- Sabes, no me refería a esto -dije y él se encogió de hombros mientras ambos entrábamos a un centro comercial. Caminamos en silencio hasta que llegamos al segundo piso y noté un gran ventanal en el que estaban los sillones en venta y la vista daba al mar.
- ¿Te gusta?
-Me gustaría más si las luces estuvieran apagadas y la gente se callara. Preferiría escuchar mi propio eco -volteé un poco hacia arriba por la diferencia de estatura y me sonrió-. Las personas nos miran raro porque estamos admirando una ventana, creo que hay que dejarla en paz...
- Me gustaría encontrar una ventana para ti, pero lo único bueno que conozco está lejos de aquí y dudo que quieras ir a una playa privada con alguien que no conoces -se encogió de hombros.
-Pues... no, y estoy segura que si Erik llega y no estoy se preocupara y si nos ven... van a mal entenderlo todo. Es... complicada la situación ahora mismo.
Él asintió-. Entonces será mejor que te regrese al hotel... -me tendió la mano y la tomé para levantarme-. Vamos Dem.
Caminé a su lado sin decir nada el resto del regreso. El lugar no estaba tan lejos como pensaba, simplemente teníamos que cruzar una avenida y después, encontraríamos la arena. Frente a nosotros después de unos cuantos metros el hotel estaría. Adrián caminaba algo rápido y trataba de seguir su paso, pero se me dificultaba un poco para ser honesta. Era casi mitad de camino quizá, y fue entonces cuando caminó muchísimo más lento.-Si todo sale bien, en la noche seguramente me encuentres pidiendo mi piña colada -susurré, y después, clave mi mirada en la arena.
- No sé por qué, pero de verdad esperaré que aparezcas para pedirla -me miró y sonrió algo incómodo- sabes, no me gusta mucho relacionarme con gente que jamás volveré a ver... pero.... uh... me preguntaba...Me quedé de pie en silencio, mirándolo fijamente, pero no decía nada.
-¿Qué es lo que te preguntabas?
- Dios, odio esto… Eh... me preguntaba si podría obtener tu número telefónico -parpadeé con rapidez- sé que tienes novio y eso y no pienso entrometerme en realidad. Solo, me agradas.Tragué saliva y lo pensé dos veces. Pero, saqué mi teléfono de mi bolsillo y se lo entregué. Levanté mis cejas esperando a que lo tomara y lo hizo. Entonces, cuando terminó de guardarlo, me entregó su teléfono y escribí mi número.
-Ya. Solo no me hables por teléfono, no me gusta mucho hablar por ahí -guardé mi celular y caminé en dirección al hotel, despidiéndome de él con mi mano-. Suerte en tu día de trabajo Adrián.
Sonrió y asintió-. Suerte con tu familia, Chesset -murmuró para luego darme la espalda y comenzar a correr.
Y yo hice exactamente lo mismo. Corrí para tomar el elevador y descansar en la habitación haciendo absolutamente nada. Quizá ver televisión estaría bien... incluso pensar ahí dentro, aunque el calor esté presente y no sea tan cómodo como en las noches. Y, dentro de mí deseaba y rogaba para que Jess no estuviera en la habitación. Entonces, después de conocer un poco más a Adrián, noté que no es tan fastidioso como pensaba, pero sigue estando ahí.
Cuando llegué a la habitación me encontré con Jess y con Erik quien estaba sentado sobre mi cama y apretaba el bastón fuertemente. Al entrar sentía que la tensión se propagaba por lo que inmediatamente quise salir.-Ven, Demetria -escuché que me llamó Jess en cuanto me quedé de pie en la puerta. Erik giró su rostro hacia donde había hablado su hermana y mordí mi labio-. Siéntate.
Y fue justo lo que hice. Quité mis sandalias y me crucé de piernas en la cama, justo frente a ellos.
- ¿Dónde estabas? -preguntó Erik, parecía estar molesto y yo me enfurecí, ¿él por qué no me había buscado?
- Le he quitado el teléfono a mi hermano porque al parecer, no puede vivir sin él -murmuró Jess-. Deben terminar.
- ¿Qué querías que hiciera? ¿Sentarme aquí mientras ustedes se divertían? Salí a caminar en la playa... es todo -susurré con ese tono de enfado en mi voz-. No estás hablando en serio Jess, ¿verdad? -reí nerviosa y ella seguía seria, sin ninguna expresión. Erik frunció el ceño y veía perfectamente como apretaba su bastón cada vez más fuerte.
- Traté de buscarte, mi teléfono no estaba donde lo había puesto y para que sepas... me quedé en la habitación -murmuró serio- y tú -quiso señalar a su hermana- tú no decides nada de lo que yo haga y deje de hacer.
-Erik, no sé en que estabas pensando. ¡Es Demetria! -gritó ella enfadada y por la forma en la que lo dijo, sonó algo así como si yo fuera la peor persona del mundo-. ¿Por qué no alguien más?
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Who's lovin' you? (Minna y Bere)
Fiksi RemajaPor esas veces en las que amaste profundamente y no te arrepientes de nada.