II. Lan Zhan

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Wei Ying le había molestado desde el primer momento que lo vio, siempre alzando la voz cuando no era requerido, siempre rompiendo las reglas. Pero él mismo sabía que, detrás de la molestia que sentía, había algo mucho más profundo que se negaba a explorar. El chico lograba desesperarlo como nunca jamás nadie lo había logrado.

Había tratado de mantenerse alejado, pero no podía hacerlo, por alguna razón siempre era testigo de la desobediencia de Wei Ying y no tenía más remedio que notificarlo.

Se recostó en su cama, su cabeza comenzaba doler sólo de pensar en el chico, él, no tenía que hacerlo, no tenía que pensar o preocuparse por él pero, desde que lo conoció, no había podido quitárselo del pensamiento; por mucho que intentaba alejarlo, él siempre era el que lo buscaba, por mucho que lo acusaba para que se alejara, él siempre lo perdonaba. Se había encontrado en un punto en el que no sabía qué hacer pues sus sentimientos y su sentir lo confundían demasiado.

— No está bien —dijo para él en un susurro.

No lo estaba, no era correcto que fuese Wei Ying el primer pensamiento que tenía en la mañana, no era correcto que su atención se desviara hacia el chico mientras tomaban clases, no era correcto el pensar en mantenerse oculto de él para que no se acercara, que fuese su último pensamiento en las noches, ni si quiera estaba bien la tristeza y enojo que sentía en esos momentos debido a él.

•••

Los Jiang ya se encontraban en la mesa para cuando había bajado a cenar, a pesar de que había tardado un poco, ninguno de ellos había comenzado aún a comer.

La señora Yu y Jiang Feng Mian se veían mientas se acercaba con YanLi detrás suyo, la chica había entrado a su habitación y lo había sacado prácticamente arrastrando.

Se sentía mal, muy mal al ver llorar a la mujer que lo había acogido en su hogar, se sentía culpable y no tenía cara para verlos a los ojos luego de ser expulsado.

Pero, contrario a lo que pensó, nadie de ellos dijo nada cuando se sentó en la mesa a lado de Jiang Cheng.

Todo se encontraba en silencio pues la pareja no acostumbraba hablar de trabajo en su casa, ambos sabían separar una cosa de la otra. Fue YanLi quien comenzó.

— Wen Qing mencionó que ella y su familia asisten a un club social donde practica natación, ¿No crees, madre que Wei Ying puede ir?

La señora Yu suspiró.

— ¿Estás interesado Wei Ying? —preguntó Jiang Feng Mian.

— Yo... —asintió,

— Mañana saldré un par de horas del trabajo para ir a consultar, ¿Estás de acuerdo?

— ¿Está bien que lo haga? —YanLi colocó su mano sobre su hombro, acariciando con lentitud.

— No te preocupes por ello.

— ¿Wen Qing? —cuestionó Jiang Cheng—. ¿La conoces?

— ¿Eh? Sí, ambas estamos en la misma clase.

Se giró un poco para ver a Jiang Cheng, su padre lo vio también, aunque fue una mirada rápida.

— ¿Quién es Wen Qing? —cuestionó Jiang Feng Mian.

— Yo... la conocí hoy en a ceremonia de la competencia.

— Sí, ella pertenece al equipo de natación, Gusu es la única escuela que no tiene equipo mixto por obvias razones.

— ¿Ella va a competir?

— ¿No pensaste en eso? —YanLi sonrió—. Es por eso que ella fue a la ceremonia.

Segunda oportunidad |WangXian|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora