¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Es que es tontito.. —murmuró el de aura morada acabando con su poca paciencia.
Luzu ladeó su rostro con una pizca de confusión en sus ojos. Se encontraban pescando como habitualmente hacían los tres, más bien era como una "rutina semanal" a la hora en que se juntasen aquel trío.
El castaño hace no muy poco le estaba contando toda su historia con el juez al adverso, ya que confiaba mucho en ellos y en especialmente a Vegetta. Además que necesitaba un par de consejos y él era el único más "inteligente" o racional en el pueblo.
—¿Rabis o Auron? —preguntó el de capucha negra sin saber a quién se refería.
—¡Ambos me tocaís los huevos! —exaltó cabreado llevando sus manos a su cabeza, Luzu le daba palmaditas en la espalda para que se tranquilizara—. Rubius se golpeó en la cabeza y le dolió pensando que es muy fuerte ahora.
El de traje de cura observó a Vegetta indignado, volteando su cabeza a otro lado.
—Y Auron, de qué hablar. —agregó mirando al castaño levantando sus hombros levemente—. Además que anda haciendo sus ilegalidades con Lolito como si nada.
Luzu gruñó dejando su caña de pescar a un lado y se cruzó de brazos como un niño pequeño. El de oso trataba de subirse a la copa de un árbol. Vegetta les miraba a ambos arqueando una ceja.
—Bueno pero, chaval. No seré yo pescadorgetta. —guardó otro libro encantado y sonreía victorioso de su fortuna, al menos algo le estaba aliviando—. Entonces, ¿Te le confesaras a Auron o qué?
Luzu se ruborizó de golpe por el repentino comentario del chico. Se colocó su gorro de la propia capucha y se escondió poco a poco.
—Sí, pero no lo digas tan fuerte, shit! —exclamó tocando sus mejillas y maldiciendo por cualquier cosa—, Quién sabe s-sí Auroncito anda por aquí..
"Tontito", pensó el adverso a lo que empezó a reírse de la inesperada actitud del mayor.
—Pensaba construir un lugar con mis propias manos, ¿Sabes? Tipo una construcción de piedra con bonitas decoraciones, vista al mar... —murmuró cazando un pez globo y lo tiraba a alguna parte sin gran importancia—. ¿Qué opinas, Vegetitta?
—¿Quieres que te ayude con eso? —preguntó el contrario con mucho interés—. Podría ayudarte a que sea simétrico, pffff, tiene que ser simétrico.
El de ojos café negó con su cabeza. Tenía muy en claro y conforme con lo que pensaba hacer. Le daba mucha ilusión llevar al pequeño a un sitio que él mismo construiría con su esfuerzo.
—Iré a buscar materiales para eso, tengo que comenzar lo más pronto posible. —se levantó de su asiento guardando todos sus objetos.
El contrario no se negó en absoluto y se despidió al igual que Rubius. El de oso se ubicó al lado del lila y lo miró extrañado.
