En una tarde de abril me encontraba caminando por las faldas de los árboles, que a su vez dejaban entrar hilos de luz penetrantes.
Mi hogar, nada más y nada menos que un lujoso pantano para mi solo, puesto que mis padres me lo habían obsequiado por mi cumpleaños número 18. Se encontraba sucio, pero totalmente acogedor. La piscina de lodo se encontraba en la calentura perfecta pues, los hilos de luz la habían calentado hasta hacerla burbujear. Era como un spa para mi persona, un lugar lleno de deseo y paz donde había reído, alucinado e incluso llorado...—. ¡Mi amor verdoso, querido Shrek!
Mi mente se puso en blanco y rodé los ojos, esa voz era extrañamente familiar pues la escuchaba todos los días. Se trataba del lobo de sexo dudoso.
—. ¿Otra vez tú? —dije fastidiado inmediatamente —¡ya te dije que no saldré contigo, ni por todas las cebollas del mundo!
—. Mi amor Shrek, se que no he demostrado totalmente mi amor hacia ti. Pero estoy listo. —dijo con decisión a lo que yo me quedé pasmado
El musculoso lobo dejó caer el vestido de abuelita que llevaba y me di una gran, de hecho enorme sorpresa al ver esa monstruosidad asomarse
—. Estoy listo, te daré la prueba de amor...
—. ¡No, lobo de sexo lujuria, ¡Esto no es lo que quiero! ¡No me violes! ¡No ahora! ¡Ni nunca!
Tomé una piedra que tenía al alcance y se la tiré en medio de los ojos, salí rápidamente de la piscina de lodo, ni siquiera me vestí, estaba tan asustado por esta nada bella insinuación que corrí dentro de mi choza sin más. Y entonces, entonces supe que todo estaría bien... Ese cabello azul tan suave como la seda y tan brillante como la luna... Yo sabía quien era.
—. ¡Sonic! —grité asustado mientras tapaba mis destacadas partes —¡ayúdame!
—. Shrek... —dijo mirando mi dulce melocotón verdoso y con manchas de lodo —¿estás bien?
—. Ahora si... —dije totalmente sonrojado
Se acercó a mi y plantó sus labios en los míos, haciendo de esto un beso lleno de pasión y lujuria al rojo vivo.
—. No podía esperar más... Shrek yo...
—. ¡Te amo! —el lobo de sexo dudoso completó la frase, así mismo con un arma le voló los sesos a mi alma gemela y amor de mi vida
—. ¡SONIC! —grité desesperadamente acogiéndolo en mis piernas desnudas
Él estaba muerto y era mi culpa
—. Shrek yo... —dijo acercándose a mi el lobo de sexo dudoso, con extremo cuidado
—. ¡Estás enfermo, no me toques!
—. Perdóname pero si yo no te puedo tener nadie puede...
Mis ojos estaban empapados de lágrimas agrias y saladas, sentía como de apoco se iban hinchando mis párpados.
—. Estás loco... —dije finalmente para sentir como una bala atravesaba mi cráneo
Había muerto con mi amor, fue lindo mientras duró y no estaba arrepentido de nada. Si pudiera cambiar las cosas no lo haría, moriría una y otra vez con tal de que fuera a su lado.
Sonic ¿recuerdas que nos juramos amor eterno? ¿Recuerdas el juntos hasta la muerte? Pues la muerte nos separó, aunque nos juntó a su vez...
ESTÁS LEYENDO
Conchatumadritos: amores imposibles y amorosos
RandomPersonajes al azar se encuentran en románticas situaciones basadas en hechos ficticios. ¿pero realmente conocerán el amor? Engaño, satanismo y lujuria. Conoce más y lee esta bella e infrovalorada historia.