El sabor de los colores

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Advertencias: fluff, namkook, parte única.

Namjoon estaba tan agotado en ese instante que sentía que podía desfallecer en cualquier sitio que se le cruzara en frente

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Namjoon estaba tan agotado en ese instante que sentía que podía desfallecer en cualquier sitio que se le cruzara en frente. Sus ojos se sentían pesados, como si sus párpados estuviesen hechos de cemento y le costaba mucho mantenerlos bien abiertos. —Quiero dormir, necesito dormir— pensaba, absorto en sus pensamientos que parecían más bien delirios. Los últimos días se la había pasado estudianto por la madrugada, tras habérsela pasado elaborando distintos proyectos de distintas asignaturas por la tarde. Y aunque se había sentido menos presionado tras estar en soledad, parecía que ese peso que había abandonado su espalda le hacía más falta que nunca.

Se detuvo un momento en medio de su caminar para comprobar la hora en su reloj, que marcaba las diez de la mañana con doce minutos. Tenía exactamente veintiocho minutos para ir a la sala de su club y dormir todo el tiempo que restaba hasta que las clases comenzaran de nuevo. Veintiocho minutos eran mejor a nada, por lo que intentó seguir con su camino a toda prisa; sin embargo, hubo algo que le llamó bastante la atención.

Y aunque estuvo dispuesto a dejarlo pasar, pretendiendo nada más que ir a dormir sin importar cualquier cosa, la mirada perdida del chico frente a él fue difícil de ignorar. Sus ojos eran grandes y redondos, expresivos. Estos se encontraban mirando a algún punto no específico de los pasillos mientras su cuerpo se mantenía estático, sin moverse ni un ápice.

Namjoon suspiró mientras pasaba una mano por su cabello, despeinándose a sí mismo y se acercó, finalmente. El chico pareció reaccionar al sonido de sus pasos, girándose muy ligeramente hacia su dirección, pero sin poner sus ojos en él en ningún momento. Se veía inseguro, como si no pudiera moverse sin pensar que había cometido un error mortal y aquello sólo le crispó los nervios a Namjoon, quien estiró su mano para tocar de forma superficial el hombro contrario.

—¿Te encuentras bien? —preguntó sin poder evitar respingar en el momento que el chico retrocedió bruscamente ante su toque. Se mordió la lengua al darse cuenta de una cosa: el chico era ciego. Aquella era la razón por la que sus ojos parecían perdidos y fuera de órbita y quiso darse una bofetada por no haberse dado cuenta desde un principio, pero había sido el mismo cansancio que lo mantuvo distraído de todo a su alrededor, lo suficiente como para no notar algo tan obvio—, me... llamo Namjoon, ¿necesitas ayuda?

—Soy Jungkook —musitó en respuesta el chico, a la vez que sostenía una de las agarraderas de su mochila con fuerza—, no sé a dónde ir.

—¿Buscas algún aula en especial? —preguntó de nuevo, sin darse cuenta de que su siesta de veintiocho minutos había pasado por completo a segundo plano—, puedo ayudarte a llegar si quieres.

—Mmm... ¿eres mi hyung, verdad? —le preguntó de vuelta Jungkook, como si hubiera ignorado su pregunta. Namjoon hizo un sonido de asentimiento—, en realidad estaba buscando el comedor... pero me perdí y no tengo idea de hacia donde debo ir.

El sabor de los colores ꒰♡꒱ namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora