El deseo de tu mirada

Capítulo 3: Jorge

Tenía que hablar con Ángela, no me acuerdo nada de la noche del sábado. Se que le dije algo gordo, pero no sé el que. Fran no me ha respondido a mis mensajes. Se que él es el único que sabe todo lo que ocurrió aquella noche, no me dejó solo ni un solo segundo de la noche. Hoy no ha ido a clase, por lo que no he podido hablar con él.

Suena el teléfono.

Llamada entrante de Amanda

Cuelgo y apago el móvil.

No quiero saber nada de ella. Me ha hecho daño. Acaso piensa que después de lo que hizo en la fiesta voy a dejar de estar enfadado. Por supuesto que no. Es hora de comenzar mi nueva vida.

Enciendo el móvil.

7 llamadas perdidas de Amanda

5 mensajes de Whatsapp de 2 conversaciones

CHAT AMANDA

-Perdóname Jorge

-Iba borracha, no sabía lo que hacía.

-Juan se lanzó a mí y no pude apartarlo

-Llámame, tenemos que hablar, esto no se puede quedar así.

Al leer los mensajes de Amanda no tenía forma de responder, uno de mis mejores amigos con mi novia, y lo peor es que no me extrañaría que hubiese sido ella la que se lanzó

Salí de la conversación de Amanda sin responder, para ver quién era la otra persona que e había hablado, con un poco de suerte sería Angela. Pero no.

CHAT JUAN

-Tío, tenemos que hablar, por favor, sé que no vas a querer hablar conmigo, pero necesito contarte algo de Amanda que seguramente no sepas. En persona. Luego si no quieres saber nada de mi lo entenderé.

¿Qué hago? Saco mi orgullo y no hablo con él o quedo para que me lo cuente y luego lo mando a la mierda por ser un cerdo.

Tras una hora pensando que hacer decido cancelar los planes con Angela y quedar con Juan, solo así encontraré las respuestas que necesito para aclararme un poco la cabeza con Amanda.

CHAT ANGELA

-Se que la idea de tomarnos una cerveza juntos te hacía mucha ilusión, pero he tenido un problemilla y tendremos que dejarla para otro rato.

-Oh! Mira que era lo que más me apetecía en el mundo, pero no puede ser. Para otra me debes dos. - Respondía.

CHAT JUAN

-No quiero saber nada más de Amanda ni de ti, pero creo que me merezco las explicaciones pertinentes. Quedamos en el bar de debajo de mi casa a las 5.

-OK tío, gracias. -Respondió.

Eran las 16:30, me habían jodido los planes las dos personas a las que más asco les tenía en este mismo instante. ¿Qué más podría ir mal?