Segunda oportunidad |WangXian|

IV. Una cita.

Descansó durante algunos días, las molestias en su cabeza se esfumaron con suficiente descanso, ahora solamente tenía que esperar que la herida sanara como para que pudiesen quitarle los puntos.

Limpió su herida y colocó gasa nueva, tomó una sudadera y se colocó los zapatos, había quedado en ir a recoger a Jiang Cheng a la escuela así que se encaminó hacia Gusu, faltaba un poco para que el horario de clases terminara, pero no importaba porque su hermano iba a esperarlo, tenían planes junto con Huaisang.

Las clases con un tutor iban a comenzar al día siguiente, se sentía extraño de saber que iba a tener un maestro solo para él, se sentía culpable por hacer que los Jiang gastaran en él.

Se detuvo frente a la puerta de Gusu, no había demasiados alumnos a pesar de que era la hora de salida, metió sus manos a su bolsillo y esperó, sin suerte.

Se sentó en la banqueta por más de media hora, pero Jiang Cheng nunca salió, tomó su celular, viendo que tenía un mensaje.

"Wei Ying, iré a una cita con Wen Qing, olvidé avisarte".

Bufó, golpeando sus pies contra el piso un par de veces. Ni si quiera Huaisang había salido para, por lo menos, arrastrarlo al centro comercial. Alzó la mirada, Lan Zhan caminaba con toda tranquilidad hacia la salida de la escuela, el chico se veía realmente apuesto con el uniforme de Gusu, su piel nívea resaltaba demasiado y su rostro y ojos negros y... ¿Qué carajos estaba viendo?

— Oi ¡Laaaaan Zhaaan! —saludó, un poco más escandaloso pues él ya no era alumno de Gusu.

Contrario a lo que pensó, el chico se detuvo, lo miró y habló.

— ¿Has estado bien? —cuestionó.

— Sí, ya no me duele tanto.

— Mn.

Pero Lan Zhan se dio la vuelta, dejándolo con ganas de seguir hablando, entonces se le ocurrió una idea.

— Laaaan Zhaaaan —lo llamó, poniéndose de pie y limpiando sus pantalones—. ¿Te preocupaste por mí? Me llevaste al hospital, déjame agradecerte con un café, ¿Ah? Sería... ¡Una cita!

— Ridículo.

Lo vio subirse al auto más no arrancó, parecía estar ocupado con su mochila, quizás buscando algo. Estaba a punto de cruzar la calle cuando un auto y una velocidad mayor a la permitida en zona escolar, pasó rápidamente frente a él y se detuvo, Wen Chao bajó de este y no se veía realmente amable; sabía que su ira iba dirigida a él.

Luego de que su padre lo obligase a disculparse, había estado satisfecho con tal acción, le había causado un poco de alegría verlo de esa forma, más tarde, pensó que quizás aquello iba a causarle problemas, el chico se veía realmente vengativo y lo corroboró en esos momentos.

— Ah, mira a quién me vengo a encontrar, ¿No habías sido expulsado?

Lo ignoró, se giró en dirección al auto de Lan Zhan.

— Claro, tienes que esconderte detrás de una orden de alejamiento, tus padres ni si quiera confían en que puedes defenderte —dijo con sorna—. Ah, es cierto, ellos ni si quiera son tus padres, ¿Lo sabes Zhu Liu? Los Jiang hicieron caridad con Wei Ying, pobre huérfano.

Se detuvo de golpe, Wen Chao no tenía derecho de hablar de sus padres o los Jiang.

— Antes de hablar de mis padres o los Jiang, asegúrate de lavar tu asquerosa boca con cloro y jabón.

Wen Chao rió, escupiendo al suelo. Se giró, no podía evitar apretar fuertemente sus manos, sentía enojo, ira y muchas ganas de llorar y de golpearlo. Dio un par de pasos hacia él, pero una mano firme lo detuvo agarrándolo del hombro, se giró a ver quién era, el olor a sándalo llegó a su nariz.