Good Love

Parte 16

Parte 16: El final

Relato por Gulf

Me empezaba a sentir culpable y un poco indeciso, odiaba eso de mi. También odiaba cuando tenía que resolver un problema sin la ayuda de nadie, sin el consejo de nadie. Eso era lo que me estaba pasando con Phi. Cuando vi el mensaje de Poom, me asusté. Tal vez porque estuvimos juntos tanto tiempo y de pronto ya ni siquiera nos hablábamos. Sumado a que ese último mes, no tuve otra cosa más que a P'Mew en mi cabeza, recibir un mensaje de ella era lo que menos esperaba. Phi tenía todo el derecho a enojarse por como reaccioné. Pero a fin de cuentas, se lo conté ¿no?. Pero no sé que sentí dentro de mí cuando vi a los ojos de Phi después de decirle, que me hizo entrar en pánico y fui yo el que huyó, pero después me sentí molesto porque él no fue detrás de mi... en conclusión: Mi cerebro se estaba volviendo un desastre incoherente.

Recordé lo que Phi me recomendó la primera vez que le platiqué mi problema con Poom. Encerrarme en mi cuarto todo el día fue mi mejor alternativa. Le di tantas vueltas al asunto que me estaba mareando yo mismo con todos mis pensamientos. A la conclusión que siempre llegaba al final, era la misma. No quería herir a P'Mew, por tener no poner mis sentimientos y mis pensamientos en orden. Quería darme tiempo. Tal vez fui yo el que empezó todo, pero era porque no podía aguantar más. Ahora tenía que parar un poco para no dañarlo.

Llegué a su departamento, su auto no estaba. Esta vez no quise molestar a mamá y le pedí a un amigo de la universidad si podía dejarme ahí. Subí el elevador y me situé en esa esquina donde ya me era costumbre esconderme. Me senté en el suelo y miré mi celular. Tenía al rededor de diez mensajes de Phi del día de ayer. No había querido abrir ninguno, no quería que sus palabras nublaran mi juicio.

Esperé diez minutos, veinte minutos, treinta minutos... "Maldita sea Gulf, marcarle y dile que estás aquí, tal vez ya volvió a casa de sus papás" pensé para mis adentros. Volví a mirar el celular y abrí el primer mensaje.

"Gulf, ¿Podrías contestar el celular, por favor?"

"¿Qué ha pasado? Hablemos de esto, por favor"

"¿Hice algo mal?"

"No tenías que irte Nong... debimos forzarnos a hablarlo primero"

Todos esos mensajes sin contestar y apenas iban cuatro. Bloqueé el celular. No quería ver como terminaban los últimos mensajes. De pronto escuché el elevador subir y algo se revolvió en mi estomago. Lo vi salir del elevador con papeles y bolsas en sus manos. Llevaba una camisa un poco holgada que lo hacía lucir demasiado bien. Miles de pensamientos malvados me vinieron a la mente mientras veía a Phi batallar con la cerradura de la puerta. "concéntrate Gulf" me dije a mi mismo.

– No entiendo porque no has cambiado esa cerradura. – le dije al ver que no podía abrir la puerta. Debí haberlo espantado, porque tiro todo lo que traía en las manos.

Abrió por fin la puerta y me dirigí determinado al sillón, a soltarle todo, a poner un límite, un límite donde no lo lastimaría tanto.

Dije todo lo que tenía que decir, tal y como lo había ensayado en mi habitación. Me había preparado para una pelea campal. Incluso me había preparado para recibir gritos. Pero Phi, reaccionó completamente diferente. Acarició mi mejilla y me miró a los ojos y solamente dijo:

"Lo entiendo Nong"

Me había desarmado por completo. Sentí como mi corazón se hizo chiquito al sentir su mirada dulce y su tacto en mi mejilla. Algo en mi se encendió haciendo que perdiera el total control de mi y haciendo que todas mis palabras perdieran credibilidad. Pero no pude detenerme. Tenía que hacerlo mio una vez más.