Hace tanto tiempo que no sentía el deseo de hacerme daño, había olvidado lo que se siente... Lo liberador que es...
Se que no es normal pero me ayuda a botar mi frustración, mi enojo, mi pena. Muchos no lo saben, creo que nadie, pero siempre he sido una esponja, absorbió las cosas más de lo que debería y eso acaba haciéndome mucho daño, como poder evitarlo? No lo sé.
Sentir como mi piel se rompe, como mi piel es herida o cortada me quita dolor emocional, el dolor físico pasa rápido.
Se que debo cuidarme, que debo estar bien por mi hija pero me cuesta tanto a veces.
Muchas veces siento que tal vez todo estaría mejor sin mi, otras veces me siento tan necesaria que soy increíblemente feliz.
Al menos en los últimos años son más momentos felices que triste, ojalá siga todo así, pero no puedo asegurarlo.
Tengo rabia, mucho enojo conmigo misma, por molestarme cosas a veces tan pequeñas que para cualquiera es una estupidez, pero que a mi me hace doler el corazón.
Tengo pena y no puedo llorar, las lágrimas ya no salen... Sera que estoy perdiendo mi fuerza?
No quiero perder, no quiero que eso gane, quiero al fin ser libre y no puedo!
Por qué me tenían que destruir a este nivel?
Mis pedazo han sido recogidos, reunidos y reparados, la mayoría... Aun hay muchos trozos que jamás volverán, trozos que fueron desapareciendo cuando los niños en el colegio se burlaban de mi, cuando no me hablaban...
Otros se fueron con supuestas amigas que me traicionaron una y otra vez.
Muchos otros quedaron en los "no me gustas por gorda", "no me gustas por fea", "no me gustas por usar lentes" que me decían los chicos que me gustaban.
Pero la gran mayoría de los que faltan quedaron el manos de mi madre, en sus "deja de comer que pareces vaca" en sus golpes con palos, cinturones o lo que encontrará para que sus manos no doliera, en su manía de no dejarme comer, en sus cadenas en los muebles de cocina para que yo no comiera si no aportaba dinero en casa, en su manía de manejar mi mundo.
Tengo más dolor del que puedan imaginar en mi cuerpo pero aquí sigo de pie luchando, tal vez por mi prometido, tal vez por mi novio, tal vez por mi hija. No lo sé, pero sigo aquí.
Con lágrimas estancadas, con sollozos silenciados, con sonrisas superficiales.
O tal vez sigo día a día simplemente por los "te amo mamá".Autor desconocido.
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