XXXV [200812]

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El que la noche allá llegado no significa que la aldea se fuera a dormir, no, la costumbre era celebrar al nuevo jefe hasta el amanecer pero el celebrado se encontraba un poco cansado pues había sido un día lleno de emociones.

Así que optó por retirarse no sin antes despedirse de todas aquellas amables personas y no se nos olviden los hombres-lobos, también se despidió de ellos con mucha alegría.

Antes de irse fue a su cuarto para tomar algunas prendas más, sólo por si acaso, después de eso se fue con su amado gran lobo hacia el bosque.

Durante el camino no hablaron mucho, JiMin se encontraba bastante pensativo pues unas horas atrás mientras estaban solos JungKook le susurro al oído "Ya quiero que llegue la noche".

No quería pensar mal ante esas palabras pero no podía pues el tono de voz que uso para decirlas fue un sensual con toque grave.

Tembló ligeramente al ver la casa de madera cerca, miro de reojo a JungKook quien se encuentraba con un semblante relajado, no supo como término observando cada parte de su rostro, primero miro su cabello el cual era negro tan negro como la preciosa noche, fue hacia sus ojos tipo bambi con toque varonil admirando el color rojo que estos poseían, le dio un vistazo a su nariz la cual para el era perfecta, cuando bajo hasta sus delgados y deliciosos labios sabor piña con toque de tequila por que si, así sabían, el se mordió un poco sus propios labios.

Reaccióno de su burbuja llamada "JeonGguk" y al ver lo que acaba de hacer bajo la mirada con pena y también un sonrojo.

Se dio cuenta de que su lobo se encuentraba abriendo la puerta, el solo miraba hacia bajo mientras jugaba con sus dedos un tanto nervioso.

La puerta fue abierta dejándolos entrar a ambos, ya estando adentro un escalofríos recorrió su cuerpo. Todo lo que traían en manos lo dejaron en la mesa.

— Pequeño ángel. — Llamó. — ¿Te sucede algo?. — Se acercó a el lentamente.

— N-no. — Nervioso.

— Yo creo que si. — Río al ver como esta se movía hacia atrás. — ¿Estas así por que te dije que quería que la noche llegará?. — Sonrió de lado.

— No. — Tembló al sentir la pared detrás suyo.

— No tienes por qué asustarte. — Suaviso su mirada. — Ya he visto todo. — Término por acorralar a su menor con la pared.

— Yo me siento inseguro. — Se encogió en su lugar.

— ¿Sobre que?. — Le dio una mirada sería.

— Sobre mí cuerpo. — Susurro avergonzado.

— Tu cuerpo es una obra de arte a la cual yo solo tengo la dicha de tocar. — Le tomo de la cintura para pegarlo a su gran cuerpo. — Sólo yo puedo admirar tu cuerpo desnudo. — Susurro en su oído. — Sólo yo puedo saborearte. — Empezó a darle besos en el cuello.

— Kookie. — Jadeo con los ojos cerrados ante el toque.

JungKook empezó una serie de besos húmedos en el blanquiento cuello de su menor el cual necesitaba algunas marcas posesivas de su mayor.

Lamió la marca que el mismo había hecho antes, lo cual hizo delirar el cuerpo de JiMin, se encontraba sensible en esa parte en especifico lo cual ocasionó que sus ojos se tornarán rojos. Los de JungKook igual.

— Delicioso. — Soltó el comentario espontáneo ante los calientes gemidos de JiMin.

Sin más lo cargo haciendo que su pequeño ángel enrollara sus piernas alrededor de su cintura provocando que sus partes íntimas se rozaran.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora