Capítulo 2

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Entró al que sería su próximo cuarto, no había muchas cosas.
Solo era una cama, una mesita de noche y un clóset.
Dejó en una esquina de la habitación su maleta, para después sentarse en la orilla de la cama y pensar que sería de el en esa casa.

Era de mañana, aproximadamente las siete. El mexicano bajó a la cocina para preparar algo de desayunar, ya que desde la noche anterior no había cenado nada.
Cuando estaba cocinando no se dió cuenta de una pequeña presencia que estaba junto a el, sintió unos ojos posarse en el. Volteó y vió a un pequeño niño con ushanka, sonrió levemente para después preguntarle:

›Hola pequeño, ¿cómo te llamas?

El pequeño miró al más grande para luego decir:

›Mi padre dijo que no hablara con las personas que no conozco. . .

El mexicano solo río un poco, volteó su visita de nuevo al sartén para poder apagarlo y volver a ver al pequeño.

›Tranquilo, soy amigo de tu papá

Sonríe levemente y se agacha a la estatura del niño.

›Yo me llamó México, pero puedes decirme como gustes

Sonríe para después volver a enderezarse y seguir cocinando. Sirvió la comida en un plato y lo llevó a la mesa, se sentó e invitó con una seña al niño para que se sentará junto a el.
El niño hizo caso a a señal, sentándose en la silla que se encontraba al lado del mexicano, lo único que hizo México fue acercarle el plato con comida mexicana.
El niño vió por un momento el plato, para después tomar un tenedor y probar un bocado de esa comida.
Picaba un poco, pero no le importó, ese platillo estaba muy delicioso, tenía un sabor peculiar, un sabor que le gustaba.
México sonrió, se dió cuenta que al pequeño le gustó su platillo, no estaría mal de vez en cuando hacer más platillos de su cultura, ya qué podía compartirle al niño.

De repente el niño solo dijo:

›Me llamo Rusia

México algo sorprendido pero alegre de saber el nombre del pequeño, solo sonrío un poco. Todavía era muy temprano para la reunión que tenía con la Unión Soviética, a si que podía descansar un rato más, o poder hablar con el niño.

›En alguna parte oí tu nombre, pero sinceramente no sabía quien eras.

El mexicano vió con una mirada calmada al pequeño niño. Le volvió a ofrecer un poco de su comida al niño, a lo que el aceptó. Comió un poco, ya que no quería quitarle toda su comida a el, ya que pensaba que podía ser una falta de respeto.

Cuando se acabó la comida que estaba en el plato, México se levantó para poder dejar su plato en el fregadero. Lo lavó sin ninguna prisa, ya qué si no lo lavaba pensaba que la URSS se podía enojar, ya que era su casa y no tenía que dejar mugrero.

México se dirigió a la sala después de ver como Rusia se iba para el patio. Cuando iba de camino a la gran sala, vió como se abría la puerta principal lentamente, una figura alta apareció. Era la URSS. Un escalofrío recorrió el cuerpo de México, se paró firme mientras que veía con algo de miedo al contrario.

Мексика, es hora de tu entrenamiento.

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Perdón por tardar tanto en escribir un capítulo, pero estoy tan ocupada. Se que es muy corto, pero traté de hacer lo que puede.
Avocado 🥑✨

⋆·˚ ༘ * 🔭𝙉𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙖𝙜𝙪𝙖𝙘𝙖𝙩𝙞𝙩𝙤 [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora