¡Sí! Claro que sí.

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Notando la falta de Chris a su lado durante tanto tiempo la extrañó, así que Beatriz fue en su busca.

Lo que menos esperaba era encontrar a todos reunidos cuchicheando, y por experiencias anteriores dió media vuelta, no sin antes comprobar que no se habían dado cuenta de que los vió. Como si no hubiera pasado nada.

Tras volver a su sitio, su mente se preocupó de imaginar lo que podría estar pasando, quizá algo raro o más probablemente una tontería que se estaba perdiendo. Pronto descubriría de qué se trataba, hasta entonces seguiría prendada de las vistas y absorta en sus pensamientos.

— Bea —la llamó Arturo.

— Eh, Hola —dijo despistada, volviendo a la realidad— es increíble, ¿verdad?

— La verdad es que estoy un poco que no me lo creo —dijo mirándola— Mírate, madre mía, estás aquí trabajando en lo que te gusta y con ese tiarron de ahí...

Con esas palabras Beatriz se ruborizó un poco, lo que sólo ella notó gracias a que la luz era escasa como para distinguir unas mejillas sonrojadas.

— Yo tampoco me lo creo mucho, es que es como cuando estás soñando, tan real y demasiado bueno para ser verdad.

— Entonces mejor no te pellizco, ¿no.... o sí? —dijo con tono burlón.

Sin decir palabra Arturo entendió el mensaje con la expresión facial de Beatriz. Su típica cara de asesina, como solían decirla, surtió efecto.

Arturo se dió cuenta de que Alyson se acercaba, sabía lo que eso significaba.

Ella se acercó a Beatriz por detrás, quien respondió con un leve respingo del pequeño susto.

— ¡Beatriz, tienes que venir corriendo, es Chris, no sé qué le pasa! —exclamó y Beatriz cambió su cara a una de preocupación y siguió a Alyson, detrás las seguía Arturo.

Entonces Alyson frenó de golpe, y paró a Beatriz justo a tiempo de evitar que se chocaran.

Pasaron unos segundos hasta que Beatriz de percató de que estaban sólos, los cinco, y de que algo raro pasaba.

No entendía nada pero la preocupación seguía dibujada en su cara ahora con un toque de curiosidad y confusión.

Iba a articular palabra cuando siente unas manos tapando sus ojos, nublado su vista.

— Chris, sé qué eres tú, me estáis mosqueando —dijo acelerada.

— Shh

Intentó quitar esas manos de sus ojos sin resultado, y un instante después de darse por vencida su vista fue liberada.

Chris estaba frente a ella, a un par de pasos, quizá tres, detrás de él estaban Alyson, Arturo, Lisa, Scott y Bob, así que Sebastián era quien la había tapado los ojos, el cual se apresuró a situarse con los demás.

Beatriz notó cómo de pronto tiritaba, estaba nerviosa y mucho, pero lo supo por tiritar no por sentirse así.

Estaba con los pies clavados en el suelo y sus ojos en Chris.

Dando un paso al frente, Chris se acercó a Beatriz y se agachó indicando una rodilla en el suelo.

- OH DIOS MÍO -pensó Beatriz.

  >Beatriz, te quiero, te amo más de lo que imaginas y te amaré hasta el fin de los tiempos, se que serías tú nada más verte —la voz de Chris se quebró un poco en parte también porque de los ojos de Beatriz estaban apunto de brotar unas lágrimas, ella le miraba atentamente— por eso sería mucho más que un gran honor que me hicieras un favor... —sacó de su bolsillo una cajita y la abrió a la vez que dijo— ¿Quieres casarte con migo?

Beatriz se tapó la boca con las manos, evitando el llanto, todos esperaban ansiosos su respuesta al tiempo que intentaba articular palabra. La mirada de Chris inquiria respuesta.

— ¡Sí! Claro que sí. ¡Mil veces si! —exclamó al fin acercándose a Chris, que tomó su mano para ponerla el anillo, y se levantó para fundirse con ella en un tierno beso y úm gran abrazo.

Los demás estaban aplaudiendo, silbandoe emocionados. Alyson sacandoles fotos y Sebastián grabandolo en video.

— Te amo Chris, te quiero, te quiero, ¡Te quiero! —Dijo Beatriz besándole otra vez con más pasión.

— Yo también te quiero —respondió Chris, juntando sus frentes, mirándola a los ojos y sonriendo ampliamente.

— Sois todos unos cabroncetes —dijo Beatriz secándose las lágrimas— me la habéis colado buena, me habéis engañado bien, ¿eh?

Todos se rieron y felicitaron a la pareja, a los recién prometidos mejor dicho.

— ¡Esto habrá que celebrarlo! —Exclamó Scott.

— ¡Que sea con champagne! —añadió Alyson.

Todos bajaron y salieron a la calle para ir a un restaurante cercano que había reservado Chris con ayuda, ya que todo fue un poco precipitado.

Los prometidos ralentizaron el paso, separándose así del grupo.

— He de decirte que ha sido un plan precipitado, era una sorpresa para tu cumple pero como Arturo estaba aquí, y de todas formas iba a pasar pues....

— Chris, eres un encanto, estoy que no quepo en mí, eres el mejor. Pero no te preocupes que ya te la devolvere porque me has echo pasar un rato...

— Con lo de encanto ibas bien...

— Calla anda y bésame —>

No tardaron en llegar al restaurante, además el resto acababa de llegar.

Esa noche llenaron el restaurante de ruido con tanto escándalo.

Se dedicaron a contar cómo tramaron el plan a lo loco, hubo bromas de por medio y muchas risas. El ambiente entre ellos era muy alegre, tanto que ni Beatriz ni nadie notaron que Arturo no estaba al 100%

Una Vida Soñada. I © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora