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Volviendo al cuarto de Hoseok, ambos estaban sentados, uno frente a otro, en silencio. Hobi sentía bastante curiosidad por lo que había pasado para que Jungkook volviera a abrazarlo de manera tan necesitada, pero sabía que debía ser paciente. Apurar a Jungkook no le salió bien la última vez...

-¡Jungkook, demonios, ya dime qué te sucede!

-¡¿Qué me sucede?! ¡¡Me sucede que este maldito mundo es pura mierda, las personas son una mierda, yo soy una mierda!! ¡¡LO SOY, LO SOY!! ¡¡REEMPLAZABLE, INNECESARIO, ESO SOY, PURA MIERDA, UNA ESCORIA, UN ESTORBO!! ¡¡ESTOY HARTO, HARTO DE LAS MALDITAS PRESIONES DE LA MÚSICA, DE MI VIDA, COMO PARA QUE ME VENGAS TAMBIÉN A REGAÑARME, CARAJO!! ¡¡¡BASTA, ¿OK?!!! ¡¡¡CÁLLATE, CARAJO, QUIERO DESCANSAR, MALDITA SEA!!! ¡¿ES MUCHO PEDIR?! ¡¡¡QUIERO DESCANSAR DE MIS MALDITOS PROBLEMAS, QUIERO QUE ME ENTIENDAS, QUIERO QUE DEJES DE PRESIONARME!!! ¡¡¡¡SÓLO QUIERO QUE ESTÉS A MI LADO, SIN DECIR NADA, SÓLO APOYÁNDOME!!!! ¡¡QUIERO QUE ME ABRACE SIN NECESIDAD DE PEDIRLO, QUE ME AYUDE, QUE ME ESCUCHE!! ¡¡QUIERO UN HERMANO, NO UN TERAPEUTA!!

Y seguido de eso se puso a llorar como un niño pequeño temeroso del dolor. Hoseok aprendió que lo único que el maknae quería no eran palabras de consuelo, sólo un amigo que lo escuchara y se decidió a serlo. Ni una vez más volvió a presionarlo para que le contara, sólo lo abrazaba y esperaba pacientemente a que el menor se abriera. A veces era difícil, muchas otras no se enteraba de mucho. Mayormente se trataba del lío en su interior y el dolor que le causaba, esa escandalosa batalla en su corazón y había veces en que Hoseok quería callar al menor, hacerle saber que hay peores cosas que un amor no correspondido, pero entendía que era importante para él y por eso no lo interrumpía. Todos tenemos un grado de dolor a soportar. El de algunos es muy bajo, tanto que un toque los hace gritar; otros es demasiado elevado y es bastante difícil poder entablar alguna relación debido al miedo de volver a ser destrozados. Hoseok sabía que Jungkook no sabía qué era el verdadero dolor y esperaba que eso durara muchos años más, que su lindo dongsaeng jamás sufriera verdaderamente. Lo deseaba con el alma, que el máximo dolor que sintiera fuera el pinchazo de un rechazo, el piquete de una rosa, el raspón sangrante en sus rodillas, el ardor en sus músculos, nada más, nada tan insoportable. Odiaba verle llorar, siendo espectador de su actuación de ser fuerte tan impresionante. Todos se la tragaban, muchos incluso podrían aventurarse a decir que Jungkook jamás lloraba, que nunca sufría. Él no. Él conocía más que bien a su lindo maknae y por eso le dolía verlo tan... frágil. Jamás se dejaba ver de esa manera. Muchas veces le rogó que se detuviera, que se dejara sentir, respirar, liberarse. Jungkook le restó importancia. Siempre decía que no era nada, que por mucho que doliera, no sería tanto para llorar desconsoladamente.

-hyung... tengo mucho frío, hyung...

El mayor tocó la frente del contrario, pero la retiró de inmediato.

-Dios, estás ardiendo... quítate... quítate la playera y acuéstate.

El menor lo hizo, incapaz de decir no y sintiéndose muy cansado de repente. Soltó un jadeo de dolor cuando se recostó en la cama de su hyung. Buscó consuelo en el aroma impregnado en la almohada, pero gruñó al notar que no era el que él quería. Sus temblores aumentaron, haciendo preocuparse a Hoseok, quien salió corriendo y volvió segundos después con una playera, colocándola cerca de Jungkook.

-es de Tae.

En un parpadeo el pequeño omega estaba hundiendo su nariz en la prenda, disminuyendo de inmediato el frío que sentía. Hoseok suspiró, aliviado y se sentó frente a Jungkook, pidiendo con la mirada que le contara el porqué de su presencia tan repentina.

-no entiendo, hyung... ¿por qué Taehyung se aleja de mí tan seguido? Me ha evitado mucho y no entiendo por qué... ¿qué tengo de malo?

-nada, Kook. Quizá está cansado.

El menor hizo un adorable puchero.

-yo también estoy cansado, hyung. El crecimiento que hemos tenido estos últimos años ha sido admirable y agotador. ARMY ha ido aumentando, han ocupado gran parte de nuestro tiempo. Como el concierto de la semana pasada, en Osaka. Fue tan... increíble y agotador, pero no por ello los ando esquivando. Además, Taehyung no evita a Jimin - dijo, frunciendo el ceño - lo busca mucho...

Hoseok sonrió, enternecido.

-Jeon Jungkook, ¿Acaso estás celoso?

Jungkook enrojeció hasta las orejas y se acurrucó más contra la playera del alfa.

-¿yo? Pff, no... - dijo, desviando la mirada mientras el omega más grande trataba de no reír.

-lo estás~

Su rostro se volvió más carmesí, pero ya no dijo nada. Claro que estaba celoso. Jimin era el único que podía acercarse a Taehyung en cualquier momento. Y él, que lo amaba tanto, que daría su vida por ese idiota, por quién se vio obligado a fingir, no podía. Escondió la cara entre sus manos.

-hyung, tengo hambre...

No diré nada, de nuevo lo corté... pero bueno, ¡llegué a los diez capítulos! ¡El próximo será todo un récord para mí! Así que haré un "especial" estará medio raro, pero creo que será divertido! Nos vemos!

¡No soy un alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora