-four; kind of a date

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capítulo cuatro; una especie de cita

Mónica apartó los cortos mechones de cabello de sus ojos con cuidado, habían pasado dos días desde lo ocurrido y la pelirroja había decidido volver a aquella cárcel en la que los adolescentes que supuestamente aspiraban a algo en su vida cumplían ...

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Mónica apartó los cortos mechones de cabello de sus ojos con cuidado, habían pasado dos días desde lo ocurrido y la pelirroja había decidido volver a aquella cárcel en la que los adolescentes que supuestamente aspiraban a algo en su vida cumplían condena.

La de orbes verdes caminó por el aparcamiento tarareando Hammer To Fall de su banda favorita, su alteza real como a ella le gustaba llamarlos, su cuerpo se movía levemente al ritmo de la música mientras un cigarrillo se encontraba elegantemente colocado entre sus rosados labios. La chica giró rápidamente al sentir un agarre en su muñeca izquierda, se quitó los auriculares al alcanzar a ver unos mechones rubios ya muy conocidos para ella.

—Jasper, hola.—saludó la pelirroja con calma en su tono de voz.

—¿Solo hola? ¿Debo recordarte que llevas desaparecida un par de días?—le reclamó el vampiro.

—¿Qué pasa Hale? ¿No puedes pasar dos días sin verme?—una sonrisa burlona se apoderó de sus labios.

Jasper decidió no mencionar la parte de que sí la había visto, que incluso había entrado a su cuarto y amaba la cantidad de posters en las paredes o los vinilos dispersos por el suelo.

—Al contrario, literatura fue mucho mejor sin un loro en mi oído.—la pelirroja sacó el cigarro de su boca abriendo esta ofendida y lo apagó contra el cemento del suelo, el rubio decidió no tocar el tema de su adicción por el momento.

—Eres un idiota, Jasper Hale. Sabes que amas que tenga temas de conversación sobre prácticamente todo.—replicó Mónica golpeando amistosamente su frío brazo.

—No es que lo ame, es que ahora que somos amigos debo aprender a lidiar con ello.—la pelirroja rodó los ojos al ver la socarrona sonrisa de Jasper.

—A ver si aprendes a lidiar con que te atropelle un maldito tren.

—¡Qué agradable!

—Es mi especialidad, Jazz.—respondió guiñando un ojo, los dos entraron juntos al edificio ya que a primera hora tenían literatura.

—Por cierto, me preguntaba si después de la escuela te apetecería ir a tomar algo a una cafetería. Así podríamos ponernos al día y tú decirme por qué no viniste.—cuestionó el rubio sabiendo que si pudiese estar sonrojado, lo estaría.

—¿Está usted invitándome a una cita, señor Hale?

—Claro que no, señorita Moore. Es solo una quedada de amigos, si fuese una cita la llevaría a un lugar lujoso dónde usted pudiese portar sus mejores galas.—habló Jasper con un acento sofisticado.

Touché.

¿Te vienes?

—Claro, me vendrá bien distraerme y no hay nada que contar.

—Si con nada te refieres a todo...está bien.—Mónica volvió a oscilar los ojos con una gran sonrisa, esos eran gestos que se estaban volviendo habituales en sus charlas con el rubio.

Los dos entraron a la clase para poder sentarse en una mesa libre, al conseguirla la pelirroja ignoró las miradas que algunos le dirigían y continuó su charla con el rubio, esta vez hablando de lo mucho que desearía haber vivido una cita en los años cincuenta–una romántica no como las de su época que solo tenían un objetivo: el sexo–.

La pelirroja salió al aparcamiento teniendo que cerrar sus ojos para poder acostumbrarse a la luz, con tan solo dar un par de pasos fuera se encontró con Jasper que ya la estaba esperando.

—Yo conduzco, ricitos de oro.

—Ni siquiera sabes adónde vamos.

—Yo tengo oídos para atender y tú boca para indicar.—soltó la pelirroja sonriente.

—Está bien, los mandos son tuyos, chica 70s.

El dúo caminó tranquilamente hasta el jeep, Jasper ignorando las miradas que sus hermanos le dedicaban.

—¿Sabes por qué tu familia nos observa como si pudieran atravesarnos con sus rayos láser?—en el grupo de vampiros Emmett dejó salir una risotada.

—Son idiotas, no te preocupes.

Oh no, eso significa que me preocupe.

—No seas paranoica.—respondió el rubio sonriente.

—Perdona, va en mis genes.

Los dos subieron al coche y lo primero que hizo la pelirroja antes incluso de ponerse el cinturón fue poner un cassette de música que en su carátula tenía grabado: "Mónica's vol. 9"

—Juraba que hasta que no me conocieses mejor no podría oír música contigo.—la pecosa levantó un dedo callándole.

—Oírla sí pero no escucharla, para lo último tienes que admirar su ritmo, su instrumental, vocal, la poesía en sus letras...

—¿Y si lo hiciese ahora?—cuestionó Jasper logrando que el ceño de Mónica se arrugase.

—Te tiraría del coche en marcha.

La risa inundó el cómodo ambiente entre los dos, su pequeño viaje estuvo repleto de charlas triviales y de risas hasta llegar a uno de los destinos favoritos de Jasper en Forks.

El "Blue Chapstick".


m-oddinsdottir

cigarettes || jasper hale (twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora