Las nubes negras han borrado las estrellas.

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834 días después del atraco.

Hay gente que no vale para estar quieta y esperar a que la vida pase, gente que siempre quiere más, que por mucho que lo intente nunca puede cambiar sus instintos, así se siente Taehyung en medio de lo que ha sido su sueño desde hace años.
Despertándose al lado de la persona que ama en una isla paradisiaca, con suficiente dinero como para vivir más de diez vidas sin plantearse volver a trabajar o atracar ningún lugar. Una vida tranquila, un respiro en mitad de tantos años llenos de sonidos de disparos y miedo a morir en mitad de un tiroteo. Por esto es por lo que ha luchado tanto tiempo, este era su sueño.
Con lo que él no había contado era con que esta calma le asfixiaría, viviendo rodeado de palmeras, cielo azul y mar con agua cristalina pero en una prisión al fin y al cabo.
Los pensamientos de subirse a una barca y salir huyendo de esta isla le abruman cada vez más y lo único que le calma es mirar la cara de Jungkook, plácidamente dormido a su lado.
La primera vez que le vio, Jungkook no era más que un niño queriendo ser adulto, un hacker que tenía hambre de ser más que eso.
Busán fue el nombre por el que le conoció, el nombre que le mantuvo despierto noches antes del atraco, preguntándose una y otra vez qué estaba haciendo enamorándose de alguien como Jungkook; alguien que ama tan abiertamente, alguien que no tiene miedo a decirle que moriría y mataría por Taehyung si hiciera falta.
Durante un tiempo Taehyung pensó que eran demasiado diferentes, Jungkook lleno de inocencia siempre viendo el lado bueno de las cosas mientras que él teniendo las manos manchadas de sangre y remordimientos que no le dejan dormir la mayoría de noches no se siente digno de tanto amor.
Taehyung se ha pasado toda su vida tratando de no sentirse atado a nadie mientras que Jungkook intentaba aferrarse a él porque por algún motivo sentía que Taehyung era alguien por quien merecía la pena arriesgarse.
Luego, el atraco llegó y Taehyung se dio cuenta de que haría lo mismo por Jungkook. Partiría el mundo en dos por él y declararía la guerra a cualquier persona que fuera en su contra.
Cuando lo único en lo que pensaba a mitad del robo era en Jungkook-en protegerle, en salvarle, en cómo la vida de él valía más que la suya propia, porque si Jungkook moría, sería como si una bala le atravesara el corazón también a él- en ese preciso momento, se dio cuenta de que estaba completa y perdidamente enamorado del chico que ahora está dormido abrazado a su lado.
Jungkook llegó como un huracán a su vida, abriéndose paso sin preguntar, mirándole con los ojos más puros y sinceros que había visto en años.
Y en esta isla donde lo único que tienen es el uno al otro han creado su propio paraíso, han aprendido a convivir, a discutir y después arreglarlo, a hablar de mil cosas y de ninguna a la vez, pasarse tardes intentando pescar y pasar mañanas simplemente dándose besos tumbados en la cama, es una vida simple.
Tal vez ese es el problema, piensa Taehyung mientras acaricia la cara a Jungkook tratando de hacerlo con cuidado para no despertarle. Ha llegado un momento en el que se conocen a fondo, no solo conocen cada parte del cuerpo del otro, cada lunar y cada cicatriz, también conocen todos los rincones de sus almas, todo lo que les hace ser quienes son. Han hablado noches y noches de sus miedos e anhelos, de sus familias e infancias, han curado sus heridas juntos y Taehuyung realmente siente que parte de su corazón ya no es suyo, que un gran pedazo es y será de Jungkook para siempre.
Dejar a Jungkook le romperá en dos pero debe hacerlo para demostrarse a si mismo que sigue siendo libre, que esta isla no es todo lo que existe, que le queda mundo por descubrir y demasiados lugares que visitar, pero necesita hacerlo sin Jungkook, necesita saber que hay más vida que este oasis.
Por una noche más, Taehyung se permite soñar y mirando a la luna abraza más fuerte a Jungkook, que se aferra a él incluso en sueños como si parte de él supiera que Taehyung quisiera marcharse, así ha sido siempre, detrás de los ojos llenos de amor y ternura con los que Jungkook le mira siempre ha habido un miedo a que Taehyung se alejase de su lado, un miedo que ambos decidieron ignorar pero que se cumplirá mañana cuando Taehyung le confiese que se va - no es un 'adios' porque parte de él siempre será suya pero que se marcha, que necesita un tiempo para él solo y que no sabe cuando volverá, si es que vuelve.
La luna da paso al sol mientras Taehyung contempla el que probablemente sea su último amanecer en esta isla, tomando un respiro se levanta, se acerca a la orilla de la playa y espera a que Jungkook despierte.
Sumergido en sus propios pensamientos mientras mira como baja la marea, Taehyung siente la cara de Jungkook posarse en su hombro y el calor de sus brazos envolverle mientras le abraza por la espalda.
'¿Qué haces aquí tan temprano?' dice Jungkook antes de besarle la mejilla, 'vuelve a la cama conmigo'.
La decisión está tomada, no hay vuelta atrás y aunque por un momento Taehyung duda de si tal vez no vale la pena perder todo lo que han construído, al igual que no se puede detener la marea, él no resiste estas ganas de salir, querer viajar, escuchar el ruido de la ciudad, ver gente y sentirse vivo.
'Tenemos que hablar' dice Taehyung mientras se da la vuelta y aparta las manos de Jungkook de su cintura.
Por un momento Jungkook simplemente le mira y Taehyung cree ver miedo reflejado en sus ojos.
'No' es todo lo que Jungkook dice antes de volver hacia la cabaña que ha sido su hogar durante más de dos años.
Taehyung le sigue sin saber bien qué decir mientras observa como Jungkook se pasa las manos por el pelo y se gira para mirarle, 'Te vas' afirma Jungkook, 'Me dejas'.
Taehyung ha escuchado la voz de Jungkook en muchas y diferentes ocasiones pero nunca tan rota como ahora.
'No te dejo, me voy'.
'Es lo mismo'.
Lo malo de conocer tanto a alguien, piensa Taehyung mientras mira a Jungkook, es que puedes notar cuando mienten, cuando tratan de hacerse los fuertes mientras que por dentro están llorando y eso es todo lo que ve en la cara de Jungkook, con el ceño fruncido y los ojos tratando de transmitir enfado Taehyung sabe que lo que siente en realidad es una profunda tristeza y no puede evitar acercarse y poner sus manos en la cara del otro, como si eso minimizara el daño de lo que a continuación va a decirle.
'Me marcho hoy y no hay nada que puedas hacer para que me quede,' Jungkook le mira con ojos vidriosos 'no es culpa tuya, es culpa mia por no saber nunca cuándo conformarme'.
Jungkook le aparta las manos bruscamente de su cara como si quemaran '¿A esto le llamas conformarse? Porque yo a esto lo llamo los mejores años de mi vida' Taehyung quiere responder pero antes de poder hacerlo Jungkook continúa hablando, 'Tenemos todo lo que siempre hemos querido, todo lo que planeábamos antes del atraco está aquí, ¿y ahora dices que te vas?' Jungkook cierra los ojos un momento antes de seguir hablando 'ya no soy suficiente para ti'.
'No, Jungkook, escúchame no-'
'Sabía que te irías. Lo he sabido desde la primera vez que me besaste, sabía que esto era como una bomba que antes o después explotaría y me dejaría roto pero aun así no pude parar, no logré controlar mis sentimientos' dice Jungkook con una sonrisa triste en el rostro y mirada cansada 'No quiero que te vayas, igual suena egoista pero es la verdad. No quiero'.
Una lágrima se desliza por la cara de Jungkook y Taehyung ya no soporta más la distancia entre los dos y se acerca a abrazarle.
'¿Qué puedo hacer para que te quedes conmigo?' dice entre sollozos Jungkook, 'dime qué puedo hacer y lo haré'.
'No hay nada que puedas hacer, ya te lo he dicho' las manos de Jungkook se aferran con más fuerza a Taehyung mientras este se pregunta cuántas grietas tiene ya su corazón y si dejar a Jungkook es lo que terminará de romperlo del todo. 'Eres perfecto,' Taehyung sujeta la cara de Jungkook y le mira 'no es culpa tuya, nada de esto es culpa tuya'. Jungkook no parece convencido pero se aparta de su lado, se seca las lágrimas y tras respirar profundo abre el armario y saca un maletin donde dentro hay dos teléfonos.
'Compré estos hace tiempo en el mercado negro. La policía no los puede rastrear. Llévate uno y a las ocho de la tarde lo tendré encendido, si quieres hablar o si me necesitas llámame a esa hora' por un momento Jungkook parece inseguro, preparándose para otro golpe, pero Taehyung le quita uno de los teléfonos de la mano y le dice 'Llamaré. Te lo prometo'.
Jungkook respira aliviado y esta vez es él el que se acerca a Taehyung y le abraza, 'Te voy a echar mucho de menos'.
Taehyung no responde, se limita a acariciar la cabeza y la nuca de Jungkook como ha hecho tantas veces antes. No hay mucho más que hablar. No puede responder porque sería injusto decir que él también le echará de menos cuando está a punto de irse, que ya le echa de menos ahora cuando todavía están abrazándose, tratando de no llorar mientras los recuerdos de estos últimos dos años aparecen como flashbacks en su mente; cada beso, cada roce, la manera en la que Jungkook siempre ha sabido calmarle y escucharle, cómo las noches sintiendo la brisa del mar mientras le acariciaba la espalda han sido lo más cerca que ha estado nunca del cielo y que aunque la distancia ahora vaya a formar parte de su historia él sabe que sus corazones están sincronizados, que laten al mismo tiempo y en silencio siempre van a estar conectados; como no puede decir todo eso, Taehyung tan solo besa la frente de Jungkook a modo de despedida tratando de darle las gracias por haber aparecido en su vida.

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2020 ⏰

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