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Narra Seoyeon.

Cada vez estabamos mas cerca de año nuevo y mis nervios por que empiece un año nuevo eran grandes, aunque todavía faltaban algunas semanas.

Hoy no ningún plan con nadie, así que me cambié para salir un rato a dar una vuelta por las calles. Últimamente, estuve saliendo mucho con mis amigos y Jimin, de hecho, hoy me quedaré en su casa a dormir. Y no tuve mucho tiempo para pasar un tiempo sola conmigo misma.

Extrañaba caminar por las calles en el momento en que el sol se estaba guardado cuando estaba en Daegu. Me hubiese encantado salir a dar una vuelta con mi madre, o que saliéramos juntas de compras, hablar con ella sobre Jimin y que ella me de consejos.

Una sonrisa triste nació en mi cara antes mis pensamientos. Unas pequeñas lágrimas salieron de mí rostro, pero traté de limpiarlas rápidamente con la manga de mí buzo.

Unos brazos se ajustaron a mi cuerpo y mí espalda se apretó a él pecho de Jimin.

—Hola, bebé— me saludó Jimin. Me di la vuelta y él pudo ver mí rostro y notó que mis ojos estaban un poco rojos —¿Que pasó?— preguntó, preocupado.

—Nada, sólo estaba pensando en lo lindo que sería si pudiera caminar con mi mamá— le respondí, sonriendo sin mostrar mis dientes, encogiéndome de hombros.

Amor— me abrazó por el cuello y yo abracé su cintura. No lloré, solo lo abracé y él acarició mí espalda —Yo también extraño mucho a mi padre y me encantaría hacer un montón de cosas con él— susurró en mí oído.

Me separé de él y subí mí mirada hacia su rostro.

—Estoy bien— le respondí, peinando mi pelo hacía atrás con mi mano.

—¿Quieres que vayamos a casa?— preguntó, acariciando mis mejillas.

—Sí— sonreí —Tienes las manos frías— dije, agarrando una de sus manos. La entrelacé con la mía y la metí adentro del bolsillo mi campera.

Caminamos juntos hacia mi casa, agarrados de la mano, mientras él me preguntaba cuáles eran los planes para esta noche. Estar con Jimin era hermoso, siempre divertimos siempre juntos.

Llegamos a mi casa y yo fui a mi cuarto a buscar mis cosas, mientras que Jimin se quedaba hablando con mi padre. Recogí la mochila en donde llevaba todo y, también, tomé la bolsa en donde había comprado algunas cosas, y volví abajo con papá y ni novio. 

—¡Ya estoy lista!— exclamé, llegando al lado de Jimin —Adiós, papá— besé su mejilla.

—Cuidense, chicos— avisó mi papá apuntandonos con su dedo indice. Aunque él no lo diga, se podía notar en sentido lo decía.

—¡Papá!— exclamé con mis mejillas sonrojadas.

—Tranquilo, señor Go, estaremos bien. Yo esperaré a su hija para ese momento— sonrió mi novio.

—¡Jimin!— ahora lo miré a él.

—Asi me gusta— dijo mi papá, tocando el hombro de mi chico.

—Nos tenemos que ir— le dije a mi papá, dándole un beso en su mejilla.

—Adiós, chicos— nos saludó.

—¿Por que dices esas cosas?— pregunté a Jimin una vez que salimos de mi casa.

—Le dije la verdad a tu papá— se encogió de hombros.

Nos subimos al auto de Jimin y condujo hacia su casa. Él me había dicho que su madre trabajaría hasta tarde, entonces estaríamos nosotros dos solo. Muchas veces estuvimos en su casa solos o en la mía.

¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora