Lisa 46

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Finalmente las dos chicas faltantes volvieron a la mesa, como un perdigón Rosé corrió a sentarse junto a Jennie quien ignoraba su llegada.

—¿¡Qué te pasa?!—Le preguntó fastidiada por su tormentosa presencia.

—¿Preguntó por mi? ¿Qué le dijiste? ¿Qué dijo?—Como una bomba, soltó aquella cantidad de preguntas que el grupo tardó en comprender.

Esta la sacudió de su brazo para volverse a enfocar en su lectura.—Dijimos que saliste al baño, déjame.

Lisa iba a sentarse junto a sus amigas pero de la nada Jin se apareció al sitio con su ceño fruncido, arrebatándole el espacio junto a Jisoo.

Quedó en shock por unos segundos intentando procesar lo sucedido ¿Acaso estaba enojado con ella? Su mirada clavada en la rubia podía decirlo a simple vista, pero la misma decidió ignorarlo.

Aunque si lo pensaba, no solo él acaba de actuar como si no existiera, también Taehyung había actuado de igual manera hace unos momentos.

¿Había hecho algo mal?

Al menos debía hablarlo con el castaño, porque con él ignorándola, no se quedaría para nada tranquila, así que sin sentarse junto a sus amigas, se despidió para buscar al chico.

Apenas saliendo de la cafetería lo encontró, como si estuviera esperando ahí por ella.

—¡Taehyung!—Rápidamente se acomodó, para encontrarse presentable ante él.

—Lis ¿Qué ocurre?—Preguntó acercándose aún más a ella.

Por alguna razón comenzó a sentir nervios por su cercanía.—Yo-.—Tragó saliva.—Me preguntaba si dije algo que te molestó o...—Su repentina risa hizo que sus piernas flaquearan un poco ¿Qué se suponía que significaba su reacción?

Este pasó su brazo por encima de los hombros de la rubia, acercándola en un pequeño abrazo.— Almorcemos tu y yo en la biblioteca, no acepto un no por respuesta.—Con una sonrisa se dejó arrastrar por él.

En poco tiempo se encontrarían en el sitio lleno de libros en la mesa más escondida del lugar, riéndose en silencio de lo que decían, a la vez que compartían su almuerzo.

Poco a poco las risas pararon hasta que Taehyung decidió preguntarle algo a Lis.

—Oye ¿Quieres unirte al club de fotografía?—Subió su mirada sorprendida.—Así mientras tus compañeros vemos deporte, tu podrías estar en el salón de fotografía, o tomándome fotos a mi.—Se inclinó sobre la mesa.

No debió pensarlo mucho para que su respuesta fuera positiva.—Claro que quiero.—Dijo sonriente.

—Perfecto, porque te traje esto.—De su bolso sacó una pequeña cámara algo vieja y con notorio uso.—Fue mi primera cámara al unirme al club, y me encantaría que fuera tuya.—Al tomarla sus dedos rozaron dejando un cosquilleo en sus delicadas manos.

—Tae... muchas gracias.

Con una sonrisa carraspeó su garganta.—Hoy en la noche iremos a comer después del partido de Bascket, no sé si quisieras venir.—Esta emocionada asintió.

Y así fue, pasó el resto del día pensando en aquella salida, tanto que le escribía a su doctor, ahora representante legal, pidiendo permiso para ir, quien igual accedió, pero únicamente si asistía con Bambam.

Finalmente cuando llegó al partido no se encontró directamente con Taehyung, pero si pudo enfocar fácilmente a sus amigas; se sentó junto a ellas, sin darse cuenta de quien tenía al lado siquiera.

De no ser por un humo olor a fresa no se habría dado cuenta de que el chico a su lado era Jungkook, sosteniendo un cigarro electrónico, automáticamente volteó sus ojos, no entendía como a la gente le podía gustar fumar esas cosas o como los profesores alrededor hacían caso omiso solo porque era agradable al olfato.

—Hey, no me trates así.—Al lanzarle aquella mirada fulminante al objeto en su mano dió a entender el mensaje.—Está bien.—Este lo guardó en su bolsillo.—¿ves? Ya no está. Ahora, ¿cómo estás Lis?—Juntó sus manos.

—Bien ¿Y cómo estás tú? Que raro que no estás jugando.—Burló.

Buscando ignorar su punzante mirada encontró a Taehyung al otro lado de las gradas, junto a un grupo de personas que también sostenían cámaras, este lo notó y la llamó, sin dudarlo fue hasta allá.

Sostenía sus sudadas manos mientras se acercaba esperando causar una buena impresión ante los compañero de Tae.

—¡Lis!—La abrazó por encima de sus hombros y la arrastró frente a sus compañeros.—Ella es la nueva integrante del club de fotografía, por favor trátenla bien.—Sonriente se reverenció ante ellos.

No prestó atención al resto del partido pues su atención estaba puesta en el único chico guapo que no estaba jugando, disfrutaba más verlo sonreír y celebrar que ver el partido ella misma, o al menos eso pensaba, intentando ignorar el extraño nerviosismo que le generaba.

Finalmente se encontraban ya en un pequeño bar de pizzas, celebrando la grandiosa victoria que trajo su equipo a su preparatoria, chocando copas de alcohol en el aire, compartiendo sonrisas y anécdotas.

Aunque faltaban tres chicos en aquella celebración, uno de esos el protagonista de aquella victoria.

Heartbeat »Lizkook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora