"Perdidos en el bosque"

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CAPITULO 2

“PERDIDOS EN EL BOSQUE”

 

-¿Ya vamos a llegar?—Pregunto por enésima vez Lucía

-Por millonésima vez no—Le dije

-Ya estoy cansada, hemos caminado durante tres horas, y lo único que vemos en este bosque ¡Son venados!

-Por esa razón se llama “Bosque del Venado”—explico con tranquilidad Andrés.

-Compréndela Andy, es la amiga del cerdo—Interrumpió Nathan

-¡Oye! ¿Qué quisiste decir?—le grite al idiota

-Lo que estás pensando—dijo el con simpleza

Como lo odio, es una lástima que seamos familia, el siempre estará en mi vida.

-Primitos tranquilos, ¡Admiren el ambiente!—trato de tranquilizar Viviana con su típica sonrisa—Además el instructor dice que pronto llegaremos a la cabaña, ¡solo hay que cruzar el río y escalar la montaña que nos llevara a la meta!—Exclamo alegre, y no pude evitar rodar los ojos, Viviana podía ser exasperante.

-Recuérdame porque vine—Me susurro entre dientes Lucy

-Porque me amas y eres una excelente amiga—Le dije alegre

-Debo evitar asociarme con gente como tú—Dijo ella mirando mal, yo no tarde en reír, adoraba a mi amiga.

-Escuchen, para llegar al río debemos subir por esa loma ¿la ven?—Pregunto el Joven instructor, que por cierto aparentaba tener la edad de Andrés, ¿Se puede trabajar así a tan joven edad?

-Quiero que todos tengan cuidado, no vaya a ser que alguien se caiga, no se paren en los bordes, ayer llovió y debe estar frágil, subiremos lo más rápido posible para evitar accidentes—y dicho esto todos procedimos a subir.

-¡Respiren Primitos! ¡Respiren!—grito como desquiciada Viviana y yo trate de aparentar que no la conocía, todo iba bien hasta que me di cuenta que tenía hambre así que saque un pan que guarde en mi mochila por si las moscas, pero cuando me dispuse a comerlo un pájaro me lo arrebato de las manos, ¡Pajarraco de la porra! ¡Nadie se lleva mi comida! Eché a correr detrás del pájaro para alcanzarlo.

-Caramba ¿Qué no puedes dejar de comer ni por un segundo? Ya alborotaste a los pájaros—Pregunto Nathan al ver lo sucedido.

-¡Cállate y quítate de mi camino!—Le grite mientras lo hacía a un lado y corrí hacía el pájaro que estaba tan cómodo sentado en una roca a la orilla de la loma, ¡Tan cómodo comiendo MI pan! Pero ni crea que esto se quedara así.

-¡ANNABELL NO!—escuche que grito Nathan pero lo ignore y cuando por fin había alcanzado al pájaro sentí que la tierra que estaba pisando se desasía, ¡Maldición olvide lo que dijo el instructor! Al instante ya estábamos Nathan y yo rodando loma abajo a quien sabe dónde, ¡esperen un chance! ¡¿NATHAN?! ¡¿En qué momento Nathan se puso a mi lado?! Y sobre todo ¡¿En qué momento me abrazo?! Bueno eso no importaba tanto ahora, ya le preguntaría cuando hayamos terminado de rodar y claro si es que sobrevivimos, era muy alto, cerré los ojos al sentir el impacto y todo se puso negro.

-Annabell…Annabell… ¡ANNABELL DESPIERTA!—Alguien me grito y termine por abrir los ojos, al principio todo era borroso pero poco  a poco mi vista se fue aclarando, frente a mi estaba un hermoso ángel con ojos azules.

-¿Ya estoy muerta?—pregunte como retrasada

-¡No estúpida solo nos caímos!

Ah, no era ni un ángel solo era Nathan, me incorpore hasta sentarme, me dolía un poco la cabeza, ha de ser por el golpe.

" -¿Promesa? -Promesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora