Es cierto, estoy muerto...

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Es cierto, estoy muerto.
Sin embargo, estoy de vuelta al mundo. Es posible que tenga que vengarme

- La historia del hombre en cuestión ha alterado mis sueños, y en ellos se han revelado elementos demasiado complejos relacionados con mi genero. Sueño alegando discursos que castigan la maternidad y en avanzadas sesiones en donde acompañada de sombras propongo la eliminación de la especie. En las jornadas diarias abuso de mi imaginación, me invade el deseo de tomar otra ruta en mi vida, de dividirme, de fragmentarme. Pienso en mantener mi aspecto, mi personalidad y mi sociedad. No quiero alarmar a nadie, y menos que mi familia se entere del universo oscuro con el que sueño. Traigo sobre mí, sueños diurnos, apestados de complejidad, de rechazo por lo humano. Esta sensación es suficiente energía para mantenerme aferrada a mis nuevos objetivos mientras el mundo asume que compartimos algo del contexto.

-Tengo además un elemento a mi favor, soy demasiado inteligente y rápida en el sentido adaptativo del termino; eso como la chispa perversa que detona esta idea de acabar con todo ser que quiera acercarse. Me declaro competente para tal fin.

-Quiero hacer toda la observación alrededor de un ser que se encuentra tan cerca a la muerte pero que no lo sabe. ¿Cómo elegir el método? Tengo varias teorías a mi alcance, teorías modificadas para mi época, que ante todo exigen de un riguroso ejercicio de análisis.

-Me dedicaré en las futuras descripciones a mostrar las diferentes y encontradas desemejanzas que me acechan y lo que nombraré como posibles métodos de eliminación.



Los Malditos del 21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora