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“Las mejores historias comienzan de las formas más inesperadas”

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¿Existía peor humillación que esa que estaba viviendo?

No sólo la chica Hyūga lo había bañado, (cosa que agradecía, pero no diría jamás), si no que además de bañarlo, lo roció con una extraña fragancia femenina que apestaba a flores, mariposas y unicornios, y como si eso no fuera suficiente le colgó del cuello un extremadamente horrible cascabel con un lazo rojo. Totalmente incrédulo y en shock continuo observando su reflejo en la ventana, y sintió unas tremendas ganas de crear un Chidori e incrustárselo en el culo a Naruto, para regodearse con sus gritos de dolor, y estaba seguro que ni aún así sería suficiente.

Fastidiado golpeó el cascabel en su cuello, desesperado cuando escuchó el molesto tintineo, el cual le impidió escuchar la puerta abriéndose, y no fue hasta que escuchó un pequeño jadeo que terminó su inútil intención de quitarse aquella aberración. Volteando su rostro la observó, a la culpable de su humillante apariencia, y no le avergonzaba decir que sintió un pequeño escalofrío recorrerle el cuerpo, cuando vio sus enormes ojos perla observarlo con una mezcla de ternura y curiosidad.

Totalmente alerta se incorporó en sus cuatro patas, con su pelaje erizado en señal de advertencia, una advertencia que ella pareció no entender.

—Eres realmente tierno Kuro-kun…—susurro ella antes de tomarlo entre sus manos y acercarlo a su rostro.

Curiosamente, cabe resaltar que esa era su primera vez estando tan cerca de un rostro femenino, y más aún de uno tan valioso como el de aquella chica. Contrario a lo que esperaba, ella ejerció sobre él un agarre firme, amable y gentil.

La observó por unos segundos fijamente a los ojos, y sorprendentemente y pese a lo que siempre pensó, noto que aquellos ojos blancos, si tenían pupila, una tan clara y blanca que desaparecía en el color claro de sus ojos. Sus miradas se conectaron por unos cortos segundos y pese a cualquier cosa ella solo sonrió, y aunque ya estaba al tanto de la belleza de aquella chica en ese momento le pareció la más hermosa que había visto en su vida entera, aunque dicho pensamiento desapareció tan rápido como apareció.

—Kuro-kun, haremos unas cuantas reglas.—susurro ella cerca de su rostro y él la observó con curiosidad.

—No puedes salir de mi habitación, Otou-sama odia a los animales, más aún a los gatos, cuando yo no esté asegúrate que nadie te vea. Te traeré comida y todo lo que necesites, así que se obediente ¿Si?.—susurro ella.


—¿Estas seguro esta vez que si es ese?—pregunto Kakashi con hastío, observando al futuro líder de Konoha mirar con decisión a uno de los siete gatos negros que tenía encerrados en su apartamento.

Naruto asintió y miro fijamente al mínimo negro entre sus manos.

—Estoy seguro, este es Sasuke. Tan solo mire su mirada altanera y orgullosa, además de ese profundo odio y molestia con la que me mira, además casi siento su presencia en este gato.—dijo con toda la seriedad del mundo, más Kakashi solo lo observó con escepticismo.

—Eso mismo dijiste de los nueve anteriores, y ya vez como terminaste.—susurro con pereza, observando las múltiples heridas en el rostro de su alumno.

Naruto lo ignoró y nuevamente centro toda su atención en el pequeño felino en sus manos.

—Sasuke, ¿Eres tú? Si eres tú, maúlla tres veces.—susurro completamente nervioso.

Y quizás de no haber estado tan ansioso y nervioso, Naruto habría notado que sus manos apretaban fuertemente el estómago del mínimo, cosa que eventualmente le saco tres ahogados maullidos. En ese momento los ojos, o mejor dicho el ojo de Kakashi se abrió de par en par, al momento en el que Naruto gritaba de emoción.

—¡Teme! ¡Oh Teme! ¡Espera, solo espera te regresaré a la normalidad!.—grito abrazando al pequeño gato negro que maullaba desesperado y estiraba sus filosas garras para destrozar el rostro de Naruto y a su paso también el de Kakashi quién se había acercado a mirar por curiosidad.

—¡¡Kyaa!!


La observó dormir, su respiración calmada denotaba la profundidad de su sueño y la sonrisa en sus labios quizás se debía a la estupidez con la que también soñaba. Con un suspiro la observó unos segundos antes de simplemente saltar de la cama, porque él definitivamente no se estaba quedando ahí, mucho menos como mascota de esa chica.

Le sorprendía lo silenciosas que eran sus pisadas a tal punto que ni siquiera el las escuchaba, aprovechando la abertura que la Hyūga había dejado inconcientemente en la puerta se deslizó por esa hasta salir finalmente al pasillo, y vaya sorpresa se llevó cuando cayó en cuenta que no tenía ni la menor idea de cómo salir de ese lugar.

Masticando alguna maldición en su nuevo idioma camino, en algún punto tenía que llegar a la salida, solo tenía que avanzar. Y así lo hizo, camino y caminó por lo que el sintió fueron kilómetros, más no sentía que estuviera avanzando, todos aquellos pasillos se parecían una barbaridad, cansado se detuvo observando una de las múltiples puertas cerradas a su alrededor, en algún de ellas debía haber una salida o al menos una ventana mal cerrada, cualquiera de las dos era una opción más que bienvenida.

Pero entonces antes de que siquiera le ordenará a su cuerpo volver andar unas manos grandes lo levantaron del suelo, sacándole un susto de muerte.

¿Qué no se suponía que los gatos siempre estaban alertas? Estaba claro, él era un fracaso siendo uno.

—¿Un gato?.—susurro una voz profunda y gruesa, como en cámara lenta volteo su mirada solo para encontrarse con un par de ojos claros que le devolvían la mirada curiosos y confundidos.—¿Cómo…

—¡Neji-nissan…!.—escucho un pequeño grito, de una voz que él reconoció enseguida.

La dueña de la voz no duró mucho en aparecer en su rango de visión, con las mejillas sonrojadas y mirada nerviosa.

—E-encontraste a K-Kuro-kun.—susurro ella totalmente nerviosa.

El aludido lo volvió a ver unos segundos confundido antes de que el entendimiento cruzará su mirada.

—¿Kuro-kun? Es usted bastante original con los nombres Hinata-sama.


Solo para aclararles.
En mi fic Neji está vivito y coleando, no murió protegiendo a Hinata y Naruto. Lo cual en mi humilde opinión fue una de las peores ideas de Kishimoto-sama… en fin solo era eso, gracias por leer.

¡Uchiha Sasuke es un gato! ¡Gato!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora