III

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— ¡Despierta, Sarah!. No puedes llegar tarde a tu primer día de escuela, vamos, es hora de levantarse. — Escuché a mi madre gritar desde la cocina.

Y sí, era lunes, primer día de clases, o por lo menos para mí. Intenté pedirle 5 minutos más a mi mamá pero ella se negó.

Me levanté, me fui a dar una ducha, al salir me vestí, y acomodé mi cabello; y justo cuando terminaba de acomodar mis trenzas...

— ¡Sarah!, baja de una vez.— Mí mamá realmente puede ser ruidosa. — El desayuno está listo, hija. 

Baje las escaleras rápidamente, y caminé hasta el pasillo que me llevaba justo a la cocina, la verdad, la casa era muy bonita. Al llegar pude ver la mesa puesta, y con mucha comida.

— Oh, mamá, el desayuno está delicioso. — Le dije a mi mamá, mientras terminaba de comer.

— Recuerda llevarte una manzana, cariño. Date prisa, perderás el autobús. — Dijo mi madre, un poco preocupada, realmente no quería que llegara tarde.

Termine de tomarme el vaso de jugo, tome una manzana, para luego tomar mi bolso. Me despedí de mi madre y me dirigí a la parada del autobús.

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Finalmente estaba en la instituto Bakersfield, estaba nerviosa. Era grande, se veía mucha gente afuera, unos se encontraban en grupos, mientras que otros estaban solos.

Al entrar me encontré con una mujer algo delgada, rubia, de ojos claros, usaba pantalones holgados, y una camisa de botones color melón y unos tacones de punta. Me vio, y a decir verdad fue raro, no parecía extrañada, como si ya nos conociéramos.

— Usted debe ser la señorita Smith. — Dijo extendiendo su mano hacia mi — Mucho gusto, soy la directora del instituto. — Articuló, mientras me veía fijamente.

— Oh, si, disculpe, soy Sarah Smith, mucho gusto. — Le di como respuesta, para luego darle una pequeña sonrisa de lado.

— Ubica el aula 14. Ese será tu salón de clases.  — Dijo, para luego retirarse.

¿Ahora como encontraré el aula 14? esta escuela es enorme— pensé.

Caminé, y me encontré un pasillo, el cual tenía muchas puertas, la primera tenía el número 11, es decir, el salón 11, seguí caminando, estaba segura que el 14 estaba cerca. Finalmente vi la puerta con el número 14, lo que sería mi nuevo salón de clases.

Camine hasta ahí y me detuve justo delante de la puerta, realmente estaba nerviosa, pensé en no tocar pero no podía quedarme ahí toda la mañana, y finalmente decidí hacerlo.

Toque la puerta, y enseguida abrieron, estaba lleno de estudiantes, y sí, lleno de lo que serían mis nuevos compañeros de clase.

— Buenos días. Soy nueva, la directora me indico esta aula. ¿Puedo pasar?— Dije a la Sra delgada que abrió la puerta, lo que supuse era la profesora.

— Oh, por supuesto, adelante. La directora me comentó de ti. ¡Bienvenida!

Entré, y me quedé parada delante de todos, sentía la mirada de cada uno de ellos, y me sentía aún más nerviosa.

— Chicos, ella es Sarah Smith, es nueva en la escuela, y viene de Tennessee. Ayudemos a que pueda adaptarse, así como a ponerse al día. — Volvió a hablar la profesora, pero esta vez refiriéndose a todos y me indicó que me sentara.

La profesora siguió con su clase, solo saque mis cosas, y empecé con mis apuntes, aún sentía la mirada de todos.

Poco después termina la clase y veo a tres chicas que me llaman, soy muy penosa, soló caminé hacía ellas y me hablan.

Mi Marcado Recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora