¿Y si...?

3.3K 300 116
                                    

Un par de días pasaron, los cuales se sintieron eternos para Giyuu y Shinobu.

Se había realizado una pequeña ceremonia en la casa de Urokodaki para velar los cuerpos de sus discípulos fallecidos y poder enterrarlos para que al fin descansaran en paz, fue un momento de miles de sentimientos encontrados y aflorando por la piel de todos los presentes. Sobretodo para la joven pareja, quienes habían perdido gente muy apreciada para sus vidas.

Shinobu había recogido de entre las cosas de Sabito el haori que ese día vestía. Creyó que así como Giyuu conservaba el de Tsutako quizás también querría hacerlo con el de su mejor amigo. Y no se equivocó, ya que después de entregárselo, pudo ver como un día con sus propias manos cortaba ambos por la mitad para finalmente unirlos en uno solo.

En estos momentos, Tomioka se encontraba en la finca visitando a su pequeña mariposa, con la que había pasado la mayoría del tiempo aquellos días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En estos momentos, Tomioka se encontraba en la finca visitando a su pequeña mariposa, con la que había pasado la mayoría del tiempo aquellos días.

Cada noche, la verdad, era una constante pesadilla que le hacía despertar gritando sobresaltado, bañado en sudor e hiperventilando. Las únicas veces que podía dormir en paz era cuando lo hacía en los cálidos brazos de Shinobu, los cuales parecían alejar todo mal y brindarle aquella calma que tanto necesitaba.

Debido a esto, ya era el segundo día que llevaba quedándose ahí después de haberle contado a la mariposa lo que ocurría por las noches, la cual, en su preocupación, le pidió que aceptara quedarse un tiempo con ella. Aunque sabían que pronto las misiones les volverían a separar..

Por otro lado, Giyuu aún no se perdonaba a sí mismo el haber sido tan agresivo cuando se enteró de lo sucedido con Sabito y Makomo. Se lo repetía cada día, como un ciclo en su cabeza, él mismo se consideraba una especie de peligro para Shinobu.

Sabía que se estaba volviendo más fuerte, y por lo mismo, al ver de lo que era capaz en momentos como aquel, decidió que necesitaba encontrar una forma de poder evitar estas reacciones. Y tras mucho pensar, finalmente llegó a una solución.. Reprimir sus sentimientos.

Si no se dejaba guiar por sus sentimientos no podría tener aquellos arranques sea cual sea la situación a la que se enfrente, debía intentar mantenerse indiferente ante todo, debían dejar de importarle las cosas a tal punto que no perjudicaran su temperamento y concentración. Aquello también le ayudaría a seguir progresando como cazador manteniéndose firme ante cualquier circunstancia.

Solo tenía un problema, estaba completamente enamorado, y el amor, también es un sentimiento.

- ¿Shinobu..? -.

La chica que se encontraba recostada a a su lado sobre el futon en la habitación aquella noche le había quedado mirando fijamente, haciéndole entender que había captado su atención.

- ¿Serías... capaz de olvidarme? - preguntó finalmente.

- Jamás - dijo totalmente seria.

- ¿Y si no vengo a verte nunca más..? - Tomioka se volteo hacia donde estaba ella.

"La luna está preciosa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora