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Neil extrañaba la satisfacción de colgar de golpe. Estaba exhausto, y a pesar de lo mucho que amaba a su familia de Foxes, tener que hablar y mensajear con todos todo el día no estaba ayudando. Especialmente porque no podía conseguir decirles que Andrew aún no lo reconocía. Wymack podía imaginar que obviamente había algo más en la historia que Neil estaba contando, pero no presionó.

Neil tenía dos semanas antes de su primer juego de campeonatos para resolver esta mierda.

Se detuvo en la recepción para preguntar si Andrew tenía permitido comer helado, y una de las enfermeras le prometió traer un poco con su cena. Cuando llegó a la habitación se detuvo en la puerta; Andrew caminaba por el cuarto con el cauteloso apoyo de Nancy, la fisioterapeuta. Neil sintió una sonrisa extenderse en su rostro, luego controló su expresión cuando Andrew lo notó. A juzgar por la molestia en esos ojos color miel, no lo había corregido lo suficientemente rápido, pero no le importaba.

Cuando Nancy se fue, Kevin guardo su laptop y la siguió, agarrando el brazo de Neil y jalándolo hacia el pasillo. "Andrew me preguntó sobre cómo nos conocimos."

"¿Qué le dijiste?"

"Lo mismo que el doctor le había dicho antes, básicamente, menos todos los horribles detalles médicos. Pero él, eh, preguntó sobre ti."

Neil sintió que su corazón se aceleraba. "¿Qué preguntó?"

Kevin se rascó la parte trasera de su cuello y mira al suelo. "Um, él pregunto si estábamos juntos."

Eso no le sorprendía a Neil; había sospechado que Andrew había estado interesado en Kevin en algún punto. "¿Tú y él?"

"No, tú y yo."

Neil se rio y Kevin se sonrojo. "¿Qué le dijiste?"

"¿Qué demonios piensas que le dije? Por supuesto que le dije que no." encontró los ojos de Neil. "Pero se estaba preguntado." Kevin golpeó a Neil en el hombro. "Tengo que irme si quiero llegar a mi vuelo. ¿Hablamos pronto?" Neil asintió y Kevin se fue. Quería hablar con Andrew, para ver qué estaba recordando, pero ya estaba durmiendo.

Neil estaba trabajando en la tarea que su profesor le había mandado por correo cuando escuchó un suave golpe en la puerta, encontrando a un hombre de mediana edad que reconoció como uno de los entrenadores de Andrew asomándose en la habitación. Andrew no se había despertado, por lo que Neil se paró y dirigió el hombre al pasillo, cerrando la puerta detrás de él.

El entrenador lo miraba con consternación. "¿No eres Neil Josten?"

"Sí." Mierda.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

"Vine para ayudar a Andrew."

"Sí, pero, ¿por qué?"

Neil lo miro a los ojos. "Tiene una lesión cerebral traumática."

"Lo sé, pero, ¿por qué estás aquí?"

"Porque él está en la ICU, no puedo realmente ayudarlo desde Carolina del Sur."

El hombre se rindió. "Bueno, me gustaría verlo."

"Está durmiendo, como acabas de ver." El hombre se cruzó de brazos y lo miró. Neil no se alteró. "¿Quieres que lo despierte cuando se está recuperando de una serie lesión en la cabeza?"

"¿Qué eres, su perro guardián?"

Neil puso la sonrisa de su padre. "Algo así, sí. Estaré feliz de tomar su número y hacerte saber cuando esté despierto para visitas."

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