¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]

041

Narra Seoyeon.

Esta mañana, Jimin a me había dejado en mi casa para que yo pudiese hablar con mi padre sobre el tema del viaje a Daegu. 

—Así que, ¿me estas diciendo que Jimin organizó un viaje para ti y para él?— preguntó mi padre, sentado en la mesa, con su mano en el mentón y el ceño fruncido.

—Sí— respondí, soltando un suspiro porque ya no sabía cuantas veces lo había preguntado.

—Esta bien, pero tengan mucho cuidado. Si necesitan algo, me llaman, aunque estemos un poco lejos... pero no importa. También, habla con la tía SooMin si necesitas algo y también habla con tu primo Jinyoung— pidió.

—Muchas gracias, papá— me levanté de mi lugar y fui al suyo ara abrazarlo.  

—¿Cuándo irán? 

—En unos días— respondí.

—Esta bien, pero cuídate, por favor. Sabes que no quiero perder a otra persona muy importante en mi vida, amor— me acarició el rostro, con una sonrisa preocupada. 

—Ya lo sé— susurré, acordándome de mamá

(...)

Estaba caminando rápidamente hacía la casa de Jimin, ya que Chaelin, su madre, me había llamado porque su hijo se sentía mal y quería verme, pero no quería que vaya para prevenir algún contagio.

Adorable.

En mi mano, traía un montón de cosas para nosotros y en mi espalda cargaba una mochila, en donde llevaba ropa para pasar la noche en su casa. 

Tocaba la puerta de la casa de Jimin esperando a que Chaelin me abra, y cuando la vi, me acerqué a saludarla con un abrazo. Ella me dijo que su hijo estaba en su habitación descansando. Subí rápido las escaleras y entré a su habitación.

—Hola— me acerqué a él para envolverlo en mis brazos.  

—Hola, ¿Qué haces aquí?— preguntó, correspondiendo mi abrazo.

—Vine a verte. Tu mamá me había dicho que te sentías mal— me separé de Jimin para ponerme a la altura de su rostro.

—Y es así, me duele el estómago y la cabeza— respondió, corriéndose de la cama para que yo me acueste a su lado.

—Ya se va a pasar el dolor, tranquilo— besé su mejilla.

—Eso espero. No quiero estar así para cuando vayamos a Daegu— metió una mano bajo mi remera para acariciar mi piel.

—Para eso estoy aquí, para que te mejores y para subir tu ánimo— pasé mis dos brazos por su cuello y lo abracé.

—Desde que llegaste, no me has dado ningún beso— reclamó, separando su cara de mi cuello. Yo reí.

—Solo uno— me acerqué a su boca y lo besé rápidamente.

—Me siento tan mal— murmuró.

—No te preocupes, ya te pondrás mejor— le dije acariciando su pelo.

Nos quedamos en silencio, mientras sentíamos las respiraciones de cada uno, pero no tenía idea si Jimin estaba dormido o solo estaba con los ojos cerrados, pero despierto. 

(...)

—Seo— escuché mi nombre entre pequeños susurros.

—¿Qué pasa?— pregunté, abriendo los ojos poco a poco, acostumbrándome a la luz, para ver a mi novio.

—Despierta, mi amor— Jimin besó mi mejilla.

—Ya estoy, ¿necesitas algo? ¿quieres algo?— pregunté, mirándolo.

—Tu atención— respondió, haciendo un pequeño puchero.

—Siempre la tienes— besé su frente antes de levantarme para ir al baño.

Me até el pelo y enjuagué un poco mi cara con agua fría para despertarme un poco, y, antes de irme, me miré al espejo para acomodarme el pelo.

—Jimin, me olvidé de decirte— dije, saliendo del baño.

—¿Qué pasó?— me miró aún sentado en la cama.

—¡Mi papá me dejó ir a Daegu contigo!— exclamé, sonriendo.

—Era obvio que te iba a dejar ir con tu guapo novio. Además, esta tu familia— explicó Jimin, volviendo a acostarse bajo todas las colchas en su cama.

—¿Te sigues sintiendo mal?— pregunté.  

—Sí— cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás, soltando un suspiro.

—¿Quieres saber que parte de tu cuerpo me gusta?— traté de bromear para que se olvide del dolor.

—¿Cuál?— me miró con una cara divertida.

—Me gustan tus cachetes— puse mis manos en sus mejillas y las apreté. 

—¿Sabes que parte de tu cuerpo me gusta?— preguntó, apoyando su cara en su codo, que este estaba apoyado en su almohada. 

—¿Cuál?— pregunté.

—Tu cara— respondió. Acercó su rostro hacía mi para besarme en toda la cara.

—Te amo— dije, entre risas.

—Yo también te amo— respondió.

Jimin acostó todo su cuerpo encima del mío, aplastándome. No pesaba mucho, entonces no importaba. Rodeó mi cintura con sus brazos, dejando su cara metida en el hueco de mi cuello, yo pasé mis brazos por su cuello.
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Editado: 20/06/2021.