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Narra Jimin:

Segundo día.

—Jimin— sacudieron levemente mí brazo para despertarme.

—Mmh— respondí, aún con los ojos cerrados.

—Jimin, despierta.

—¿Qué pasa?— me incorporé poco a poco en la cama.

—Ven, te mostraré algo— dijo mí novia. La vi yendo a buscar su abrigo, aún con su pijama puesto. 

—¿Qué hora es?— pregunté, levantándome de la cama.

—Son la cinco y media de la manaña— respondió ella en susurro.

Que suerte que la amo, sino ya la hubiese matado.

Soltando un suspiro, me levanté de la cama y me estiré antes de buscar mí abrigo ponérmelo encima del pijama. Todo en la habitación seguía oscuro, en serio que tenía miedo a dónde me llevaría con esta oscuridad.

Salimos de la habitación y tomamos en ascensor. Yo todavía seguía sin saber a donde estabamos yendo, y tenía los ojos cerrados gracias a la luz del ascensor, así que me costaba ver los números que mostraba la pantalla para saber a donde estábamos yendo. Cuando llegamos, Seo tomó mí mano y empezó a caminar, me di cuenta en donde estábamos en la terraza del hotel gracias al frío que sentí. 

—Seo, ¿que hacemos aquí? Hace frio— dije acercandome a ella.

—Te mostraré la cosa mas linda— dijo con una sonrisa.

Poco a poco, puede abrir mejor los ojos hasta abrirlos completamente. No voy a negar que me estaba congelando de frío y quería traer el cubrecama para tapar me con él. Pero como no lo tenía, me acerqué a mí novia y la abracé como otra forma de agarrar calor.

—¿Por qué tenemos que venir tan temprano?— pregunté, dejando un beso en su cabeza.

—Ya te dije: vas a ver la cosa mas linda. Después, tendremos que volver a las siete de la tarde— me rodeó con sus brazos.

Esperamos un rato mas en silencio, mientras yo trataba de no quedarme dormido, no voy a negar que alguna vez se me cerraron los ojos por el sueño mientras abrazaba a Seo.

—¡Jimin, mira!— abrí mis ojos y miré hacía donde ella señalaba.

El amanecer.

—Wouh, tienes razón. Es la cosa mas linda que estoy viendo— mencioné, con la cejas alzadas.

—Tonto, dije eso para que me digas algo a mi también— ella golpeó con su codo en mis costillas. Yo solté una carcajada y me incliné hacia ella.

—Tu también eres la cosa mas linda— besé su mejilla.

Nos quedamos mirando juntos el amanecer, esto estaba pasando un poco mas rápido. Seo quería estar un poco mas cerca, pero yo le dije que no hacía falta que estemos tan cerca para ver el sol saliendo, no quería estar muy cerca del borde.

Volvimos a la habitación cerca de las siete de la mañana. El sueño no se me había ido para nada —creo que estaba mas cansado que antes— , pero parece que a Seo sí. Me tiré en la cama con intenciones de dormir, pero, apenas cerré mis ojos, sentí un peso encima mío.

—Jimin, no tengo sueño— murmuró Seo. Abrí un sólo ojo para ver su expresión, estaba haciendo un leve puchero.

—Ven— la acomodé mejor encima de mi cuerpo. Encendí la televisión para que ella pueda entretenerse un poco, mientras yo dormía. Enredé mis brazos en su cuerpo y cerré los ojos definitivamente.

¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora