Diario de Mark, un perro abandonado

Un pequeño cachorro

Deambulaba por las calles buscando algo que poder comer. Ya llevaba un buen rato andando, pero no encontraba nada. Hasta que oí una voz muy débil.

"¿Hay alguien ahí? Ayuda por favor." Decía la voz. Al acercarme al sitio de donde venía vi una caja de cartón, y al mirar dentro ví a un cachorro, un labrador igual que yo.

Mark : ¿Estás bien pequeño? ¿Donde esta tu mamá?

"No tengo mamá, soy un perro callejero."

Mark : Igual que yo.

"Pero si tú tienes un collar."

Mark : Si, pero mi dueño ha muerto y han derribado mi antigua casa. ¿Pero que haces en esa caja?

"Buscaba un sitio para dormir. Esta caja estaba de pie, pero cuando me desperté estaba así y no podía salir."

Mark : Espera, yo te saco.

Agarré al pequeño por el cuello y lo saqué de la caja. No se porque, pero algo dentro de mí me dice que debo protegerlo.

Mark : Bueno, vámonos.

"¿Eh?¿Nos?"

Mark : Te vienes conmigo. Si te dejo aquí solo es cuestión de tiempo que acabes muriendo.

"Oh, vale. ¿Como se llama señor?"

Mark : Me llamo Mark, y no hace falta que me llames señor. ¿Como te llamas tú?

"Yo no tengo nombre. A lo mejor podría llamarme como tú dueño, así seguiriais juntos."

Mark : Hmm. Mi dueño se llamaba Johnatan, pero creo que a ti te queda mejor Jhonny.

Jhonny : Pues a partir de ahora seré Jhonny.

Jejeje. Me gusta este chico. A partir de ahora yo cuidaré de él. Lo es así como me lo esperaba, pero creo que mi suerte ya ha empezado a cambiar, porque ahora vuelvo a tener a alguien junto a quien estar.

No importa lo que cueste, yo me encargaré de hacer feliz a Jhonny.