"No Pretendo Que Me Quieras"

Capítulo 1

Hoy comienza un nuevo día en mi vida, me levanto con ganas de salir e ir a montar caballos todo el día. La alarma suena a las 7 en punto de la mañana el cual indicaba que debo hacer mi higiene matinales. Busco algo de ropa para entrar a la ducha. Veinte minutos después voy saliendo con un top y un bóxer negro, voy a mi extenso armario igual que el de Kylie Jenner, tengo cada sección separada, cojo unos pantalones color café algo ajustados, una sport blanca y una camisa negra manga larga, por ultimo unas botas negras.

Ya en el desayuno mis nanas me tienen todo preparado.

"Buenos días mi niña" Me saluda Nana Rosita la cual la conozco desde que nací.

"Buenos días mi viejita". Le doy un beso en su mejilla y otra en la frente para luego sentarme en la isla que está dentro de la cocina. "¿Como amaneciste?"

"Excelente cariño" Dice.

"Eso me alegra demasiado" Tomo un poco de café recién hecho. "El pequeño Andy, ¿Como va en la escuela?" Pregunté.

"Jajaja para que te cuento mi niña" Se carcajea "Dice que le dejan muchas tareas y que no le gusta, que lo suyo es cuidar de Savage y no toda esa payasada de escribir".

"Oh miralo, tendré que hablar seriamente con él porque ningún hijo mío se queda sin estudios chingaos, como de que no".

"Eso lo se niña, he platicado con él por la mañana, que si le va a hechar ganas al estudio porque quiere ser como tú." Comenta mientras se sienta a comer a mi lado.

"Te prometo nana, que será mil veces mejor que yo. Eso te lo puedo asegurar."

Andy es hijo mío y de la hija de mi nana, no puedo asegurar de cómo sucedió o como se presentó la oportunidad. Solo recuerdo haber estado en mi habitación desnuda y un cuerpo a mi lado, Tessa es una buena chica, estudiosa, la cual yo me encargue de arruinar, yo arruine su vida. Ella me ha dicho miles de veces que el error fue de ambas no me quito con esta culpa. Andy con seis años de edad es un niño muy inteligente.

"Bueno nana, yo me paso a retirar porque tengo que ir con los muchachos hasta atrás donde están el ganado y los caballos cerreros." Levante la loza que utilicé, comencé a fregarmi antes de irme.

"Ya andate, yo termino de lavar eso." Me dice algo efusiva.

"Hay nana, puedo hacerlo, así que tampoco quiero dejarte con mucho trabajo."

Entre a las caballerías para poder colocarle la silla a mi potro, era blanco. Ya tiene menos de cuatro años que nació en hasta atrás de las parcelas con los caballos cerreros. Había citado a los chicos a las 8 para salir, el cual cuando salí ya todo estaban hay con algún caballo en montado.

"Buen día Caballeros" Dije y escuche al unísono su respuesta. "Gracias por venir y estar siempre aquí conmigo, bueno el día de hoy será un poco más tedioso el asunto, tal vez tendrémos que venir tarde de allá, verificaremos que ninguna yegua este pariendo, alguna vaca igual, las vallas de donde están los potros la vamos a reforzar un poco, luego de eso iremos a arrear los becerros que criaremos para toros." Terminé de anunciar eso y subí agilmente a mi caballo.

"Patrona antes de que se me olvide, usted ayer nos dijo de que íbamos también a ponerle las herraduras a los caballos". Comentó Pablo, el capataz.

"Chingaos, si es cierto" Puse mi mano en el mentón. "Pero eso lo haremos ya cuando estemos de vuelta"

Emprendimos marcha, llevamos bebidas, algo de comida haber y si no se nos echaba a perder con el calor hasta cierta hora.
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Mientras tanto en otro sitio pero en el mismo pueblo estaba Carlos Pimentel tratando de solucionar la venida de una banca Rota para su hacienda. Aparentemente tenía tantas cosas que pagar para cierto tiempo, su familia estaba enterada de la quiebra o el acontecimiento que sufrirían por causas de malas inversiones. A pesar de que Karla era una chica arrogante era consciente de la situación, tenía problemas de bipolaridad, en casos era humilde y honesta. Pero las circunstancias que vendrá en su vida la harán otra persona.