in love with some crazy

💰capítulo 4💰

Narra Zayn:

Después de que las clases terminaron los cuatro salimos del salón ya que quedamos en ir a comer.

A fuera se encontraba nuestro chófer, Martin. Me acerque al auto mientras Cris platicaba con las chicas.

—Hola Martin— lo saludé al estar a su lado.

—Hola joven— me saludó Martin.

Martín es un buen hombre, nos llevamos muy bien con él, es nuestro chófer desde que éramos muy pequeños, le tenemos mucho cariño, es una de las personas más sinceras que conocemos.

—Martin, ¿Nos puedes llevar a otro lugar antes de ir a casa?, Las chicas irán con nosotros— le dije mientras le señalaba a Samantha y Madison.

—Por supuesto jóven— asintió.

—¡Chicos! ¡Apresurense!— grite mientras abría la puerta del auto.

Rápidamente voltearon a verme y comenzaron a acercarse.

—Lindo auto— comentó Samantha al estar cerca.

—Gracias— respondimos Cris y yo al mismo tiempo.

—¡Que tiernos!— chillaron las dos.

¿Tiernos? ¿A quienes les llama tiernos?, ridículas, somos gemelos, eso es normal en nosotros.

—Suban suban— las apresuré, ellas subieron al auto, después Cris y yo.

En todo el camino Cris y las chicas conversaron como locos, tuve que pedirles que se callarán más de diez veces, pero son imparables.

Y como lo esperaba Samantha siempre respondía con un “eres un amargado"

Las chicas no son tan odiosas como lo creí, o eso pienso ya que no las conozco muy bien.

Samantha es una chica muy bonita, eso no lo niego, es más alta que Madison, sus ojos son color avellana, y su sonrisa es muy hermosa, si solo su carácter fuera de la misma forma se vería mejor.

¡Aish! Es una odiosa, solo pensar en ella me da dolor de cabeza.

Madison es muy diferente a Samantha, ella es un poco más tranquila que Samantha, y su apariencia también, sus ojos son azules, tan azules cómo el mar y su cabello es negro.

—¿Y a dónde iremos?— preguntó Cris cuando el auto arrancó y así logrando sacarme de mis pensamientos.

—A donde ustedes quieran— sonrieron.

Las miramos confundidos. Cris y yo rara vez salimos de casa, no podemos salir mucho debido a la posición de nuestros padres, sería muy arriesgado.

—¿Que... Que les pasa?— nos miraron preocupadas.

—Es que... no conocemos ningún lugar— hablé nervioso. Esto es tan vergonzoso.

—¿De verdad?, No se preocupen por eso— se miraron entre si—. Conocemos el lugar perfecto.

Narra Madison:

—¿¡Tacos!?— gritaron ambos chicos al mismo tiempo. Nos habían traído a un puesto de tacos callejero, y no es que no nos gusten, simplemente no  estamos acostumbrados a comer en la calle.

—Si, tacos— hablé cansada—. ¿Nunca los han probado o que?

—Umm...

—¿De verdad chicos?— está vez fue Samantha la que habló—. No conocen absolutamente nada.

—Lo siento mucho por ti...— Zayn se cruzó de brazos—. Pero tenemos a alguien que nos prepara la mejor comida del mundo.

—No lo creo— dije en desacuerdo— esta es la mejor comida que podrían probar.

—¿Quieres apostarlo?— habló Cris.

—¿Nos están retando?— habló Samantha.

—Tomenlo como quieran— hablaron al mismo tiempo cruzándose de brazos.

—Está bien hagámoslo.

—La próxima semana, en nuestra casa— propuso Cris.

—Como gusten, ahora prueben esto, está delicioso— digo comenzando a comer los tacos.

—Está bien— comentó Cris y un poco dudoso probó la comida.

Pude ver un pequeño pero muy pequeño brillo en sus ojos al probarlos.

—¿Verdad que está delicioso?— sonreí victoriosa, se que aunque no lo admita le gustó.

Ja, nadie se resiste a unos buenos tacos, de verdad no conocen nada, observan todo a su alrededor como un par de niños.

¡Son tan tiernos cuando hablan al mismo tiempo!

—No está tan mal— respondieron al mismo tiempo.

—Vuelvo a decirlo ¡Se ven tan tiernos cuando hablan al mismo tiempo!— chilló Samantha.

—Ya deja de ser tan ridícula, no nos vemos tiernos— habló Zayn enojado.

—¡Oye!— chilló Sam indignada—. ¡No me llames ridícula!

—¡Pero lo eres!

—¡No lo soy!

—¡Que si!

—¡Que no!