Seokjin dejó escapar un suspiro y se frotó las sienes lentamente. Sus hombros estaban encorvados desde que se había sentado en un largo banco de acero inoxidable, sus informes presupuestarios extendidos frente a él. Los números comenzaban a nadar frente a sus ojos, y casi podía escuchar el tono amenazador del reloj en la pared, diciéndole que estaba en la pequeña cocina mucho más tarde de lo que debería.
Era la vida del dueño de un pequeño negocio, supuso.
Sweet paradise había estado en la familia desde antes de que Seokjin naciera. Podía recordar pasar la mayoría de los días sentado en un taburete en la cocina, ayudando a su abuela a medir tazas de harina y mezclando glaseado de diferentes colores para sus pastelitos. Cuando comenzaba la escuela primaria, su madre siempre se detenía en la tienda después de recogerlo a él y a sus hermanos mayores de la escuela, y tenía media hora de tarea antes de que a Seokjin se le permitiera ayudar, llenándose de polvo de harina pero teniendo el mejor de los momentos de su vida.
Cuando llegó a la escuela secundaria, había sido excluido de la panadería, su abuela insistía en que su enfoque debería estar en sus estudios, y no en pasteles y pastelitos. Fue entonces cuando Seokjin decidió hacer algo con su vida, y se decidió por un título en negocios en lugar de seguir a sus hermanos en arquitectura.
Había pasado un año en su carrera cuando su abuela había enfermado gravemente; lo que significa que las obligaciones de la panadería recayeron en la madre de Seokjin y su tía, pero ninguna de las dos podía hacer el pastel de vainilla paradise como su abuela.
El negocio disminuyó casi tan rápido como la salud de su abuela, y cuando Seokjin estaba a la mitad de su carrera de cuatro años, ella ya no estaba y la familia hablaba de vender lo que quedaba de un negocio que alguna vez fue próspero.
El miedo y la incertidumbre que Seokjin había sentido en su estómago ante la idea de que Sweet Paradise no estuviera en su vida era palpable. Había esperado que sus hijos terminaran algún día en la cocina, midiendo la harina como él. Pero cuando escuchó a escondidas la discusión de sus padres, y cuán firmes parecían acerca de vender, fue cuando Seokjin decidió elegir la opción de la locura total y absoluta.
Lo había investigado: seguros comerciales, cifras, costos de funcionamiento, rotación de personal, y en dos semanas, había descubierto cómo aumentar la garantía para hacerse cargo del arrendamiento.
Sus padres se habían sorprendido, y Seokjin no se había sentido seguro acerca de su decisión hasta que se dieron cuenta de lo serio que realmente era. No estaba listo para dejar ir a Sweet Paradise, su abuela y sus recuerdos. Ella le había enseñado todo lo que sabía, y Seokjin no podía ver la pastelería cerrada sin que él hiciera todo lo posible por mantenerla viva.
Aplazó su título y decidió completar su curso en la escuela nocturna para poder trabajar en la pastelería durante el día, y fue difícil, probablemente lo más estresante que había hecho, y habían pasado meses antes de que él consiguió una ganancia, y había pensado en dejarlo mil veces al día, pero al final de cada día, se sentía tranquilo.
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Sweet Paradise (Yoonjin-Sin)
FanfictionKim Seokjin tiene el corazón roto pero cierto obrero de la construcción llegará a su vida para arreglarlo.