Mitad de curso.

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Yo no les contare una historia con final feliz, les contare la historia de como aprendi a ser feliz sin necesidad de esperar un mensaje de alguien, lucir bonita, tener ropa y cosas caras, sin alguien a mi lado.

Todo comenzó cuando recién entre al salón, vi la cara de todos y era exactamente lo mismo que no puede faltar en ningún salón. La típica niña que quería llamar la atención fingiendo ser alguien que no es, los chavos que se la pasaban jugando videojuegos, las niñas que seguían las bandas del momento, los chavos que intentan al igual llamar la atención y las que no pueden faltar, las chicas sangronas y ricas y eso no les quitaba lo p*ta que eran las dos y bien, yo. Yo no le hablaba a nadie en el salón, ellos me insultaban por mi apariencia, creaban historias de mi. Fingía ante ellos que no me importaba para que se detuvieran pero llegando a casa no podía evitar llorar todo el día o gritarme al espejo insultándome a mi misma, o incluso había días en los cuales no aguantaba y me iba al baño a llorar.

Cuando llegaba a casa solo esperaba mama sentada en la mesa lamentándose la muerte de su esposo, mi padrastro por sexto año consecutivo. No tenia amigos, solo a mi gato Dexter que siempre oía mis lamentos.

Volviendo al tema, era ya la mitad del semestre y un chico entra por la puerta; El era guapo, cabello largo negro, no muy fuerte pero tenia lo suyo, se le notaban sus ojos azules, parecía ser tímido pero note que no lo era.

- El es Erin y viene de Minnesota, espero y se lleven bien, dijo la Maestra.

Erin vio entre las sillas buscando un lugar solo, por coincidencia el que estaba a mi lado, tras pasar en medio de donde estaba Alexandra. -Siéntate aquí guapo, yo me siento en tus pies, dijo con tono provocativo.

Erin volteo a verme, supongo que sintió mi mirada que estaba clavada en el.

-No gracias, ya vi a alguien, que diga ya encontré un lugar vacío, dijo mientras me veía.

Yo voltee la mirada hacia otro lugar en lo que se sentaba. Y se escucha que alguien grita adelante:

-Tenias que sentarte a lado de la bulimica esa.

Erin se para del asiento y dice hacia todo el salón:

-Yo no la conozco pero algo si se, no deben porque estar insultándola sea como sea, y si tienen algún problema pueden hablar conmigo.

A lo lejos se oyeron otros gritos:

-Marica,-Ella es una bulimica zorra, -Ven guapo y quítate la ropa.

Al escuchar eso no pude contenerme y me fui corriendo al baño a llorar. Erin me siguió sin darme cuenta y al yo entrar al baño el entra detrás de mi, como no lo vi me puse a llorar dandole la espalda, entonces el me toma por la espalda y me da un abrazo, oye yo no te conozco pero se que eres una persona muy buena por dentro, toma mis muñecas y levanta el suéter, y mira esto créeme que no soluciona nada, pero no estoy aquí para juzgarte sino para ayudarte, quiero decirte felicidades sigues aquí, y a partir de este día se acabaron los insultos para ti, cualquiera que te critique se las vera conmigo. No pude contenerme y me arrebate a darle un abrazo y le dije:

-Muchas gracias, eres mas hombre que todos aquellos que te gritaron marica, pero ignóralos es lo que yo hago.

-Si pero no deben porque decir esas cosas sobre ti, se ve que tu eres una persona increíble y muy bonita, solo debes de darte atención. Vamos yo te acompaño a casa para asegurarme que estés bien.

Salimos del baño y nos dirigimos hacia casa, la verdad no podía creer que alguien se fijara en mi, entonces al estar llegando a mi casa el me dice mientras me hecha el pelo para detrás de la oreja:

- Mañana vengo por ti para acompañarte a la prepa, pero oye debes prometerme que te recogerás el pelo que así no puedo ver tu bello rostro.

-T-te lo prometo.

Entonces el me dio un beso en la mejilla y se fue. Entre a mi casa sonriendo y sonrojada y me fui a mi cuarto, me encerré y abrí las cortinas que ya hace tiempo estaban cerradas, tire las navajas que tenia y fui hacia mi peinador, tome una liga para el cabello y me lo recogí, fui al cuarto de mi mama y tome un poco de maquillaje y practique poniéndome un poco de polvo, rímel y labial, admito que fue un poco torpe el intento así que le pedí ayuda a mi mama.

Ella con gusto accedió así que subimos a mi habitación y ella al entrar dijo:

-Y eso Madeleine, que hay luz en tu cuarto? Hahaha, espera, no estarás enamorada o si?

-Como crees mama, bueno es un chico pero no me gusta.

-Por Dios Madeleine a quien quieres engañar, haber vamos te enseñare.

Así pasamos mucho tiempo y se hizo de noche intentando maquillarme y comprando maquillaje para mi, al llegar a casa solo me acosté a dormir.

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2014 ⏰

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