Estoy sentada en el sofá, esperando a que Elena salga del baño y si mis profundos
pensamientos inconexos son señal de algo, también estoy perdiendo la cabeza.Creo que soy adicta a ella.
Nunca es suficiente.
Todo lo que hace, todo lo que dice,
todo lo que es… es perfecta.Es mejor que cualquier fantasía.
No puedo resistirme a ella, tan pronto ordena algo, mis planes se van a la mierda.
Jamás fue parte de mis planes cogérmela en el baño del restaurante; o en la limusina.
¡Dios!
Ahora bien, no me estoy quejando.
Perderme alguna de aquellas dos exquisitas cogidas habría sido una grandísima estupidez.
En fin, me queda claro que hay que eliminar todos los complejos de su sistema antes de que esté lista para someterse a la absoluta y lenta rendición.
Es como domar una yegua salvaje.
Tengo que dejarla brincar, agitarse y
dar patadas antes de ponerle la montura.Y no tengo problema con eso; cada
segundo con eso ha sido más que perfecto; excepto cuando lloró.¡Mierda!
No quiero volver a verla llorar nunca en mi vida.
Esa única lágrima me partió el alma.
Resulta que, como muchas otras, tiene complejos paternos.
Siempre me han gustado las mujeres así.
Soy tan predecible.
Ni siquiera tuvo que contarme para
que me diera cuenta, pues tan pronto habló de violencia en el hogar pude ver una reproducción de su historia en mi cabeza.Supongo que su padre les hizo muchas cosas a ella y a su madre.
¡Bastardo!
Suspiro.
Hasta ahora, he arruinado bastante las cosas.
Tenía bien estructurado en mi cabeza cómo debía salir esta noche, paso a paso.
Elena iba a ser como Nastya en 50 Sombras, u otra película similar, pero no contaba con que sería tan mandona y tomaría el control.
Con o sin orgasmo, esa mujer me cogió como nunca.
Resulta que está un poco loca, y debo aceptar que esa pizca de locura me encanta.
¡Madre mía!
Cuando se puso mandona, cuando se
convirtió en una súcubo, me excité más que nunca.Empecé la noche muy segura de mi gran estrategia y la retomaré después, lo juro, pero ¿quién querría resistirse a Elena?
¿Quién se resistiría a esas nalgas?
Nunca había visto un par de nalgas tan increíbles.
Y sus ojos, cuando me miró como si estuviera a punto de abalanzarse sobre mí…
Luego me susurró «cógeme» al oído, yo sentí que la cabeza me iba a explotar.
Cuando dijo eso, lo supe: es perfecta.
Pero es hora de retomar el control, aunque haya sido agradable ser manipulada un rato.
De ahora en adelante, tengo un solo propósito en la vida.
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The Balkan
FanfictionElena es una chica joven que trabaja como agente de admisión en un club de citas por internet para poder costearse la carrera de Psicología. Julia Volkova, una mujer adinerada y exitosa profesionalmente, entra en contacto con The Balkan después de...