Un secreto angelical

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En la penumbra del anochecer la joven contemplaba las estrellas desde la ventana, pensando en el porque de aceptar tal trato con el ángel, en su mente le llegaba la idea de destruirlo todo e irse, pero cuando por fin estaba decidida a hacerlo el sentimiento de intriga se apoderaba de ella, pensando que tal vez los dioses pueden ser entretenidos de algún modo, inquieta por el debate interno expulso una pequeña aura de energía, que alerto al ángel que estaba cerca

Wiss: ¿Cuál es el problema?

Lilith: Nada que te importe

Wiss: Supongo que tú no tienes la necesidad de dormir ¿Te vendría bien una taza de té mientras esperas el amanecer?

Lilith: Eres muy servicial, ser amable conmigo no te salvara de tu destrucción

Wiss: Tampoco si soy descortés, haga lo que haga no cambiará nada o ¿si?

Lilith: Aceptaré una taza de té...

Wiss: Bien, permitime un momento

Lilith: Te acompañaré, quieres saber mi debilidad ¿No? Debes platicar conmigo para encontrarla

Wiss: Pensé que estarías a la defensiva ¿Quieres ayudarme? No es peligroso para ti

Lilith: Tengo los poderes de Zeno-sama y Daishinkan sumando a los millones de mortales que también les "robe" su fuerza, dudo mucho que tenga una debilidad

Wiss: Toda existencia tiene una forma de ser destruida, incluso la más perfecta de las criaturas

Lilith: Eso no lo puedo negar, la ingenuidad y exceso de confianza de Daishinkan y Zeno-sama condenó a todos los universos, sin embargo yo no soy igual que ellos....¿Cómo encontrarás mi debilidad si ni siquiera yo la sé?

Wiss: La encontraré

El demonio y el ángel se sentaron a tomar el té, conversando toda la noche de temas simples del futuro y el pasado, aunque Wiss no lograba que Lilith hablara mucho de su vida mortal antes de ser el demonio que es ahora, sus intentos eran inútiles pues ella evadía la pregunta o decía de forma directa que no quería hablar de ello; Wiss solo logro que ella mencionara su lugar de nacimiento y el nombre por la cual la conocían en su planeta, nada importante. Los rayos del sol entraron por la ventana anunciando un nuevo día, dando a entender que la pacífica charla nocturna había acabado

Lilith: ¿Bills a qué hora sé levanta?

Wiss: ¿Sabes su nombre?

Lilith: También el tuyo y el nombre de los demás dioses...adquirí la habilidad de saberlo todo con Daishinkan...incluso la forma de hacer que un ángel se vuelva corrupto

Wiss tragó saliva, da miedo pensar que un ser como ella tenga tanto poder, el suficiente como hacer que todo el infinito se vuelva nada - Impresionante - Con algo de miedo y fascinación fue lo único que Wiss pudo mencionar

Lilith: Supongo que lo es, aunque también es algo molesto, sin querer algunos recuerdos se quedan en mi, es muy irritante conocer en una milésima de segundo las memorias y sentimientos de mis víctimas

El gesto incómodo que Lilith ponía era una combinación extraña de enojo, fastidio, intriga y fascinación, Wiss se quedó contemplando a la joven, si tan solo el pudiese averiguar más sobre su pasado tal vez encontraría algo interesante, pero ella no quiere decir nada, quizá una persona diferente puede hacerla hablar, Bills pueda hacer algo, tratar persuadirla para que ella hable más

Wiss: Iré a despertar al señor Bills

-Te ayudo si gustas- menciono la joven, sin darle la oportunidad al ángel de responder, en ése momento desde el techo se empezó a abrir un pequeño agujero, emanando un poco de luz violeta a su alrededor, saliendo de este el señor Bills, estampan doce con brusquedad contra el suelo - ¡¡Que demonios te pasa!! - grito la deidad incorporándose

Desde el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora