Único capítulo

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Itachi y yo conocimos un amor que durará para siempre si nunca amo de nuevo, al menos sabré lo que es amar de verdad. Algo tan raro y hermoso que es difícil sentirlo de verdad. Y estoy agradecida porque experimente lo que no muchos logran.

Tenía 19 años cuando lo conocí, era mí compañero de la Universidad, era dulce, atentó, inteligente, agradable y por supuesto guapo. Aunque eso era algo que no admitiría en voz alta por la vergüenza que sentiría.

Lo había estando observando a la lejanía durante un buen tiempo, muchos dirían que era acoso pero no podía evitarlo, el era perfecto.

Al principio creí que solo administración ya que el poseía todo lo que yo deseaba, pero luego con el tiempo me dí cuenta no que era así, lo que sentía no era admiración si nos más bien ¿amor?.

No conocía muy bien su significado ya que nunca había sentido un amor así, sentí el amor que una hermana le da a sus hermanos, sentí el amor que una hija le da a sus padre, sentí el amor que una amiga le da a sus amigo, incluso sentí el amor que una persona le puede dar a objetos materiales. Pero nunca sentí el amor que una mujer le entrega un hombre, ese amor era una combinación rara de todos los sentimientos pero eso no evitaba que se sintiera bien, era agradable y cálido a la vez. Si una vez sentiste o sientes lo que yo te describo felicitaciones acabas de entrar a la etapa más hermosa que puedes imaginar, la etapa más conocida de todas y se llama amor.

Un día cualquiera exactamente un 22 de septiembre me decidí por hablarle, no sabía exactamente lo que le diría pero si sabía que le diría "Hola" si es algo básico que cualquier persona dice cuando quiere empezar una conversación pero no tenía nada mejor que decir y eso que había practicado bastante, incluso le hable a mí espejo en modo de práctica pero quién no lo a hecho.

Camine a paso a tembloroso hacía el, como si mis piernas fueran de gelatina, pero no quería retroceder como ya lo había hecho anteriormente, no claro que no, hoy seria el día. Me detuve cuando ya estaba a un metro de distancia de el por miedo de que estuviera invadiendo su espacio personal.

Lo encontré solo eso me pareció raro ya que siempre estaba acompañado por su amigo y primo shisui, Pero decidí no prestar atención ya que la idea de no demostrar lo nerviosa que estaba era lo esencial para mí.

Separe los labios para decir hola y empezar una conversación que solo dios sabe lo que le diría pero al final no fue necesario ya que el me ganó.

_Hola_ Me saludo con esa voz tan clara y precisa que me hacia derretir, ¿había algo que el no pudiera hacer?.

_H-Hola_ saludé tratando de imitarlo cosa que no logré. Nos quedamos en un silencio incómodo yo tratando de articular alguna otra palabra y el observando me. Baje mi rostro y haciendo que mi flequillo me tapara, pero el seguía mirándome ¿Es qué acaso tenía un grano? O ¿por qué me mira así? Pero luego lo descubrí me dijo algo que nadie me había dicho antes.

_Sabes algo_ levanté mi mirada por curiosidad de lo que el me diría_ Tus ojos son del mismo color que el brillo de las estrellas,... Me gusta.

Sabía que a las personas les gustaba mis ojos, pues ya antes me los habían comparado con dos perlas y por eso me gustaban pero ahora los amaba más.

_¡Gracias!_ exclamé de felicidad sin medir el volumen de mi voz_ lo siento_ dije rápido. Por qué creí que lo había hecho enojar, pero sorprendente no fue así solo se rió. Su sonrisa era como un coro de angeles.

La Luz que me diste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora