Mi instinto me dice que ella es peligrosa-

-Hablas como si estuvieras paranoico-

-Esposo mío no me llames paranoico. No soy paranoico, soy realista- Ziyin comenzó a molestarse más si era posible.

-Langli es solo una amiga de la infancia y se lleva muy bien con Suji, nos criaron juntos y su padre fue mi maestro. Le debo mucho no puedo negarme-

-Oh ya veo. Así que no importa lo que yo diga ni sienta respecto al tema, no importa que esté casado contigo yo no puedo opinar-

-Estas siendo egoísta, no hagas una pataleta aquí- Fengxiao hablaba suave para no alterarse y entrar en razón con el hombre que lo enfrentaba ahora. El doctor le había comentado que en momentos como estos del embarazo era normal que el chico tuviera un carácter volátil y que se molestara, riera, llorara o gritara por cualquier cosa, así que el solo lo pasaba por alto.

-Bien, así que además de paranoico soy egoísta- Zhiyin entró a la habitación una vez que llegaron cogiendo a Yanfeng de la muñeca y lo empujó consigo hacia adentro -Pues vete a la mierda Fengxiao- gritó y cerró la puerta con fuerza en las mismas narices de su esposo, poniendo un hechizo.

Fengxiao se quedó con las palabras en la boca y cerró los ojos cogiendo aire.

-Ábreme- le pidió.

-Piérdete. Recibió un grito desde el interior- Me tratas como un loco, te odio-. Se oyó el sonido de un sollozo- ¿Por qué no me creeesss buaaaaaaa- un sollozo más largo salió y los hombres se quedaron tiesos.

-Líder de secta, lo ha hecho llorar- Comento Yanhuan recibiendo una mirada asesina por parte del mayor - No me mire así por favor, le recuerdo que mi hermano está allá adentro-

-Yahuuan te estoy oyendo buaaaaaaa-

-Pues eso tiene solución, devuélveme a mi hermano- le gritó el gemelo.

-No quiero- Zhiyin recogió sus piernas como su panza le permitió en la cama y enterró la boca en la almohada que había agarrado murmurando lo último- Yanfeng es el único que me oye ¿Verdad Yanfeng?-

Esta vez el gemelo más joven tuvo que asentir con la cabeza solo para verlo volver a llorar a moco tendido, sollozando a los mil vientos. Estaba seguro que todo aquel que pasara por frente a la puerta lo oiría.

Fengxiao solo pudo girarse a ir a esperar que se le pasara el ataque en el cuarto asignado a los gemelos mientras uno de ellos iba a buscar té. Aun si su rostro parecía tranquilo había una tormenta en su interior. Primero había discutido otra vez con Zhiyin, precisamente en el momento que comenzaban a entenderse. Por otro lado se había quedado muy mal al oírlo llorar con tanta fuerza. Sentía como el té se enfriaba en sus manos sin tomarlo ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil para en él?

En cambio Zhiyin no paraba de llorar. Ya no sollozaba, le dolía la garganta pero las lágrimas no dejaban de salir. Y lo mejor de todo que no entendía por qué lloraba tanto. Nunca había sido hombre de eso pero parecía un mar de lágrimas y los pañuelos que Yanfeng le había dado ya estaban todo húmedos. Solo había discutido otra vez con su esposo, parte normal de la rutina de pareja, pero esta vez él se había exaltado aún más de lo normal.

-¿Señor Zhiyin quiere comer?- el gemelo le preguntó preocupado para recibir una extraña negativa -¿Quiere te?- Otra negativa- ¿Quiere recostarse? Otro no. El joven ya no sabía qué hacer.

-¿Por qué no me cree Yanfeng?- Zhiyin sobo su nariz.

-Cómo cree eso. El líder de la secta si cree en usted-

-No es así. Si lo hiciera no aceptaría llevar a esa pelandruja de vuelta con nosotros a la secta, si solo hubieras sabido como lo miraba, a ella le gusta-

Yanfeng suspiró. Le tocaba ser de consejero ahora.

-El líder está enamorado de usted, ellos estuvieron comprometidos en un pasado pero él se casó con usted rompiendo el compromiso-

Zhiyin no era estúpido. Venía de un mundo moderno donde los chismes no se quedaban dentro de las cuatro paredes de la habitación. Cuantas relaciones no se habían roto debido a una ex, pues miles. Si ella iba a la secta su posición peligraría y tal vez algo más. Las imágenes de su esposo tocando a esa mujer se visualizaron en su mente e inesperadamente su pecho se apretó. Acaso podían ser celos. No, no podían ser. Solo le molestaba que esa mujer lo mirara como si ella fuera superior.
Está bien, si no había solución que ella fuera a la secta, él se encargaría de mostrarle su lugar. Esta vez las lágrimas que salieron fueron de furia y Yanfeng creyó que el que se volvería loco sería él. Rezaba para que su hermano lo salvara.

Tal vez habían pasado cerca de tres horas cuando Zhiyin al fin se calmó. Sus ojos estaban hinchados y muy rojos al igual que su nariz. El gemelo le había servido una taza de té que lo ayudó a serenarse aún más y a esa altura Zhiyin no sentía nada. Había ahogado sus penas, su furia y estaba simplemente agotado. Indicándole por fin a Yanfeng abrir la puerta, de nada servía dejar a su esposo afuera ahora que ya estaba tranquilo.

Yanhuan escuchó en su habitación como la puerta era abierta y avisó a Fengxiao que se encontraba meditando. El mayor abrió sus ojos claros y suspiró preparándose otra vez para la guerra. Conociendo a Zhiyin de seguro seguía molesto. Pero grande fue su sorpresa cuando llegando a la habitación escuchó carcajadas por parte de él y se apresuró a entrar extrañado por su cambio de ánimo.

En la cama Zhiyin se revolvía y jugaba con una bola de pelo blanca que saltaba de un lugar a otro por sobre su panza, sus piernas y le daba la vuelta.

-Oye, no te metas ahí- se rio el menor cuando el pelo suave le hizo cosquillas en su pecho- Ven acá- agarró la bola entre sus brazos y tocó con la punta de sus dedos la cabecita.

-¿Qué bicho endemoniado es eso?- Yanhuan soltó un grito, a pesar de su carácter siempre había guardado un enorme secreto que solo su gemelo conocía.

-¿Bicho endemoniado?- Zhiyin alzó la cabeza acusándolo -Mira- alzó la bola mostrándola -Endemonizado tú, como le vas a decir esas cosas feas a estas cosita linda- se levantó y se lo acercó para que lo mirara bien pero eso hizo que Yanhuan retrocediera tres pasos.

Una sonrisa maliciosa se asomó en los labios hinchados de Zhiyin. Ahora estaba de buen humor y más con su nuevo acompañante.

-¿Le tienes miedo?- dio otro paso lento hacia el gemelo que retrocedió nuevamente.
-Aparta eso de mi- exclamó este alzando el dedo que se mantenía inestable.

-Oh, el gran Yanhuan le tiene miedo a las bola de pelo- Zhiyin se burló- Ven no seas miedica, tócalo, hace nada-

-Apártate, era preferible que siguieras molesto- le dijo antes de salir corriendo de la habitación.

Zhiyin soltó una carcajada acomodando el animal en sus brazos.

-Vaya, no sabía que le tuviera miedo a los conejos-

Fengxiao solo se quedó allí con la extraña escena ocurriendo totalmente opuesta a la pasada. Zhiyin siempre tenía una habilidad impresionante para sorprenderlo y esta vez no fue menos.

Se hizo doble publicación, así que si leíste este capitulo solamente, te anuncio que te saltaste el primer capitulo del maratón. 😁😁😁😁

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora