Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}

22

Cuando Hoseok despertó no pudo evitar gemir de absoluto y literal dolor. Sentía como si le hubiera pasado un tractor un bus y un camión juntos varias veces por encima. El dolor de cabeza era insufrible, el dolor físico por todo su cuerpo; especialmente caderas y cuello; casi peor, y la luz que entraba por la ventana no ayudaba.

Lentamente, con algo de dificultad debido al dolor en todo su cuerpo, y una vez pudo acostumbrarse a la luz, se intentó poner en pie, sin embargo apenas los hizo sus piernas no parecieron capaces de soportar su propio peso y cayó al suelo jadeando un poco, buscando apoyarse con una mano contra la cama. En el sentido más literal de la expresión sentía que todo le daba vueltas. Su habitación en aquel instante parecía dar vueltas como si estuviera dentro de una lavadora como mínimo.

- Joder... - gruñó sintiendo la boca horriblemente seca, intentando masajearse un poco las sienes, sin mucho éxito.

Especialmente cuando sus manos comenzaron a temblar al recordar todo lo que había hecho el día anterior, y especialmente a Yoongi. El daño en su cuerpo le daba casi igual. Peor se sentía por haber sido una molestia para su amigo, por haberle arrastrado en sus propias penas. Entonces se dio cuenta de que estaba solo mientras lograba ponerse en pie con algo de dificultad, teniendo que apoyarse a donde pudiera. Tal vez se hubiera ido a recoger a Chinmae, recordaba que este se había quedado a dormir fuera. En cierta forma era un alivio, no se hubiera perdonado si hubiera dejado a su hijo para ir a buscarle. Aunque siendo como era Yoongi habría encontrado alguna opción para no dejarle solo. De alguna forma logró salir de su habitación para intentar ir al baño, sin embargo apenas salió un delicioso olor llegó a su nariz. Consomé. Su estómago se revolvió pero al mismo tiempo una fuerte hambre le recorrió. Algo mareado aún, apoyándose en la pared, logró llegar hasta la cocina.

Y apenas cupo en la sorpresa cuando allí vio a Yoongi; aún con su pijama puesto; cocinando algo.

- ¿Yoon... Yoongi-hyung?

Este, al escuchar su nombre pese a la falta de fuerza en las palabras, se giró, y al ver en tal estado al beta, con una notoria resaca asesina, no pudo evitar preocuparse y rápidamente se acercó para ayudarle a ir hasta la mesilla que había allí y sentarse.

- ¿Q... Qué hora es? - preguntó dejando caer su rostro entre sus brazos, realmente exhausto.

- Las doce y media. Has dormido menos de lo que esperaba la verdad - le respondió preocupado, yendo a servirle un vaso de agua antes de volver a ocuparse de la cocina - He visto que tenías algo de consomé envasado, espero que no te importe que lo haya sacado, tenía algo de hambre y me he tomado un poco.

- N... No pasa nada... Dios, lo siento tanto... Ayer me comporté como un imbécil...

- No es verdad. Estabas afectado y bajo los efectos del alcohol. Puedo entenderlo. No tienes que pedirme disculpas por eso.

- A... Aún así... Yo... Dios...

Yoongi dejó escapar un largo suspiro y sirviendo el consomé con cuidado se sentó frente al profesor, dándole el bol con una cuchara.

- Te sentará bien. Hazme caso. Por experiencia sé que un consomé estando de resaca es mano de santo.

Al ver que Hoseok asentía sin mucha energía; sin parecer tener fuerzas de alzar el rostro y mirarle siquiera; y comenzaba a comer poco a poco no pudo sino sentirse aliviado. Él también había pasado malas borracheras en su juventud y por ello le entendía un poco en el sentido de cuanto podía descontrolarse todo con sorprendente facilidad. Hoseok por su parte no pudo sino sentirse algo mejor al notar aquel consomé, agradablemente salado y caliente, bajar por su garganta. El dolor de cabeza seguía presente, su cuerpo seguía casi agónico, pero por dentro era como si le hubieran rodeado con cálidas mantas. De esa forma el temblor en sus manos fue desapareciendo poco a poco, y una vez terminó todo el consomé servido bebió el agua que le quedaba con disimulada desesperación. Se notaba sediento de agua.