Sabía que era él por la calma que surgió al aparecer, era como estar durmiendo en un colchón de nubes.
El dios empezó a hablarme en griego clásico por lo que no lo entendía muy bien, así que le interrumpí.
¿Podría hablar en alguna lengua viva por favor?
Está bien mortal. ¿Para qué me has llamado?-Pregunto el dios subido en una especie de nube negra.
Te hemos llamado para buscar una respuesta, ¿Por qué el demonio Abalám me atormenta?-Pregunte arrodillándome ante él.
Porque le dejaste entrar a tu vida.-Contesto fríamente.
¿Cómo hago para que me deje en paz?-Pregunte levantándome del suelo.
Necesitas de otro demonio aún más poderoso para que te proteja. Pero eso tiene un coste.-Dijo el dios alejándose poco a poco en su nube negra.
Gracias Tánatos.-Dije arrodillándome.
Cuando se fue apague las fogatas pero algo me detuvo.
Cuando apague la última fogata vi como Sheila empezó a correr hacia el bosque, estaba llena de sangre.
A pocos segundos de salir Sheila de la casa vi como Tyler la perseguía lleno de sangre, no era suya, olía a muerto dentro de la casa así que fui a ver qué pasaba.
Dentro estaban Josh y Louisa muertos, tumbados en el suelo. A Louisa le faltaba la parte inferior de la mandíbula y a Josh los brazos.
La cantidad de sangre que había era insana y lo peor de todo es que Sheila estaba siendo perseguida por Tyler y por lo que parece con ganas de matarla.
Salí corriendo al bosque y les seguí.
Cuando llegue a Tyler le plaqué y le empuje contra el suelo con tanta fuerza que quedó enterrado.
Tyler tenía sangre en la boca que empezó a vomitar.
Al pensar lo que Tyler hizo empecé a llorar y con la rabia que tenía le intente matar pero me detuvieron.
Era Louisa que con uno de sus gritos hizo que me despertara de otro de los trances de Abalám.
Todo el mundo estaba bien salvo Tyler que estaba enterrado por los brazos.
Les comente lo que me dijo el dios y así fue como lo haríamos.
Enviaremos un mensaje al infierno diciendo que Abalám se ha escapado, llamaríamos a Allison por si acaso necesitásemos ayuda y por último hablaríamos con el demonio que vendría.
Para enviar el mensaje teníamos que escribir lo que quisiésemos en hebreo y después quemarlo.
Después esperaríamos hasta que llegase alguien o nos enviaran otro mensaje de respuesta.
Cogí un papel y puse:
היי, אתה צריך עזרה. אבל הם מענים אותי.
Lo quemé y esperamos.
Ya había llegado Allison con su armamento, el cual no pensábamos que podría funcionar ante un demonio ya que era simple plomo, pero no habíamos recibido ninguna carta, ni ningún mensaje, ni una mínima señal de que el mensaje hubiera funcionado así que decidimos empezar a pensar otras alternativas como la de meterme en una piscina de agua bendita o cosas por el estilo.
Decidimos quedarnos todos a dormir en la cabaña del bosque por si acaso llegaba algo, aunque lo dudábamos todos.
Todos se fueron a dormir menos Tyler, que quería pasar tiempo a solas conmigo, así que me tumbe encima de Tyler en el sofá y empezamos a hablar.
Yago, hace tiempo que no hacemos nada.-Dijo acariciándome el brazo.
¿A qué te refieres con no hacer nada?-Pregunte mientras buscaba una pose cómoda para mirarle a la cara a la vez que seguía tumbado encima de él.
Pues a que hace tiempo de la última vez que lo hicimos.-Dijo sonrojándose.
¿Te apetece ahora?-Le pregunte incorporándome.
¿A ti te apetece?-Pregunto abrazándome mientras me besaba la frente.
Por supuesto que sí.-Dije sentándome encima de sus piernas.
Pero ¿y si viene alguien?-Pregunto levantándonos del sofá.
Hay un sótano.-Dije dejándolo caer.
Quitamos la mesa del salón y la alfombra y abrimos la puerta que llevaba al sótano. Tyler estaba muy excitado igual que yo así que no perdimos el tiempo.
Según encontramos una luz para poder vernos empezó el frenesí de lujuria, ni Tyler ni yo habíamos hecho nada en mucho tiempo y no nos estábamos guardando nada.
Paso una hora y la cosa seguía excitante, tanto que no nos dimos cuenta ni de la hora que era.
Iban a dar las 03:33. Habíamos estado 3 horas teniendo sexo seguido y ambos queríamos continuar.
Justo a las tres y media ambos sentimos que acabábamos de la forma más placentera que podía existir, llegando al clímax más absoluto que nunca habíamos experimentado y algo ocurrió, mejor dicho, alguien apareció.
Un demonio, parecía amigable pero no me fiaba.
Dice llamarse Asmodeo y que solo venía a vengarse de Abalám por algo que le hizo, tampoco pregunte mucho más.
Asmodeo me pidió permiso para poder entrar en mi mente y sacar a Abalám a un estado físico donde poder acabar con él.
Le di el permiso que necesitaba y cumplió su palabra, echo de mi cabeza a Abalám, el cual estaba intentando inducirme otra locura.
Asmodeo se despidió de golpe y desapareció.
Con lo cómodo que estaba ahí dentro. ¿No me dejas entrar otra vez?-Dijo Abalám flotando hacia mí.
No, largo de aquí demonio asqueroso.-Dije cabreado.
¿Y si no quiero?-Pregunto el demonio vacilando.
Pues te echare a patadas.-Dije enfurecido del todo.
Abalám se sentó en el prado y miro como me acercaba rápidamente hacia él, sin casi inmutarse me lanzo hacia el otro lado con un liguero movimiento de brazo.
Así estuvimos unos cuantos minutos hasta que llego Josh para ayudarme.
Josh conjuro a los Ents para que lucharan contra el demonio mientras yo me acercaba para matarle.
Abalám mataba a los Ents rápidamente y Josh según los mataba iba conjurando más y más.
Cuando estuve a menos de un palmo de distancia de Abalám use un botecito de agua bendita que me había dado Sheila por si Asmodeo no quería ayudar y se lo lance.
Eso lo único que hizo fue cabrear al demonio el cual enfurecido ardió en unas llamas azules que en vez de quemar helaban.
Mande a Josh que retirara a los Ents para ahorrar sus energías y me transforme hasta sentir las llamas ardientes que me quemaban la ropa.
Cuando me trasforme vi como el demonio usaba las llamas que le rodeaban con arma arrojadiza y empecé a esquivar sus disparos.
En uno de esos disparos me dio de lleno en el pecho tumbándome en el suelo.
Louisa gritó.
Fue el grito más agudo que nunca había soltado. A Josh le saltaban las lágrimas y de la impotencia empezó a lanzar conjuros como loco.
No entendía lo que estaba pasando hasta que Tyler llego corriendo y me saco de esa batalla llorando y abrazándome.
Lo veía todo como si fuera un sueño, desde el punto de vista de un espectador.
Tyler no paraba de decir que mataría al demonio por venganza y ahí fue cuando me di cuenta de que mi cuerpo parecía malherido, el disparo que recibí hizo que mi cuerpo se congelara de golpe.
Estaba muerto.