La chica explosiones

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Eran las dos de la mañana, cinco jóvenes se encontraban en el campo de fútbol. - Jolín Jale, ¿por qué me has despertado? - Preguntó somnoliento el pelirrojo mientras se frotaba los ojos.

- Tu quisiste entrenar, ahora no te quejes. - Kai comenzó a reír ante la respuesta del rubio mientras se preparaba para el entrenamiento.

- ¿No deberíamos ser más? se supone que vamos a parar una revolución. - Iria pinchaba con su dedo uno de los mofletes de Álex, el cual se estaba quedando dormido. Todos sabían que era cierto, no eran suficientes como para poder hacer frente al enemigo.

- Pero ¿y quién?, debe ser de confianza. - Jale creó una espada de hielo mientras hablaba, la cual le cedió a su hermano cuando se aseguró que estaba lo suficientemente despierto como para sostenerla.

- Tenemos un arco, una espada, dos elementales y nuestro médico. Necesitaríamos alguien diferente a todo eso. - Enumeró Kai con sus dedos, observando a todos los presentes.

- Yo conozco a alguien. - Interrumpió Elián mientras levantaba la mano inocentemente, una vez se ganó la atención de todos prosiguió. - Mel, está en clase y sus poderes podrían venirnos bien. - El rubio pensó en quien podría ser la muchacha a la que se refería su amigo, pero no había intimidado lo suficiente con sus compañeros como para identificarla.

- Creo que se quien dices. - Kai la conocía lo suficiente como para saber su nombre, y sus poderes entre otros. - No la dejan intervenir en clase porque la consideran un peligro. - Desde su ingreso en la academia tenía restringido el uso de su magia debido a lo peligrosa que podía resultar para todos.

- ¿Qué poderes tiene?, dejad ya tanto misterio. - Álex golpeó el suelo con la espada dejando una profunda marca en la tierra y cortando parte del césped. Su hermano estuvo a punto de golpearlo ya que gracias a eso sabrían que alguien había estado allí.

- Pues que yo sepa teletransporte y... - Kai se quedó callado al no recordar cual era el segundo, Mel era híbrida y por lo tanto tenía más de un don.

- Puede hacer que los dulces exploten. - Comentó Elián emocionado mientras agitaba sus puños, para después hacer un gesto de explosión con la boca. Los ojos del pelirrojo comenzaron a brillar ante la idea de que alguien utilizara chuches como armas.

- Reclutémosla. - La pelirroja se puso en pie, cansada de tener que esperar. - No quiero estar aquí toda la noche, ¿nos matamos un rato? - Cogió sus flechas y su arco, y recogiendo su pelo en una coleta se encontraba lista para la batalla.

- Vale Iria y yo contra Alex, Jale y Elián. - El moreno había divido los equipos dejando un elemental y un arma en cada bando, considerando al castaño como un simple apoyo.

- No te lo creas tanto, Jale ¿crees que podrías hacerme una sartén de hielo? - El rubio se la creó sin rechistar pese a lo extraña que había sido la petición.

- ¿Me vas a hacer de comer?, necesitarás agua. - Kai lanzó un gran chorro a presión contra Elián iniciando la batalla, pero antes de que pudiera alcanzarlo, Jale lo congeló con su magia.

- ¡Corre! - Le grito mientras él comenzaba a crear una rampa de nieve para posicionarse por encima de sus rivales. Iria viendo hacia donde se dirigía lanzó un par de flechas, pero Álex fue más rápido y las partió en dos con su espada.

- Me toca a mí. - Jale creó un arco y comenzó a disparar flechas contra el moreno, la pelirroja solo pudo desviar tres a la vez con las suyas propias.

- Lo siento. - Se disculpó mientras se preparaba para recoger algunas de las flechas de hielo. Restándole importancia, Kai irguió una gran ola que bloqueó todos y cada uno de los ataques a distancia del rubio, pero no pudo impedir la espada de Álex, la cual atravesando el agua rajó parte de su abdomen. El moreno gritó de dolor.

Academia de Héroes: Descongelando La Rebelión [Editando y terminando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora