¡No soy un alfa!

2

El sol salió, pero no era suficiente para el menor. Él extrañaba el calor del alfa. Cuando despertó, ya no estaba junto a él. Algo en su pecho dio un pinchazo. Se dijo que era estúpido, que lo vería pronto. Se levantó con flojera y tomó una playera de su hyung. Se sonrojó un poco al sentir el roce de la tela sobre su piel y aspiró el delicioso olor a canela, tierra mojada y un delicado y perfecto toque de chocolate que ésta emanaba. Estaba muy nervioso. Esa noche sería su presentación. Todos decían que sería un magnífico alfa. Él anhelaba que así fuera. Pero, muy dentro de sí, sabía que en realidad quería ser un omega, para poder pasar el resto de sus días con aquel hermoso alfa de tez morena. Se dio un golpe mentalmente por ese pensamiento.

-¡¡¡¡Jeon Jungkook!!!!

Por el tono molesto de Jin, sabía que se había dado cuenta de la ausencia de chocolate.

Se acercó, siendo cuidadoso de ocultar su miedo. Bien, ese esfuerzo se esfumó al ver a su hyung con una chancla en la mano, esperándolo en la cocina.

-querido Jungkook, ¿sabes acaso dónde está el chocolate de Tae?

El corazón se le detuvo. ¿Cómo que ese chocolate era de Tae? ¿Cómo había sido capaz de comer algo tan preciado? En ese momento, el dueño del chocolate desaparecido llegó. Eso desató en Jungkook un torrente de lágrimas y confusión del mayor al verle.

-¡Kookie!

Sin pensárselo dos veces, el alfa abrazó al menor y soltó feromonas, haciendo que sus sollozos disminuyeran.

-Kim SeokJin, en este momento me vas a decir ¡¿qué le hiciste a mi Kookie?!

El omega mayor se empezó a reír, confundiendo más al alfa.

-basta, Jungkook. Ya no llores. Esos chocolates no eran de Tae.

El pequeño le fulminó con su mirada silenciosa, secando con trabajo sus lágrimas que caían de aquellos ojos con dolor. Casi se le sale el corazón corriendo cuando Taehyung tomó sus manos con delicadeza, entrelazando sus dedos con los suyos y besó sus mejillas. Agradeció el que su nariz estuviera roja, al igual que su cara por el llanto, ya que así su hyung no se pudo dar cuenta del gran sonrojo que había provocado.

-ya no llores, mi Jungkookie. Ya sabes que Jin es pesado.

El pequeño abrazó a su hyung con fuerza.

-de nada~ - Canturreó Jin.

Estaba decidido, el menor sabía que iba a asesinar a su hyung cuando durmiera. Si no es que se moría antes por su presentación, claro está. Eso lo puso más nervioso, cosa que Tae notó.

-hoy es el gran día, ¿no?

Jungkook asintió.

-sé que serás un gran alfa. No temas.

El pequeño sonrió con tristeza, ocultando tras sus mejillas regordetas las lágrimas acumuladas ante sus palabras.

Él quiere que sea alfa...

Se separó con delicadeza del abrazo y se fue cabizbajo a su habitación. El omega que presenció la escena, consciente del gusto del maknae por el menor de los alfas en esa casa, sintió rabia para con Tae. ¿Cómo no se había dado cuenta de la atracción del maknae hacia él? Deseó con toda su alma que el pequeño se presentara como omega, así quizá su amigo tuviera alguna oportunidad con ese tonto alfa frente a él.

Date cuenta, Taehyung, maldita sea...

Su olor se volvió amargo, poniendo en alerta a Taehyung.

-¿qué sucede, Jin hyung?

Jin cerró sus puños, dispuesto a estamparlos en el rostro del contrario, pero la llegada de otro alfa lo detuvo, haciéndolo sonrojar.