Aiden.

Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.

"¿Morir?" Eso no estaba en los planes, no hoy y no importará quién sea esa chica, no iba a dejarse vencer por ella.

Amy empujó con fuerza a Diana haciéndola retroceder y cargada de furia la atacó formando una espada mágica donde la empuñadura rodeaba toda su mano para no soltarla.
Diana se cubrió con los brazos justo cuando la espada chocó contra un escudo invisible que la protegió.

El impacto que se produjo entre el escudo y la espada hizo que Amy tropezar torpemente con sus pies y estuviese a punto de perder el equilibrio. Diana sonrió y se irguió en toda su altura, alzó la barbilla y esbozó una gran sonrisa risueña, aún que en lo profundo de ella había un deseo de pelea.

–¿Eso es todo?

Diana, una joven adolescente de aparentes diecisiete años lucía como un poderoso ser de luz, el aura que emanaba era brillante y clara pero dicho aura podía crear terror al mirarla solamente a los ojos.

Traía una mirada divertida y a su vez decidida.

–¡Tú, maldita! –Amy volvió a abatir contra la menor pero ésta la esquivó fácilmente –¡Lo arruinaste todo!

Diana retrocedió soltando una risita.

–¿Yo? Pero si eres tú quien falló al intentar matarlo.

Amy gruñó frustrada y entre un frenesí de desesperación e irá intentó una y otra vez atacar a Diana, sin embargo ninguno de sus ataques alcanzaban a la muchacha y ésta la esquivaba de forma tan fluida que denotaba lo superior que era ante la bruja.

La espada cortó el aire pasando a milímetros del rostro de Diana, cortando apenas las puntas de unos cabellos mientras la joven se movía por el terreno esquivando las rocas, ramas y raíces que podían haber. Por otro lado, Amy que estaba tan furiosa veía todo distorsionado a su alrededor, su único impulso era matar a su oponente y tropezaba con sus propios pies en busca de acertar si quiera un corte.

¿Por qué no podía tocarla?

Desesperada se detuvo en medio de aquel claro y la espada se deshizo volviéndose humo, Diana también dejó de moverse sin verse cansada y contempló a la bruja.

–¿Qué sucede bruja, estás agotada?

–dyspnoea semper primo est natura –susurró Amy extendiendo ambas manos.

Diana se sorprendió de inmediato al sentir la ráfaga de poder y antes que pudiera decir algo un montón de raíces que nacieron velozmente del suelo atraparon sus piernas y los árboles cercanos doblaron sus ramas hacia ella como si fuesen de goma. La naturaleza cubrió completamente a Diana en una especie de esfera realmente resistente y parecía volverse aún más dura con cada segundo que Amy expandía su poder.

La respiración agitada de Amy era lo único que se oía aparte de las ramas y raíces que ajustaban su fuerza para cerrar la esfera y ahogar al enemigo dentro.

–Niña estúpida –exclamó con el cuerpo tembloroso de cansancio –Nadie puede sobrevivir más de un minuto ahí dentro y es indestructible para cualquier bruja.

Y cuando creía que su pelea había acabado notó con horror como a pesar de estar ajustándose para sellarse aún más, la esfera parecía estar sufriendo algún cambio y rápidamente empezó a expandirse como si por dentro la estuviesen empujando.

–¡¿Qué demonios?!

En ese instante la esfera explotó y la honda de poder expansivo que se soltó hizo volar a Amy hacia atrás y golpearse con un tronco.
Sorprendida y atemorizada alzó la mirada a donde estaría la esfera y vio cómo ésta había sido completamente destruida, pero lo peor fue encontrar a Diana totalmente sana y salva, sin siquiera un rasguño.