NxtWave: El ejército de la montaña.

Capítulo 24: Piezas del rompecabezas.

El mayor de los diakrinos se pone sobre sus pies para salir del cuarto y saludar a los jóvenes visitantes. Miguel Bautista responde a la mano extendida con la misma amabilidad que su jefe, así lo hace también Flaming Wave quien con una sonrisa y unas firmes palabras se atreve a animar al hombre sobre la calamidad de su esposa.

- ¿A qué debo su visita?- pregunta Gerardo Ponce sin perder la cordialidad.
- Es un asunto delicado, debemos esperar al General Corson para poder hablar- responde el otro diakrino.

A pesar de la intriga generada, Gerardo Ponce decide atender al proceder de los wavers.

- ¿Les provoca algo de tomar?- Ofrece el hombre, luego vuelve su mirada dentro de la habitación- ¡Erika!, ven-
- No, muchas gracias, no tiene porque molestarse- dice tiernamente Nora.
- No es molestia- refuta el diakrino.

La pelirroja sale de la habitación un par de segundos después de escuchar el llamado. Después de saludar a los que están en el pasillo, Flow Wave recibe atenta las indicaciones de su padre, obediente se dispone a ir por cafés para los allí presentes no sin antes invitar a su amiga de la habitación para que la acompañe.

- ¡Norita!- Dana se lanza emocionada sobre la que considera su hermana mayor.
- ¡Que bueno verte!- Flaming Wave corresponde al abrazo.

Dedican un instante para cruzar un par de palabras. Cuando terminan de actualizarse, Dana y Erika salen disparatadas por el encargo. Gerardo Ponce invita a los demás a seguir al cuarto.

A unos cuantos metros por el mismo pasillo, Static Wave espera recostada en la pared con la mente elevada a que adentro Javier Gómez tenga éxito con Thomas. El diakrino busca mantener un diálogo e indagar un poco más en el estado del enfermo.

- ¿Cómo dices que es tu nombre?- pregunta Javier.
- Aramis Desmemoris- el Mosquetero habla con un suave murmullo debido a su estado de sedación, por la misma razón no se mueve y permanece con sus ojos perdidos en el techo blanco.
- ¿Y por qué dices que te llamas así?-
- No entiendo la pregunta, Aramis Desmemoris es mi nombre-

El diakrino toma un segundo para pensar. Suspira suavemente y después continúa.

- Cuéntame tu historia, Aramis-
- Yo… - el joven queda pasmado, por más que hace memoria no logra descifrar su pasado- No recuerdo nada-
- ¿Sabes quién es Thomas Ávila?-
- No-
- Mira esto- el hombre le acerca una tableta electrónica.

El Mosquetero no tiene el ánimo suficiente para mover su cabeza, se conforma con bajar lentamente su mirada y así fijarse en la foto que Javier le muestra. Se ve a sí mismo, con su traje, sonriente y vigoroso como lo era antes.

- ¿Puedes ver que eres tú?- expresa entusiasta el diakrino. Thomas no dice nada- ¿Sabes quién eres? Eres un guerrero, perteneces al ejército que Dios llamó en la tierra ¿puedes recordarlo?

El joven está tan perturbado que no es capaz de pronunciar palabra. Javier continúa con otras fotos explicando a detalle el contexto de cada una. Thomas y su familia, Thomas entrenando a los niños, Thomas con su escuadrón de wavers,  Thomas con otros jóvenes en la mansión y así cada una sucesivamente; una nueva imagen de Thomas aparece, en este caso se muestra su identificación con todos sus datos personales.

- Si ves aquí- señala el diakrino en la pantalla- dice tu nombre, dice que te llamas Thomas Ávila-

La confusión es cada vez más grande, el Mosquetero no entiende porque ninguno de esos sucesos están en su mente. Quiere desesperadamente parar con la conversación, se siente fatigado emocionalmente. 
El diakrino revela una imagen más, está vez una emotiva foto de Christy y Thomas, la pareja se abraza demostrando su profundo amor.

- Mira, ella es Christy, tu novia, ustedes se aman, van a casarse-
- No, no es cierto- dice por fin el Mosquetero, habla suave pero es claro que está consternado. Comienza a agitar su cuerpo intentando sin éxito escapar de allí, continúa con los pies y manos atados a la cama; aunque así no lo estuviera, el sedante lo mantiene sin las fuerzas para levantarse- Ella es mala, ella me va a lastimar-
- ¿Por qué dices eso Thomas?-
- ¡No soy Thomas!, él me lo dijo, él me lo dijo- lágrimas de desesperación brotan del muchacho.
- ¿Él? ¿Quién es él? ¿Qué te dijo?  ¿Thomas por favor dime quien te hizo esto?-
- ¡Ya basta! ¡Por favor ya basta! Yo no soy ese Thomas, soy Aramis-
- De acuerdo… Aramis, ¿qué es lo primero que recuerdas?-

Cortas escenas como fugaces destellos de recuerdos aparecen en la mente del Mosquetero, él caminando desconcertado por la mansión, él atacando a Christy, él siendo abordado por gente que no conoce, él luchando contra Flaming Wave. Sin saber como, en ese desorden de ideas, se ve en el salón desorientado y sabe que allí ha sido el comienzo.

- El salón, yo estaba en el salón- expresa  Thomas desesperado.
- ¿El salón?- Javier Gómez reflexiona para sí- El salón donde entrenas a los niños. ¿Qué más recuerdas? Vamos Aramis has un esfuerzo-
- ¡No sé más!, no quiero seguir haciendo esto- la frustración del joven se manifesta, Thomas se entrega al llanto por completo.
- De acuerdo, todo esta bien, dejaremos así por hoy-

El diakrino no insiste más. No sirve para nada alterarlo, Javier tendrá que ser más cauteloso.   Poco a poco el Mosquetero recobra la tranquilidad.

El silencio reina en la habitación. Los Ponce intentan asimilar lo que acaban de escuchar, el General Corson comparte el sentimiento de asombro.

- Sabemos que Wardjan no volvió a su apartamento en la ciudad, enviamos a un informante a su edificio para verificarlo, ¿Hay algún lugar donde crean que podamos encontrarlo?- pregunta Flaming Wave.
- No que yo sepa- Gerardo Ponce termina de un solo sorbo el café que le falta, se levanta del sillón intentando no perder la cordura y se dirige hacia la papelera- siempre me pregunté por qué mi papá había venido ese día a la mansión y más sin avisar, él siempre decía que estaba muy ocupado y que no tenía tiempo-

El hombre hace una pequeña pausa para botar el vaso,  luego se vuelve a los demás y comienza a caminar por el lugar.

- Hablamos del tema ese día, él me dijo que estaba preocupado por lo que NtxWave estaba haciendo, yo le dije que no había de que afanarse y pensé que se había tranquilizado; pero por lo visto todo era mentira y estuvo fingiendo todo el tiempo-

Y estando allí, parado en mitad de la habitación, meditando en las circunstancias, Gerardo Ponce descubre la verdad. El tiempo parece detenerse, con una mirada de espanto el hombre se fija en su esposa doliente y siente un frío que le recorre todo el cuerpo.

- Ese día compartimos en familia y al poco tiempo Nancy enfermo- a duras penas el hombre puede hablar y aunque desea estar equivocado, sabe que no es así.
- ¿Papá qué estás diciendo?- Erika se mantiene incrédula, se suelta de Dana que ha estado abrazándola todo el tiempo y se acerca a su padre-¿tú estás insinuando que mi abuelo le hizo esto a mi mamá? -
- Sí hija, ahora lo veo-
- ¡No! Eso no puede ser cierto, ¿qué amenaza representa mi mamá? -
- Tu mamá no, pero tu papá sí- interviene el General Corson.
- Él quería mantenerme alejado de todo, si yo hubiera estado pendiente de lo que pasaba en la mansión lo hubiera descubierto, atacó a Nancy para sacarme a mi del camino-
- ¡No! Abu no es así- Erika siente su corazón romperse en mil pedazos y el dolor la obliga a llorar desconsolada. Gerardo se apresura a envolverla en sus brazos y consolarla mientras que él mismo también se encuentra devastado.
- Jefe, sé que debe ser difícil, pero tenemos que encontrar a Wardjan lo más pronto posible. Si lo encontramos a él hallaremos a Sound Wave y, por supuesto a la criatura que está detrás de esto- dice Miguel Bautista.
- Es una criatura religiosa- replica el General Corson.
- Así es, un robot por lo que vi-
Y no solo es por Stevie, Wardjan tuvo el tiempo suficiente para causar más daño, no sabemos qué más hizo- se pronuncia Flaming Wave.
- No se preocupen, me pondré al frente del caso de inmediato- Gerardo Ponce se recupera del golpe.

Sin duda hay sentimientos encontrados, una mezcolanza de emociones que deja un sin sabor a todos los que están allí.
¿Qué depara el futuro? El General Corson aún tiene presente su visión y con lo que acaba de pasar termina por convencerse de que el enemigo se encuentra más cerca de lo que pensaba.