Remember me

Cinco.

Las semanas pasaron y las citas entre Bucky y Tony siempre sucedían en domingos. Todos los domingos sin excepción el moreno recogía a su chico de ojos azules para pasar el resto del día juntos.

Ver la sonrisa de James siempre hacía feliz a Tony.
Hace un par de días los dos habían ido al boliche y en aquel lugar, Tony logró capturar la bella sonrisa de James en una hermosa fotografía y minutos después fue James quien decidió tomarse una foto juntos, foto que más tarde sería colocada en el espejo del baño del moreno con una nota particular "Mi novio James" eso decía el pie de la foto reposada en el baño.

Todas las mañanas al despertarse veía a su gran amor, pero verlo también le generaba un gran sentimiento de culpa puesto que se sentía mal por no decirle la verdad a su chico, se sentía mal por grabar las citas y repasarlas antes de verse con James, se sentía por no recordarle al despertar y sabía que el pelinegro merecía saberlo, debía saberlo y sólo cuando lo supiera James decidiría si quedarse o irse.

Tony se resignaría ante cualquier decisión tomada por su novio, sin embargo, jamás imaginó lo que sucedió ese día.

El de ojos cafés preparó una cena especial para abrirse con Bucky.
La cena terminó y Tony comenzó a hablar sin parar, le dijo todo con lujo de detalles y sin omitir nada.

Todo el discurso el chico frente no gesticuló palabra alguna, las únicas reacciones que Tony obtenía eran las diversas expresiones que evidenciaba al pelinegro y esas expresiones no decían nada bueno. Y cuando finalmente terminó, miró a Bucky esperando alguna respuesta y lo único que James alcanzó a atinar fue a salir del apartamento del moreno dejándole muy confundido y triste.

Bucky se había ido, tal y como Strange lo hizo en su momento, fue entonces que cayó en cuenta que él nunca tendría a alguien de nuevo como antes.

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Para Bucky enterarse de eso le cayó como balde agua fría, no podía concentrarse en nada, su mente se hallaba en otro lado, necesitaba asimilarlo.

Dos días después de la confesión, el menor había entrado en cuenta de sus acciones, se dio cuenta que haber dejado de esa forma a su moreno era lo peor que pudo haber hecho.

Así que decido tomó su teléfono para marcarle a Tony, pero una llamada entrante cambió los planes.
La llamada era de su abogado quien le informó que la herencia por fin sería entregada tanto a él como a su hermano.

Pasó el resto de la semana ocupado en esos trámites, pues una vez recibido el cheque él sabía perfectamente lo que haría con el dinero, lo primero era salirse del apartamento de su hermano, lo segundo era comenzar a ver los planes para su negocio, siempre tuvo el sueño de poner una pastelería y lo tercero, bueno en realidad no tenía un tercer paso.

Como de costumbre salió temprano ya que era domingo y al salir y no ver la hermosa sonrisa del moreno esperándolo afuera del lugar, arrugó su corazón, entonces juntó todo su valor y se dijo que iría donde Tony, tenía que aclarar las cosas y pedirle perdón, tenía que hacerlo.

Por su parte Anthony tuvo una de sus peores semanas, la tristeza lo consumió por dos días, hasta que decido borró rastro alguno de James, después de todo, si borraba a James del libro inevitablemente sería borrado su mente, tal vez esa era su ventaja, que el dolor en él no es permanente.

[•••]

James está afuera del lugar de Tony, todo el camino pensó lo que iba a decir, cuando lo supo, tocó la puerta en la espera de ver de nuevo ver esos hermosos ojos color marrón, para su sorpresa no era él quien abrió, sino una mujer rubia de ojos azules y rostro sonriente.

—Hola —saludó a la chica.

—Hola tú debes ser James, ¿cierto? —dijo mientras movía una lata de pintura.

—Emh... Sí —sonrío nervioso—. ¿Qué pasó aquí? —preguntó al ver el lugar lleno de lonas que cubrían ciertos espacios.

—Larga historia —suspiró.

—Perdón, ¿quién eres? —pues le causaba cierta intriga saber quién era esa mujer y que hacía allí.

—Soy Virginia, la hermana de Tony —estrecharon sus manos.

—Sólo venía decirle que me mudaré y quería dejarle mi dirección —era una verdad a medias, porque, aunque si se iba a mudar no fue el único motivo de su visita—. Pero no le digas que vine, no importa —hizo una mueca, dispuesto a salir.

—Espera, él está en el hospital, está en observación, ¿quieres sentarte? —alzó una ceja y sonrío al ver como James accedía a quedarse.

Al estar solos Virginia le explicó un poco más todo lo sucedido en la vida de su hermano.
El como al principio el trataba de no dormir para así lograr no olvidar nada a la mañana siguiente.
La gran depresión que lo consumió hace un año.
Sus logros y su vida antes de la falla en el hipocampo.

—Encontré esto en el basurero en la mañana —le entregó una carpeta roja.

La carpeta contenía todas las fotos y cartas que él le había regalado, inevitablemente un enorme nudo se instaló en su garganta.
Tony quería olvidarlo y él es el culpable de eso.

—Pensé que debías tenerlo —sonrió.

—Gracias, Virginia.

[•••]

El moreno reposaba en la habitación del hospital comiendo su pudín de chocolate cuando su enfermero le llevó una caja, al abrirla encontró una pluma como la que él tenía.
Observo la caja la cual tenía escrito en la tapa "presiona el botón" lo cual hizo.

"Hola, Tony. Soy James, tal vez no me recuerdes, pero soy tu novio, bueno, creo que lo era, tuvimos un malentendido... yo tuve un malentendido, pero ya lo entendí y creo que te conozco mucho mejor. Quisiera volver a empezar porque me enamoré de ti y creo que tú te sientes igual.

El rostro de Tony demostraba sorpresa, sus ojos estaban completamente abiertos y miraba con determinación el bolígrafo.

—Esa es mi voz en la grabadora —habló el pelinegro al entrar a la habitación y se sentó frente a él.

—Hola, James de la grabadora —seguía aturdido por lo sucedido—. Perdóname, pero es que no puedo recordarte —el ojiazul asintió un poco triste.

—Espero que esto te ayude —le dio la carpeta roja y espero a su reacción.

—¿Yo hice esto para ti? —interrogó.

—Sí, para que pudiéramos conservar todo aún si teníamos que empezar de nuevo cada día, los dos podríamos evolucionar juntos y...

—Construir algo bueno —terminó la frase.

—Oye —Tony levantó la mirada —, quiero que sepas que he pasado mucho tiempo esperando a que pasen las cosas y tal vez incluso culpe a algunas personas por mis problemas y olvide que yo soy la que está a cargo, pero se acabó y estoy listo para tomar el control de mi vida y espero estés conmigo —una lagrima traviesa rodó por su mejilla.

—Te das cuenta de que todo lo que tengo es hoy y un montón de historias viejas —su semblante era serio.

—No si me tienes a mí —tomó sus manos.

—Quieres... Quieres acercarte —dijo sonriendo.

—¿Por qué, no se escucha? —ladeo la cabeza, pero de todas formas se acercó.

Tony se levantó un poco para besar la frente de James y posteriormente unirlas.

—¿Cómo podría olvidar esto? —aspiró el aroma del cabello de James, para separarse y verlo a los ojos, esos hermosos ojos azules.

—Hola, James —dijo feliz junto a un par de lágrimas de felicidad.

—Hola —sus mejillas tomaron un color rojizo.

—¿Quieres salir conmigo?

—Siempre —rodeó el cuello de Tony con los brazos y lo atrajo a él para darle un beso, un beso que transmitiera todo lo que sentía.

FIN.